/ domingo 17 de marzo de 2024

El refrendo de la Democracia

El politólogo norteamericano Samuel Phillips Huntington (1927-2008) propuso el estudio de Tres Olas de democratización como procesos de transición de gobiernos autoritarios a gobiernos democráticos. Identifica la Primera Ola de democratización, determinada por factores económicos y sociales, con la instauración de las democracias liberales primitivas (entre 1828 y 1926), a ella se opone la contraola del fascismo de entreguerras (de 1922 a 1942).

La Segunda Ola de democratizaciones, determinada por factores políticos y militares, afirma el asesor político que se vio impulsada por el triunfo de los aliados en la II Guerra Mundial (entre 1943 y 1962), con una segunda contraola de revoluciones tercermundistas y contrarrevoluciones golpistas de 1958 a 1975. La Tercera Ola democratizadora propuesta por Huntington, se da con las transiciones producidas sucesivamente en el sur de Europa, en América Latina y en el este de Europa entre 1974 y 1989, seguida a su vez por la tercera contraola iniciada en la plaza de Tiananmen y las guerras balcánicas. Esta propuesta de Samuel Huntington me hace hacer una reflexión acerca de la Democracia en el siglo XXI.

Particularmente la construcción de la Democracia del siglo XX está marcada por una mayor participación social, esa que demostró su poder en 1989 para terminar con un muro que había tenido el propósito de impedir la migración de la Alemania Democrática asociada a la hegemonía del poder de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) hacia la República Federal Alemana, de orientación capitalista, como testimoniaron millones de alemanes, checos, serbios, rusos y polacos. La unificación alemana tuvo en blanco y negro las consecuencias económicas de la protección del estado en el modelo del este. Las manifestaciones multitudinarias finalmente, hicieron que se fragmentara las potencias comunistas: Yugoslavia, Checoslovaquia y la Unión Soviética.

En esta ola de democratización, para 1991 dejó 15 estados independientes hasta el día de hoy, que copiaron el modelo democrático, y la disolución de la Unión Soviética el 26 de diciembre de ese año. Gorvachov había sido elegido presidente de la Unión Soviética el 15 de marzo de 1990 y sufriría un intento de derrocamiento. Además, el gran triunfo de la “Democracia como método para resolver conflictos”, hace que la gran mayoría de los partidos comunistas se transformaran en “socialdemócratas” para entrar al juego democrático electoral.

En América Latina, la Tercera Ola, determinada por el desarrollo económico y crisis, cambios religiosos, declive de legitimidad y el problema del desempeño, se da con gran fuerza en la década de los 80 y 90, con un problema: la consolidación como sistema de gobierno parece que no se logra. En el siglo XXI, la democracia se ha consolidado como convicción de que es la mejor alternativa política realizable y practicable, pero nada más.

Esta sobrevivencia de la Democracia deja reflexiones importantes en torno al sistema electoral partidista no consolidado pero útil para resolver conflictos, porque al menos el perdedor de una elección guardará la esperanza de jugar en otra contienda y, tal vez, ganar. Pero hay hilos delgados que podrían lacerar todavía más el reconocimiento social de la democracia en el mundo, ahora que en 50 países se llevan a cabo elecciones en 2024. Taiwán, El Salvador, Ecuador y Corea del Sur (9 de marzo), ya iniciaron este periodo. Próximamente Panamá (5 de mayo), Reino Unido (2 de mayo) Rusia este 17 de marzo, México (2 junio), Francia (9 junio), India (7 julio), Japón (10 julio), Venezuela (sin fecha), Alemania (26 sept), Portugal (5 oct), Israel (25 oct), Uruguay (27 oct), Estados Unidos (5 nov), Finlandia, Eslovaquia, Lituania, Macedonia del Norte, Islandia, Georgia, Moldavia, Rumania, Ucrania, Sudáfrica, Senegal, República Dominicana (19 de mayo) y 10 elecciones en África.

¿Quién puede garantizar procesos que no gozan de transparencia como el de Venezuela y Rusia, o seguridad personal ante el asecho del crimen organizado que ya cobró la vida de 43 candidatos en México (Laboratorio Electoral, 12 marzo 2024)? El refrendo de la Democracia se lleva a cabo, pero la calidad todavía tiene muchos pendientes ante acciones populistas o francamente totalitarias. Tal vez esta sea la contraola de la democracia del siglo XXI.

*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP y secretaria de Membresías. Mail: margarita_arguelles@hotmail.com

El politólogo norteamericano Samuel Phillips Huntington (1927-2008) propuso el estudio de Tres Olas de democratización como procesos de transición de gobiernos autoritarios a gobiernos democráticos. Identifica la Primera Ola de democratización, determinada por factores económicos y sociales, con la instauración de las democracias liberales primitivas (entre 1828 y 1926), a ella se opone la contraola del fascismo de entreguerras (de 1922 a 1942).

La Segunda Ola de democratizaciones, determinada por factores políticos y militares, afirma el asesor político que se vio impulsada por el triunfo de los aliados en la II Guerra Mundial (entre 1943 y 1962), con una segunda contraola de revoluciones tercermundistas y contrarrevoluciones golpistas de 1958 a 1975. La Tercera Ola democratizadora propuesta por Huntington, se da con las transiciones producidas sucesivamente en el sur de Europa, en América Latina y en el este de Europa entre 1974 y 1989, seguida a su vez por la tercera contraola iniciada en la plaza de Tiananmen y las guerras balcánicas. Esta propuesta de Samuel Huntington me hace hacer una reflexión acerca de la Democracia en el siglo XXI.

Particularmente la construcción de la Democracia del siglo XX está marcada por una mayor participación social, esa que demostró su poder en 1989 para terminar con un muro que había tenido el propósito de impedir la migración de la Alemania Democrática asociada a la hegemonía del poder de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) hacia la República Federal Alemana, de orientación capitalista, como testimoniaron millones de alemanes, checos, serbios, rusos y polacos. La unificación alemana tuvo en blanco y negro las consecuencias económicas de la protección del estado en el modelo del este. Las manifestaciones multitudinarias finalmente, hicieron que se fragmentara las potencias comunistas: Yugoslavia, Checoslovaquia y la Unión Soviética.

En esta ola de democratización, para 1991 dejó 15 estados independientes hasta el día de hoy, que copiaron el modelo democrático, y la disolución de la Unión Soviética el 26 de diciembre de ese año. Gorvachov había sido elegido presidente de la Unión Soviética el 15 de marzo de 1990 y sufriría un intento de derrocamiento. Además, el gran triunfo de la “Democracia como método para resolver conflictos”, hace que la gran mayoría de los partidos comunistas se transformaran en “socialdemócratas” para entrar al juego democrático electoral.

En América Latina, la Tercera Ola, determinada por el desarrollo económico y crisis, cambios religiosos, declive de legitimidad y el problema del desempeño, se da con gran fuerza en la década de los 80 y 90, con un problema: la consolidación como sistema de gobierno parece que no se logra. En el siglo XXI, la democracia se ha consolidado como convicción de que es la mejor alternativa política realizable y practicable, pero nada más.

Esta sobrevivencia de la Democracia deja reflexiones importantes en torno al sistema electoral partidista no consolidado pero útil para resolver conflictos, porque al menos el perdedor de una elección guardará la esperanza de jugar en otra contienda y, tal vez, ganar. Pero hay hilos delgados que podrían lacerar todavía más el reconocimiento social de la democracia en el mundo, ahora que en 50 países se llevan a cabo elecciones en 2024. Taiwán, El Salvador, Ecuador y Corea del Sur (9 de marzo), ya iniciaron este periodo. Próximamente Panamá (5 de mayo), Reino Unido (2 de mayo) Rusia este 17 de marzo, México (2 junio), Francia (9 junio), India (7 julio), Japón (10 julio), Venezuela (sin fecha), Alemania (26 sept), Portugal (5 oct), Israel (25 oct), Uruguay (27 oct), Estados Unidos (5 nov), Finlandia, Eslovaquia, Lituania, Macedonia del Norte, Islandia, Georgia, Moldavia, Rumania, Ucrania, Sudáfrica, Senegal, República Dominicana (19 de mayo) y 10 elecciones en África.

¿Quién puede garantizar procesos que no gozan de transparencia como el de Venezuela y Rusia, o seguridad personal ante el asecho del crimen organizado que ya cobró la vida de 43 candidatos en México (Laboratorio Electoral, 12 marzo 2024)? El refrendo de la Democracia se lleva a cabo, pero la calidad todavía tiene muchos pendientes ante acciones populistas o francamente totalitarias. Tal vez esta sea la contraola de la democracia del siglo XXI.

*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP y secretaria de Membresías. Mail: margarita_arguelles@hotmail.com