Rodrigo Abdala Dartigues es un personaje que había acostumbrado a los poblanos a no hablar… o a hacerlo muy poco.
Hasta hace unas semanas diputado federal plurinominal, quien será el coordinador regional del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en Puebla hizo ayer fuertes declaraciones.
Sí, contrastantes con el tono particular que había empleado en el pasado pero comprensibles y hasta plausibles en el contexto que habrá de enfrentar a partir de diciembre, cuando el Gobierno de la República haya sufrido ya la partida de Enrique Peña Nieto y el PRI y en su lugar se lleve a cabo el arribo de López Obrador y Morena.
Abdala Dartigues acusó que los programas sociales emanados del Gobierno Federal habían sido manipulados con fines políticos.
Según el exlegislador federal, y debe tener las pruebas para haberlo expresado, los beneficiarios de esos programas federales han sido obligados a acudir a eventos de determinados candidatos o funcionarios públicos para conservar los apoyos.
Ahí no paró el asunto.
Sin ir a tanto de poner nombres y apellidos, sí expuso que estas irregularidades han venido ocurriendo en prácticamente todas las áreas del Gobierno Federal y responsabilizó de manera directa a los delegados, entre ellos al de Desarrollo Social, por lo que no descartó el inicio de procedimientos administrativos en contra de los “servidores” públicos que están por salir del gobierno.
¡Zas!
A ver si lo cumple.
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El optimismo de Luis Miguel Barbosa no sorprende.
Es natural que el excandidato a gobernador de la coalición Juntos Haremos Historia afirme que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación anulará los comicios del 1 de julio, que habrá una contienda extraordinaria y que él repetirá como abanderado de los mismos partidos políticos: Morena, PT y PES.
Si Barbosa va a impugnar, como lo hará hoy, es normal que maneje un discurso positivo en relación a su causa como mera estrategia política.
Lo raro es que Yeidckol Polevnsky haga lo mismo.
La presidenta nacional de Morena, de visita en Puebla para asistir a la toma de protesta de Claudia Rivera Vivanco como presidenta municipal, insistió en lo mismo:
“Aquí yo les digo a todos que el próximo candidato después de la anulación va a ser Miguel Barbosa y que Miguel Barbosa va a ser el gobernador de este estado”.
¿De verdad?
¿Usó su visita a Puebla para mandar un mensaje a los personajes de Morena que aspiran a convertirse en candidato a gobernador en el supuesto caso de que la elección se repita?
¿El dardo iba dirigido, por ejemplo, a Alejandro Armenta Mier o el mismo Abdala?
Aunque fuese cierto eso de que Barbosa sería otra vez nominado, la lideresa del partido de López Obrador ya aniquiló de facto cualquier procedimiento institucional para elegir un eventual nuevo candidato a gobernador, declarando ganador, y por anticipado, a Barbosa.
¿A poco AMLO estará de acuerdo en ello?
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Y justo en ese mismo tema, desde Atlixco, a donde acudió a la toma de protesta de Guillermo Velázquez como presidente municipal, Martha Erika Alonso respondió al recurso de impugnación que presentará Barbosa este martes.
La gobernadora electa mandó un mensaje de confianza a sus seguidores y a los electores que votaron por ella.
“Después del voto por voto, casilla por casilla, ya qué más pueden pedir. Se ha contado la elección un sinnúmero de veces. Yo estoy muy tranquila, sé que el Tribunal Federal emitirá su resolución apegada a Derecho y no hay absolutamente nada de qué preocuparnos”.
Eso dijo Martha Erika Alonso, también subida en el discurso que por estrategia tiene que seguir.
Así las cosas en el terreno del conflicto poselectoral.
