El salón Nubia de Zavaleta fue escenario de una reunión singular este sábado.
Los principales liderazgos del PAN, incluida la presidenta del Comité Directivo Estatal, Augusta Valentina Díaz de Rivera, acudieron a un desayuno que tuvo como propósito principal cerrar filas en torno al proyecto de su auténtico líder: Eduardo Rivera Pérez.
El presidente municipal de Puebla fue el primero en subir a sus redes sociales una elocuente fotografía, en la que aparecen los 21 militantes del partido blanquiazul que formaron parte del cónclave en un momento de coyuntura política importante para el edil.
Ahí estuvieron, entre otros, Genoveva Huerta Villegas, Marcos Castro Martínez, Francisco Fraile García, Carolina Beauregard Martínez, Mario Riestra Piña, Ana Teresa Aranda Orozco y Edmundo Tlatehui Percino.
En la parte central de la foto, sentada, figura Valentina Díaz de Rivera; detrás de ella, también al centro, Eduardo Rivera Pérez.
La reunión no obedeció a ninguna casualidad, si se toma en cuenta que se dio al final de una intensa semana de declaraciones, que comenzó con el destape de Javier Lozano Alarcón como aspirante a la gubernatura (excluido del desayuno) y continuó con fuertes especulaciones que pusieron en duda la capacidad de aglutinamiento en el partido.
Dos de los tres autodestapados estuvieron presentes y posaron para la foto.
Por tanto, así debe entenderse.
En el PAN hay unidad partidista en torno a un proyecto, el del presidente municipal.
Le han puesto una dura prueba a Lozano, que a partir de ahora tendrá que convencer de que lo suyo, en realidad, no fue solo una ocurrencia pasajera para obtener reflectores políticos.
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Carlos Montiel Solana debió pasar minutos de incomodidad aquella noche de verano (de 2019) en la que cenó y conversó con el gobernador electo, Luis Miguel Barbosa Huerta, para tratar de sellar un acuerdo privado que le rindiera frutos a los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial.
Barbosa relata en una entrevista que publica este lunes El Sol de Puebla un encuentro que sostuvo con el entonces presidente del CCE. No quiso revelar la identidad de su interlocutor, pero sí dijo que esta charle se dio cuando fue gobernador electo.
Si fue mandatario electo en los meses de junio y julio de 2019, el dirigente empresarial tuvo que ser Montiel, que hasta septiembre dejó el cargo para entregarlo a Taico Alarcón.
Esto compartió Barbosa, a propósito de su mala relación con los dirigentes empresariales:
“Un día yo cenaba cuando era gobernador electo con el entonces líder de los empresarios del Consejo Coordinador Empresarial y me decía que cuándo le iba yo a juntar a todos los integrantes de mi gobierno para una reunión con los miembros del CCE, y le dije ‘nunca como gobierno, como un gobierno que va a tomar posesión, y cuando estemos en funciones cada vez que haya necesidad de que ustedes hablen con áreas de gobierno, específicas, con mucho gusto’. ‘Mira’, le dije, ‘ustedes no mandan y ni van a mandar’. ‘En política se dice que a los empresarios siempre hay que darles atenciones muy especiales porque no te hacen ganar (una elección), pero sí te pueden hacer perder, y a ustedes (que apoyaron a Enrique Cárdenas y al PAN) no les dio para hacerlo’.
Montiel se fue de la cena sin acuerdo y con la idea clara de que, con Barbosa, no habría posibilidad de reconciliación.
Interesante episodio de la política estatal.
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En otro punto de la larga entrevista, el gobernador opinó sobre la presunta unción de Agustín Guerrero Castillo como próximo dirigente de Morena.
“Creo que debe ser un poblano y él no lo es”, dijo.
Descártelo usted entonces, la línea no va por ahí.
La buena noticia para Guerrero es que ocupará otra cartera dentro de la dirigencia estatal.
