/ lunes 8 de mayo de 2023

La evolución de la desinformación

De acuerdo al estudio Digital 2023, realizado por We are social y Meltwater, el 78.6% de la población de México tiene acceso a internet, lo que representan más de 100 millones de internautas. Además, un 73.4% son usuarios de redes sociales, ya sea Facebook, WhatsApp o Instagram, por ejemplo. Un 98.7% de los mexicanos de 16 años o más de edad poseen un Smartphone, es decir un celular con internet. Y destaca como principal razón para conectarse a internet el encontrar información sobre asuntos de interés con 71.6% de los motivos expresados por los internautas.

Estas cifras dimensionan la importancia que tienen el internet como fuente de información. Cualquier asunto que un internauta requiera conocer lo googlea y obtiene de forma inmediata el informe solicitado. Esto ocurre en todas las actividades de los usuarios, incluyendo en los procesos electorales, con la característica adicional de que la búsqueda de datos se hace en un contexto polarizado, plagado, en el mejor de los casos, de propaganda y, en el peor, de desinformación promovidas ambas por los intereses y grupos políticos en disputa.

Lo que anteriormente se definía como desinformación en general, poco a poco se requirieron nuevos conceptos para ir definiendo los distintos matices que surgieron en torno al fenómeno informativo, de los cuales cinco explico brevemente a continuación.

1) Noticias no verificadas: Las noticias no verificadas pueden llegar ser verdaderas y exactas, difundidas a través de los principales medios de información. Un fragmento de información puede ser definido como no verificado mientras no pueda ser comprobada, y una vez verificada puede llegar a ser falsa o inexacta, pasando así a ser parte de la desinformación, pudiendo producir efectos similares a los de otros tipos de desinformación como miedo, odio y estupor. Un ejemplo es la noticia que se difundió durante la pandemia de que la medicina Redemsivir era efectiva para tratar el covid-19, aun cuando la OMS o alguna autoridad sanitaria verificara esto.

2) Rumor: Se trata de información no verificada que puede ser verdadera (rumor verdadero) o falso (rumor falso) y que se propaga de boca en boca o en redes sociales, un usuario puede crear un rumor y volverse masivo casi de manera instantánea. Un ejemplo de esto último fue el rumor del supuesto infarto del presidente López Obrador en su gira por Mérida Yucatán, que resultó se un rumor falso.

3) Crowdturfing: La palabra “crowdturfing” se pude traducir como “césped multitudinario”, y en términos de desinformación consiste en reclutar operadores a través de ciertas sitios web, disponibles expresamente para eso, a fin de difundir direcciones URL de spam, manipular los buscadores introduciendo determinadas palabras e inflar artificialmente la popularidad de una cuenta en alguna red social como Facebook o Instagram. Los operadores son humanos, ya que así pueden burlar los filtros de las paginas web y redes sociales que solo pueden detectar programas computacionales como los bots. El crowdturfing es empleado en campañas electorales para incrementar de manera artificial la popularidad de un candidato y así manipular las preferencias de los ciudadanos. Que incluso pueden valerse de supuestas “encuestas” con el fin de promover cierta percepción, como por ejemplo en las actuales elecciones de Edomex, circulan diversas “encuestas” con datos dispares en cuanto cuál es el candidato que encabeza las preferencias electorales para gobernadora del estado.

4) Spam: Se trata de información no solicitada que injustamente abruma los recipientes a los que va dirigido. Circula a través de varias plataformas como son los mensajes instantáneos, el correo electrónico y las redes sociales.

5) Troll: Es un tipo de desinformación que busca producir ruptura, rivalidad y polarización entre los miembros de un determinado grupo social. Lo que lo diferencia de otros tipos de desinformación es que busca expresamente convencer a sus destinatarios. El troll apunta a profundizar la diferencia de ideas a fin de incrementar la radicalización y la brecha entre los ciudadanos y es empleado en las campañas políticas para hacer que la decisión del votante promedio favorezca a un determinado candidato. Un ejemplo es el video falso que se difundió por la plataforma TikTok en el que se ve al morenista Francisco Vásquez Rodríguez refiriéndose a la candidata de Va Por México para el gobierno del Estado de México, Alejandra del Moral, como una “rata, ladrona, puta”, hecho que causó que las feministas atacaran a Morena y que acusaran a Vásquez Rodríguez de violencia de género.

Estas son cinco formas en que la desinformación circula en redes sociales, y busca claramente impactar las actitudes de los cibernautas con propósitos ideológicos, políticos y electorales, con el fin último de provocar alguna actitud y conducta entre los usuarios, que puede alterar los resultados de los procesos políticos ante el desconocimiento político que caracteriza a cibernautas mexicanos.

De acuerdo al estudio Digital 2023, realizado por We are social y Meltwater, el 78.6% de la población de México tiene acceso a internet, lo que representan más de 100 millones de internautas. Además, un 73.4% son usuarios de redes sociales, ya sea Facebook, WhatsApp o Instagram, por ejemplo. Un 98.7% de los mexicanos de 16 años o más de edad poseen un Smartphone, es decir un celular con internet. Y destaca como principal razón para conectarse a internet el encontrar información sobre asuntos de interés con 71.6% de los motivos expresados por los internautas.

Estas cifras dimensionan la importancia que tienen el internet como fuente de información. Cualquier asunto que un internauta requiera conocer lo googlea y obtiene de forma inmediata el informe solicitado. Esto ocurre en todas las actividades de los usuarios, incluyendo en los procesos electorales, con la característica adicional de que la búsqueda de datos se hace en un contexto polarizado, plagado, en el mejor de los casos, de propaganda y, en el peor, de desinformación promovidas ambas por los intereses y grupos políticos en disputa.

Lo que anteriormente se definía como desinformación en general, poco a poco se requirieron nuevos conceptos para ir definiendo los distintos matices que surgieron en torno al fenómeno informativo, de los cuales cinco explico brevemente a continuación.

1) Noticias no verificadas: Las noticias no verificadas pueden llegar ser verdaderas y exactas, difundidas a través de los principales medios de información. Un fragmento de información puede ser definido como no verificado mientras no pueda ser comprobada, y una vez verificada puede llegar a ser falsa o inexacta, pasando así a ser parte de la desinformación, pudiendo producir efectos similares a los de otros tipos de desinformación como miedo, odio y estupor. Un ejemplo es la noticia que se difundió durante la pandemia de que la medicina Redemsivir era efectiva para tratar el covid-19, aun cuando la OMS o alguna autoridad sanitaria verificara esto.

2) Rumor: Se trata de información no verificada que puede ser verdadera (rumor verdadero) o falso (rumor falso) y que se propaga de boca en boca o en redes sociales, un usuario puede crear un rumor y volverse masivo casi de manera instantánea. Un ejemplo de esto último fue el rumor del supuesto infarto del presidente López Obrador en su gira por Mérida Yucatán, que resultó se un rumor falso.

3) Crowdturfing: La palabra “crowdturfing” se pude traducir como “césped multitudinario”, y en términos de desinformación consiste en reclutar operadores a través de ciertas sitios web, disponibles expresamente para eso, a fin de difundir direcciones URL de spam, manipular los buscadores introduciendo determinadas palabras e inflar artificialmente la popularidad de una cuenta en alguna red social como Facebook o Instagram. Los operadores son humanos, ya que así pueden burlar los filtros de las paginas web y redes sociales que solo pueden detectar programas computacionales como los bots. El crowdturfing es empleado en campañas electorales para incrementar de manera artificial la popularidad de un candidato y así manipular las preferencias de los ciudadanos. Que incluso pueden valerse de supuestas “encuestas” con el fin de promover cierta percepción, como por ejemplo en las actuales elecciones de Edomex, circulan diversas “encuestas” con datos dispares en cuanto cuál es el candidato que encabeza las preferencias electorales para gobernadora del estado.

4) Spam: Se trata de información no solicitada que injustamente abruma los recipientes a los que va dirigido. Circula a través de varias plataformas como son los mensajes instantáneos, el correo electrónico y las redes sociales.

5) Troll: Es un tipo de desinformación que busca producir ruptura, rivalidad y polarización entre los miembros de un determinado grupo social. Lo que lo diferencia de otros tipos de desinformación es que busca expresamente convencer a sus destinatarios. El troll apunta a profundizar la diferencia de ideas a fin de incrementar la radicalización y la brecha entre los ciudadanos y es empleado en las campañas políticas para hacer que la decisión del votante promedio favorezca a un determinado candidato. Un ejemplo es el video falso que se difundió por la plataforma TikTok en el que se ve al morenista Francisco Vásquez Rodríguez refiriéndose a la candidata de Va Por México para el gobierno del Estado de México, Alejandra del Moral, como una “rata, ladrona, puta”, hecho que causó que las feministas atacaran a Morena y que acusaran a Vásquez Rodríguez de violencia de género.

Estas son cinco formas en que la desinformación circula en redes sociales, y busca claramente impactar las actitudes de los cibernautas con propósitos ideológicos, políticos y electorales, con el fin último de provocar alguna actitud y conducta entre los usuarios, que puede alterar los resultados de los procesos políticos ante el desconocimiento político que caracteriza a cibernautas mexicanos.