El gobernador Miguel Barbosa se ha puesto a trabajar con los integrantes de la próxima legislatura local, aun cuando se trata de diputados electos que rendirán protesta hasta dentro de tres meses.
“Voy a formar una agenda legislativa con los diputados, con la nueva legislatura y vamos a trabajar muy bien”, expuso el mandatario después de hacer públicas las reuniones que ha tenido con varios de ellos en la sede del Poder Ejecutivo.
El objetivo, ha dicho, es hacer buena política.
Barbosa expuso que quiere tener una relación de tipo noviazgo con los legisladores locales, en la que se platique mucho y se tenga buena comunicación, y así lo ha hecho esta semana, más de siete días después de que concluyera el proceso electoral.
Según ha revelado el mandatario, vienen también reuniones con los diputados federales y posteriormente con los presidentes municipales electos, de todos los partidos políticos.
“Yo voy a reunirme con mucha gente, es la labor que debo de hacer de integración política, a partir de mañana (hoy viernes) me reuniré con muchos alcaldes electos, en donde hay resultados pues que dan certeza de los mismos y habrá muchas impugnaciones, pero el hecho de que se reúnan conmigo no significa que van a tener una solución favorable si hay un litigio”, destacó.
Parece que Barbosa ha decidido darle un nuevo toque al estilo de conducción política en los últimos tres años de su mandato.
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En una misma semana, el edil electo de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, sostuvo dos reuniones (mesas de diálogo les ha denominado) con los representantes de las cámaras empresariales del estado, lo que muestra la enorme diferencia que puede existir entre los políticos emanados del blanquiazul y los de Morena.
Por cuestiones naturales, ligadas a sus orígenes presuntamente anti neoliberales, los militantes y gobernantes del partido guinda suelen menospreciar a los dirigentes aglutinados en torno al Consejo Coordinador Empresarial, como lo ha hecho Claudia Rivera Vivanco, por ejemplo.
Rivera Pérez, emanado además de un partido identificado con el sector empresarial, ha apresurado el paso para incluirlo en las propuestas de gobierno que implementará en la Comuna.
El acercamiento es valioso para un político que aspira a ser gobernador en 2024.
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Fernando Manzanilla Prieto no mintió cuando anunció desde sus redes sociales que el Partido Encuentro Solidario, que lo postuló como candidato plurinominal a una diputación federal y que perderá el registro por no alcanzar el 3 por ciento de la votación nacional, impugnaría los resultados del 6 de junio.
El PES, evidentemente, busca recuperar votos y mantener el registro en la mesa, por la vía legal, tratando de echar abajo los números de la elección en varios distritos del país.
Puebla es un ejemplo de la estrategia jurídica de ese todavía partido político.
Sus operadores legales impugnaron ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) el escrutinio, cómputo, la entrega de constancia y validez de la elección de siete diputaciones federales en el estado.
Los representantes propietarios del PES en los consejos distritales 1, 4, 8, 9, 11, 12 y 13 del INE promovieron juicios de inconformidad ante la Sala Regional Ciudad de México para impugnar el cómputo, la declaración de validez y el otorgamiento de la constancia de mayoría de la elección de diputados federales.
De esa manera despliegan un esfuerzo desesperado, que en realidad representa la única y última carta, para conservar el partido, el poder y acceder a los escaños plurinominales que perdieron en las urnas.
A ver si le sale la jugada a Manzanilla, encargado del caso Puebla.
