/ viernes 15 de marzo de 2024

Educación y Cultura / Los alumnos leen cada día menos

Los últimos informes que se han hecho para medir la lectura de los alumnos en las escuelas, revelaron que ellos bajaron su nivel en un 20%, es decir, que después de la pandemia se dejó de continuar con el entusiasmo de lo aprendido en la escuela.

Los alumnos antes de la pandemia llevaban un sistema de leer más en la escuela, en la casa y en otros lugares. Pasando el periodo de receso por los contagios que se presentaron en todos los países del mundo, ahora se empieza a evaluar cuáles han sido los problemas educativos que se tienen que atender.

Uno de los principales que fueron detectados, es que los alumnos leen en un porcentaje menor que antes que se iniciara la crisis sanitaria. Los expertos indican que los educandos sí leen, pero no un libro, leen su celular, su computadora, otras cosas o unas lecturas ligeras en pequeñas historietas, que no les permite reflexionar sobre el contenido de un texto, para comprender mejor la visión del escritor.

La lectura abarca un complejo de procesos mentales que incluyen información de dos clases: la primera es la lingüística: sobre el significado, la sintaxis, el vocabulario, la forma del texto, las letras, etcétera.

La segunda es la extralingüística: sobre la situación comunicativa, el objeto al que el texto se refiere, al modo de tratar la información, etcétera.

La mayoría de los autores que describen el proceso de lectura se basan en modelos elaborados a partir de investigar cómo proceden los lectores experimentados, a los que llaman expertos.

Los expertos, plantean que la lectura se realiza en niveles secuenciales, porque la capacidad de memoria o recuerdo no permite retener toda la información de una vez. Los procesos que describen los expertos son automáticos, es decir, el alumno los realiza sin darse cuenta. Primero, el educando toma como información que entra en su memoria la superficie del texto, es decir, las palabras, sus relaciones y las ideas que van expresando el significado del texto, en el mismo orden en que aparecen en él.

Desde el principio el estudiante construye hipótesis y, a medida que avanza en la lectura, las confirma o desecha. Por esta razón, puede decir, por ejemplo, que pensaba inicialmente que un personaje iba a actuar de tal forma y que finalmente actuó de otra.

Lo que los alumnos aprenden sobre la lectura en sus primeros años en la escuela, queda para siempre en su mente, procesando poco a poco la información la que se va perfeccionando con los conocimientos y el transcurso de los años.

A medida que los estudiantes van avanzado en sus estudios, su nivel de lectura es más extenso, lo que permite que cuando llegan a los estudios superiores, se ha incrementado su acervo, que le permiten analizar con más detenimiento y profundidad mucha información, que los expertos en las diferentes ramas del saber humano, van dando elementos de las diferentes especialidades.

El alumno lector verifica a que se refieren las microestructuras o ideas leídas. Se encuentra que esa lista de ideas se refiere coherentemente a algo, la conserva para seguir procesándola mentalmente.

Posteriormente elabora una representación mental de esa lectura. Una prueba es que el alumno es sensible del texto que tiene en los finales de frases y oraciones.

*Doctor en Educación

Los últimos informes que se han hecho para medir la lectura de los alumnos en las escuelas, revelaron que ellos bajaron su nivel en un 20%, es decir, que después de la pandemia se dejó de continuar con el entusiasmo de lo aprendido en la escuela.

Los alumnos antes de la pandemia llevaban un sistema de leer más en la escuela, en la casa y en otros lugares. Pasando el periodo de receso por los contagios que se presentaron en todos los países del mundo, ahora se empieza a evaluar cuáles han sido los problemas educativos que se tienen que atender.

Uno de los principales que fueron detectados, es que los alumnos leen en un porcentaje menor que antes que se iniciara la crisis sanitaria. Los expertos indican que los educandos sí leen, pero no un libro, leen su celular, su computadora, otras cosas o unas lecturas ligeras en pequeñas historietas, que no les permite reflexionar sobre el contenido de un texto, para comprender mejor la visión del escritor.

La lectura abarca un complejo de procesos mentales que incluyen información de dos clases: la primera es la lingüística: sobre el significado, la sintaxis, el vocabulario, la forma del texto, las letras, etcétera.

La segunda es la extralingüística: sobre la situación comunicativa, el objeto al que el texto se refiere, al modo de tratar la información, etcétera.

La mayoría de los autores que describen el proceso de lectura se basan en modelos elaborados a partir de investigar cómo proceden los lectores experimentados, a los que llaman expertos.

Los expertos, plantean que la lectura se realiza en niveles secuenciales, porque la capacidad de memoria o recuerdo no permite retener toda la información de una vez. Los procesos que describen los expertos son automáticos, es decir, el alumno los realiza sin darse cuenta. Primero, el educando toma como información que entra en su memoria la superficie del texto, es decir, las palabras, sus relaciones y las ideas que van expresando el significado del texto, en el mismo orden en que aparecen en él.

Desde el principio el estudiante construye hipótesis y, a medida que avanza en la lectura, las confirma o desecha. Por esta razón, puede decir, por ejemplo, que pensaba inicialmente que un personaje iba a actuar de tal forma y que finalmente actuó de otra.

Lo que los alumnos aprenden sobre la lectura en sus primeros años en la escuela, queda para siempre en su mente, procesando poco a poco la información la que se va perfeccionando con los conocimientos y el transcurso de los años.

A medida que los estudiantes van avanzado en sus estudios, su nivel de lectura es más extenso, lo que permite que cuando llegan a los estudios superiores, se ha incrementado su acervo, que le permiten analizar con más detenimiento y profundidad mucha información, que los expertos en las diferentes ramas del saber humano, van dando elementos de las diferentes especialidades.

El alumno lector verifica a que se refieren las microestructuras o ideas leídas. Se encuentra que esa lista de ideas se refiere coherentemente a algo, la conserva para seguir procesándola mentalmente.

Posteriormente elabora una representación mental de esa lectura. Una prueba es que el alumno es sensible del texto que tiene en los finales de frases y oraciones.

*Doctor en Educación