/ sábado 11 de mayo de 2019

La maternidad real

Ayer se celebró un día muy especial para todos los mexicanos, el “Día de las Madres”, por lo que es común visualizar en medios de comunicación y redes sociales, imágenes de propaganda de productos diversos en las que se muestran madres impecables, sin un cabello levantado, en espacios ordenados sin pisos o paredes sucias, sin juguetes tirados, con niños bien portados y pulcros con vestimentas sin una sola mancha.

Sin duda son imágenes armoniosas, agradables a la vista, e incluso se podría decir que inspiradoras, sin embargo, muestran una maternidad idealizada, ya que en la realidad la mayoría del tiempo no todo es color de rosa como lo muestran dichas imágenes.

Cada mujer vive la maternidad de un modo diferente y definitivamente existe una enorme diferencia entre lo que vemos en los medios o lo que publican las celebridades en Instagram y la vida real, lejos de la pose.

El problema de idealizar la maternidad con este tipo de imágenes es que se ejerce sobre la mujer una presión social de ser perfecta en todo momento y en todos sus roles, en especial, en el de madre, creando sentimientos de inseguridad y dudas sobre si se esta ejerciendo su maternidad como lo marcan los estándares sociales.

La maternidad real tiene momentos buenos y malos, no todo es orden, incluso en ocasiones hay caos, difícilmente los niños se mantienen limpios ya que son impredecibles y están conociendo el mundo.

En la vida maternal hay desvelos, cabelleras despeinadas, juguetes tirados y espacios desordenados, aunque también hay momentos de calma como los de las fotos de las revistas, sin embargo, no debemos dejarnos llevar por todo lo que vemos ni compararnos con otras mamás ya que todas vivimos distintas realidades.

Tampoco hay que dejarnos llevar por el papel de la madre sufrida y abnegada, porque las mujeres de hoy somos capaces de hacer muchas cosas, de no dejar que la maternidad trunque nuestras metas y de cumplir con distintos roles.

Asimismo, hay quienes toman la decisión de ser madres de tiempo completo y permanecer en casa durante toda la infancia de sus hijos, hay otras madres que no tiene alternativa y tienen que seguir trabajando, y otras más que deciden hacerlo por crecimiento profesional. Todas y cada una de ellas tienen sus motivos y su decisión es respetable.

Es importante mantener expectativas reales de la maternidad, que es una experiencia como ninguna otra y con altos y bajos, lo cierto es que cada una de nosotras hacemos lo mejor que podemos con lo que tenemos.

Además, la maternidad no siempre corresponde a las expectativas que una mujer se crea. La mujer tiene derecho a tener momentos de dudas y a sentirse ambivalente.

Cada vez es más común ver imágenes de maternidad sofisticada y glamurosa, sobre todo en las redes sociales, nos muestran madres muy estilizadas y a la moda exhibiendo una radiante sonrisa, sin embargo, no reflejan la maternidad real y crean angustia y depresión entre muchas mujeres a las que se les imponen dichos estándares.

La maternidad real no es fácil, y no está exenta de esfuerzo y sacrificio. Se aprende a ser madre sobre la marcha y sin ensayos; además nunca falta gente alrededor que de consejos de maternidad que no se han pedido y que lejos de ayudar generan más inseguridad.

Pero finalmente, cada quién vive la maternidad a su ritmo, y aunque la maternidad a veces saca nuestra peor y mejor versión, lo importante es no dejarse llevar por lo que los demás esperan, sino por el autoconocimiento y el aprendizaje que día a día obtenemos al ser madres. No se trata de ser madres perfectas o ideales, sino de ser mujeres reales con hijos felices.


monserrat.publicaciones@gmail.com

Ayer se celebró un día muy especial para todos los mexicanos, el “Día de las Madres”, por lo que es común visualizar en medios de comunicación y redes sociales, imágenes de propaganda de productos diversos en las que se muestran madres impecables, sin un cabello levantado, en espacios ordenados sin pisos o paredes sucias, sin juguetes tirados, con niños bien portados y pulcros con vestimentas sin una sola mancha.

Sin duda son imágenes armoniosas, agradables a la vista, e incluso se podría decir que inspiradoras, sin embargo, muestran una maternidad idealizada, ya que en la realidad la mayoría del tiempo no todo es color de rosa como lo muestran dichas imágenes.

Cada mujer vive la maternidad de un modo diferente y definitivamente existe una enorme diferencia entre lo que vemos en los medios o lo que publican las celebridades en Instagram y la vida real, lejos de la pose.

El problema de idealizar la maternidad con este tipo de imágenes es que se ejerce sobre la mujer una presión social de ser perfecta en todo momento y en todos sus roles, en especial, en el de madre, creando sentimientos de inseguridad y dudas sobre si se esta ejerciendo su maternidad como lo marcan los estándares sociales.

La maternidad real tiene momentos buenos y malos, no todo es orden, incluso en ocasiones hay caos, difícilmente los niños se mantienen limpios ya que son impredecibles y están conociendo el mundo.

En la vida maternal hay desvelos, cabelleras despeinadas, juguetes tirados y espacios desordenados, aunque también hay momentos de calma como los de las fotos de las revistas, sin embargo, no debemos dejarnos llevar por todo lo que vemos ni compararnos con otras mamás ya que todas vivimos distintas realidades.

Tampoco hay que dejarnos llevar por el papel de la madre sufrida y abnegada, porque las mujeres de hoy somos capaces de hacer muchas cosas, de no dejar que la maternidad trunque nuestras metas y de cumplir con distintos roles.

Asimismo, hay quienes toman la decisión de ser madres de tiempo completo y permanecer en casa durante toda la infancia de sus hijos, hay otras madres que no tiene alternativa y tienen que seguir trabajando, y otras más que deciden hacerlo por crecimiento profesional. Todas y cada una de ellas tienen sus motivos y su decisión es respetable.

Es importante mantener expectativas reales de la maternidad, que es una experiencia como ninguna otra y con altos y bajos, lo cierto es que cada una de nosotras hacemos lo mejor que podemos con lo que tenemos.

Además, la maternidad no siempre corresponde a las expectativas que una mujer se crea. La mujer tiene derecho a tener momentos de dudas y a sentirse ambivalente.

Cada vez es más común ver imágenes de maternidad sofisticada y glamurosa, sobre todo en las redes sociales, nos muestran madres muy estilizadas y a la moda exhibiendo una radiante sonrisa, sin embargo, no reflejan la maternidad real y crean angustia y depresión entre muchas mujeres a las que se les imponen dichos estándares.

La maternidad real no es fácil, y no está exenta de esfuerzo y sacrificio. Se aprende a ser madre sobre la marcha y sin ensayos; además nunca falta gente alrededor que de consejos de maternidad que no se han pedido y que lejos de ayudar generan más inseguridad.

Pero finalmente, cada quién vive la maternidad a su ritmo, y aunque la maternidad a veces saca nuestra peor y mejor versión, lo importante es no dejarse llevar por lo que los demás esperan, sino por el autoconocimiento y el aprendizaje que día a día obtenemos al ser madres. No se trata de ser madres perfectas o ideales, sino de ser mujeres reales con hijos felices.


monserrat.publicaciones@gmail.com