Quien pensó que la orden de aprehensión y las indagatorias que existen en contra del ex gobernador Mario Marín Torres, se equivocó, pues ha quedado claro que no solo se le siguen los pasos al ex mandatario poblano, sino también a dos de sus hijos: Mario y Carlos Marín García.

La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), a cargo de Santiago Nieto, congeló diversas cuentas bancarias pertenecientes a los dos hijos del gobernador poblano (hoy prófugo de la justicia) que se hizo famoso por aquella célebre llamada telefónica con el empresario Kamel Nacif Borge.

No obstante, aunque un juez federal asentado en Puebla concedió a los hermanos Marín una suspensión para que la UIF desbloquee las cuentas y ambos puedan realizar operaciones financieras y disponer de sus recursos, se sabe que la Secretaría de Hacienda ha promovido una queja ante un tribunal colegiado para mantener el congelamiento de las cuentas, al menos mientras sigue el curso de la investigación.

Gane quien gane, lo relevante del asunto es saber que desde la administración federal se indaga a los Marín García, lo que incluye, por supuesto y seguramente en primerísimo lugar, a Mario Marín Torres.

Podría ser por fin que el largo brazo de la justicia (muy pequeño y débil en la mayoría de las veces) alcance a Marín por los acontecimientos presuntamente ilícitos que habría cometido en su administración, la última emanada del PRI antes del arribo del PAN y ahora Morena.

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Frente a la ineptitud del presidente municipal Antonio Teutli Cuautle en Coronango, que llegó al poder en 2018 por obra y gracia del fenómeno López Obrador, ahora será la Secretaría de Gobernación de la administración estatal la que se haga cargo de tratar de calmar los ánimos entre los pobladores inconformes con las decisiones de su edil.

Coronango fue sede de protestas por segundo día consecutivo. Ni la presencia de elementos de la Guardia Nacional impidió que un numeroso grupo de gente de San Antonio Miahuacan bloqueara la circulación de automóviles en la autopista Puebla-México, a la altura de los límites entre ese municipio y Xoxtla.

El fin de los pobladores fue el mismo que el del miércoles: denunciar la ola de inseguridad que sufren en el municipio, y que se ha incrementado con la llegada de Teutli Cuautle al ayuntamiento en octubre de 2018.

Ahora se sabe que David Méndez Márquez le ha entrado al quite a través de la Secretaría de Gobernación.

Frente a un edil que no resuelve nada se hizo obligado el ingreso de un ente más importante y capaz para negociar con los inconformes, de manera que entre todos se puedan encontrar soluciones al problema de la delincuencia.

Lo que debe tener bien presente Antonio Teutli es que justo así empezó Felipe Patjane Martínez en Tehuacán.

No pudo gobernar su ayuntamiento, le mandaron gente de casa Aguayo y acabó en prisión.

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El miedo por contraer el nuevo coronavirus y perder la vida ha golpeado sobre todo a los empleados del sector salud, tanto público como privado, quienes por cuestiones naturales de su desempeño están más expuestos a contagiarse con la enfermedad, que, en unos casos sí es mortal.

Eso ha hecho que varios trabajadores de la jurisdicción sanitaria número 10, de la Secretaría de Salud, con sede en el municipio de Tehuacán, entre médicos y enfermeras, hayan solicitado permisos temporales o bajas definitivas para no estar en contacto con el virus y por tanto ponerse a salvo.

En esa jurisdicción, por ejemplo, hay al menos siete casos del personal de salud bajo tratamiento médico por Covid-19, lo cual explica el temor de los galenos y sus auxiliares.

El problema es que, si la pandemia crece, como se sabe que ocurrirá, esa gente que ahora se va será necesaria, muy necesaria, en el corto plazo.

Que existe ese temor de esta