“Yo no voy a opinar, los partidos políticos tienen procedimientos y tienen que desahogarse en los términos de sus reglamentos. Eso es lo que yo opino de la vida de los partidos. Deberían de ser más cautos en todos los partidos. Deberían de tener condiciones políticas para resolver las cosas.”
Con estas palabras respondió el gobernador Miguel Barbosa Huerta las preguntas de los reporteros durante la rueda de prensa mañanera, con las que intentaron conocer el punto de vista del mandatario en torno a la disputa de los grupos de poder por el control de Morena, que arreció este fin de semana.
El domingo, Mario Bracamonte González intentó dar golpe de estado en contra de Carlos Alberto Evangelista Aniceto para quedarse con la representación nacional del partido lopezobradorista en la entidad, con el respaldo de consejeros, en teoría, aliados del gobernador poblano.
Sin embargo, con todo y las interrogantes de la prensa, Miguel Barbosa subrayó que no piensa intervenir en la vida interna de Morena y comentó, eso sí, que solo espera que el conflicto por el que atraviesa se resuelva pronto.
El gobernador, dijo, no debe involucrarse en la política o en la vida interna de los partidos, aunque compartió que tiene muy buenas opiniones de Mario Bracamonte y ahí le paró, pues expuso que no mencionaría más.
Por el bien del partido y de sus candidatos en la contienda electoral que se avecina, los grupos que disputan el control deberían escuchar a Barbosa y resolver pronto sus diferencias, a menos que quieran aventurarse a una contienda previamente derrotados.
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A propósito de los procesos internos que se viven en el partido presidencial de cara a los comicios intermedios.
Ayer por la noche, el Comité Ejecutivo Nacional de Morena probó la convocatoria para la selección de candidatos a diputados locales y presidentes municipales de Puebla.
Eso significa que pronto comenzarán a sucederse los acontecimientos que llevarán a la unción de los beneficiados por el lopezobradorismo y que, en el caso de la capital del estado, también pronto habrá luz para saber si se le apuesta por un proyecto de reelección (el de Claudia Rivera Vivanco) o se le da oportunidad a un nuevo perfil (quizá, si puja fuerte el grupo del gobernador, el de Gabriel Biestro Medinilla.
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Ana Teresa Aranda Orozco acudió al PAN a registrarse como aspirante a candidata a diputada federal por el distro 11, cuya cabecera se encuentra en la ciudad de Puebla.
“Yo creo que el país está en una emergencia y considero que el Congreso, la Cámara de Diputados en particular, revisten una importancia capital porque es urgente que le devolvamos a México los equilibrios y contrapesos que necesita”, declaró en su registro, destacando que para ella es un imperativo hacer contrapesos a Morena por el bien del país.
No obstante, Aranda, una de las figuras mejor acreditadas dentro del panismo, aprovechó el escenario para hablar de un tema candente al interior de su partido: la definición del candidato a la presidencia municipal de Puebla.
No solo reiteró su respaldo a Eduardo Rivera Pérez, para que abandere la alianza con el PRI y PRD, sino que hizo un llamado al empresario José Chedraui Budib, priista, para que revise sus números, sea humilde y entienda que no hay mejor perfil para esta contienda que el exalcalde panista.
“Creo que tiene ser quien más posibilidades tenga de ganar, incluso también cuando se trató de buscar una candidatura yo humildemente revisé cómo estaban mis números y dije: ‘Ana Tere, ahorita no puedes contender por la alcaldía porque no te dan los números.’ Yo creo que también tenemos que ser humildes y responsables todos en esto, todos los que estamos en la alianza”, manifestó, en referencia al aspirante del PRI que todavía busca la manera de hacerse de la postulación.
Ahí queda el mensaje.
