Ignacio Alarcón Rodríguez Pacheco arranca con el pie derecho su gestión como presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que de manera oficial empezará el 5 de septiembre. Al menos en materia política, inicia bien, deslindándose de colores partidistas y comprometiéndose a trabajar con las autoridades gubernamentales vigentes, sin importar su ideología ni su origen.
“Soy de cero partidos; soy totalmente empresario y no vengo de ningún partido político. Mi intención es trabajar de la mano con los gobiernos que nos estén gobernando al día de hoy, yo creo que vamos a hacer un buen trabajo con ellos y si trabajamos en equipo, vamos a poder hacer mucho por Puebla”, subraya en entrevista con EL SOL DE PUEBLA quien está por convertirse en el líder de la cúpula patronal en el estado.
Rodríguez Pacheco destacó que durante su periodo (2019-2021) trabajará coordinadamente con el gobierno de Luis Miguel Barbosa Huerta, aunque eso no implicará que tenga que ser omiso y evitar observaciones y exigencias cuando deba defender a los empresarios en los temas que les involucran.
Es decir, levantará la voz cuando sea necesario.
Lo mismo hará en el terreno municipal.
Insistirá con la presidenta municipal Claudia Rivera Vivanco sobre los temas de inseguridad, ambulantaje, pocas obras, persecución a los comercios en temas de regulación y hasta extorsión.
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La presidenta municipal, Claudia Rivera, ya relajó un poco a la crítica, después de advertir que sí habrá resultados de la evaluación prometida hace un par de meses al trabajo de sus colaboradores de primer nivel.
El fin de semana pasado venció el plazo que ella misma había establecido para medir y evaluar el desempeño de su equipo de trabajo.
Justo después del descalabro electoral que sufrió Morena en los comicios extraordinarios de gobernador del 2 de junio, en el municipio de Puebla, Rivera Vivanco expresó que haría una revisión de sus colaboradores y lanzó una advertencia que entonces sonó seria y muy contundente: quien no de resultados tendrá que irse, advirtió la edil.
Parecía que Rivera Vivanco no cumpliría su palabra y que pasaría por alto ese compromiso que ella misma había asumido de manera pública y sin presiones de ningún tipo, dado que la fecha esperada transcurrió y no hubo anuncios de su parte.
Ayer dijo que no será así.
Afirmó que esta misma semana dará a conocer los resultados de esa evaluación y que sigue adelante con sus dichos vertidos hace poco más dos meses.
Esperaremos expectantes.
Porque de que se requieren cambios de fondo para enderezar el barco ni duda cabe.
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Nada justifica el homicidio de siete presuntos secuestradores ocurrido el jueves en los municipios de Cohuecan y Tepexco, pero existen aberraciones administrativas que favorecen la impunidad y ayudan a explicar la ira de la gente.
Vea usted un caso ejemplar.
Si los pobladores de Cohuecan quieren denunciar un delito tienen que trasladarse 75 kilómetros, como puedan, en coche o en autobús, para ir hasta el municipio de Cuautlancingo, sí, en la zona metropolitana de Puebla.
Incluso si por Internet solicitan ayuda, ya sea números o dirección de las casetas de policía más cercas, tienen que acudir al módulo de servicios o a la presidencia municipal de Cuautlancingo.
Increíble pero cierto, “gracias” a la desaparición de oficinas del ministerio público ocurrida en el gobierno del finado Rafael Moreno Valle.
