/ jueves 11 de julio de 2019

Los bajan antes de llegar a la esquina

Aún no tomaban posesión de los cargos que se habían anunciado que ocuparían el 1 de agosto y de repente que los relevan. La sabiduría popular indica que solo la cuchara conoce el fondo de la olla y quizá ese coloquial pero muy sabio dicho sirva para entender por qué el gobernador electo Luis Miguel Barbosa hizo reacomodos.

Tras darse a conocer que ni Marco Antonio Ortega Siu será el secretario de Seguridad Pública Estatal y que tampoco Carlos Urbina Tanús ocupará la Secretaría de Infraestructura, de inmediato llegaron los comentarios apasionados y mala leche; sin embargo aunque para algunos la decisión es una mala señal, para otros el mensaje significa que hay una revisión profunda de los perfiles que podrían ocupar esos cargos a fin de que haya los mejores resultados.

Las especulaciones sobre los motivos reales para hacer los cambios de los que aún no protestaban, van a seguir y en el imaginario habrá decenas de razones; pero a todo ello no hay que pasar por alto un valor elemental en la integración del gabinete y radica en la incorporación –hasta ahora- de 7 mujeres en posiciones del rango de secretarias y directoras generales.

A reserva de lo que pueda pasar en los próximos días en la integración del gabinete, sobre todos porque las versiones de que los jaloneos y las grillas internas andan desatadas, lo cierto es que Miguel Barbosa reitera que el control lo tiene él y que la suma de los perfiles solo va palomeada por él mismo y nada más.

¡¡¡No habrá cabildazo!!!

Ya se había dicho aquí en días pasados. Los acomodos en el gabinete de la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera, están cada vez más cerca. Las valoraciones negativas del respetable respecto a la gestión capitalina son reales y aunque hubo ignorantes que hablaron de su remoción a través de un “cabildazo”, la vía diplomática será la mejor y por eso le recomendarán –por no decir que le ordenarán- los primeros cambios urgentes y necesarios. Cualquier otro camino para hacer cambios en el ayuntamiento, simplemente sería ilegal y políticamente incorrecto.

En estas mismas páginas ya lo adelantó el autor de A Puerta Cerrada, Jorge Rodríguez: el primer cambio será la llegada (o regreso según quiera verse) de Manuel Alonso García a la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal en sustitución de Lourdes Rosales Martínez.

Hay elementos para adelantar que tras el citado movimiento vendrá el canje en la Secretaría de Gobernación Municipal de donde saldrá René Sánchez Galindo.

La justificación pública de ambos acomodos será que venció el plazo de 2 meses que les fue otorgado para recomponer el camino. Los 2 meses de gracia terminarán en agosto justamente cuando ya habrá un nuevo gobierno estatal que será encabezado por quien consecuentemente se convertirá en el jefe político y número 1 de Morena en Puebla. ¿coincidencias?

¡¡¡Ya para qué!!!

Esta fue la expresión más recurrente de varios priistas al enterarse que el PRI poblano ya entregó todos los elementos para iniciar la expulsión –ahora sí- de los militantes que abierta, descarada y cínicamente apoyaron a otros partidos y candidatos en plena elección y le dieron la espalda al tricolor y su abanderado Alberto Jiménez Merino.

El dirigente estatal del PRI, Lorenzo Rivera, confirmó que oficialmente el partido va en serio con la expulsión de 36 traidores. No reveló el listado completo pero dio los nombres de Maritza Marín Marcelo, Vanesa Barahona, Francisco Jiménez y Leobardo Soto; a quienes por cierto simplemente les valió un cacahuate la noticia, pues ya tenían los 2 pies fuera del partido.

Ahora habrá que esperar que la comisión correspondiente del CEN, acepte, revise los argumentos, dé celeridad a los casos y termine por echar a los personajes de sus filas; porque de no ser así, otros seguirán el ejemplo y continuarán burlándose del tricolor.

Como es costumbre, le recuerdo que tenemos abierto el changarro las 24 horas. Si quiere compartir chismes, ocurrencias y uno que otro tip, siempre son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com

Aún no tomaban posesión de los cargos que se habían anunciado que ocuparían el 1 de agosto y de repente que los relevan. La sabiduría popular indica que solo la cuchara conoce el fondo de la olla y quizá ese coloquial pero muy sabio dicho sirva para entender por qué el gobernador electo Luis Miguel Barbosa hizo reacomodos.

Tras darse a conocer que ni Marco Antonio Ortega Siu será el secretario de Seguridad Pública Estatal y que tampoco Carlos Urbina Tanús ocupará la Secretaría de Infraestructura, de inmediato llegaron los comentarios apasionados y mala leche; sin embargo aunque para algunos la decisión es una mala señal, para otros el mensaje significa que hay una revisión profunda de los perfiles que podrían ocupar esos cargos a fin de que haya los mejores resultados.

Las especulaciones sobre los motivos reales para hacer los cambios de los que aún no protestaban, van a seguir y en el imaginario habrá decenas de razones; pero a todo ello no hay que pasar por alto un valor elemental en la integración del gabinete y radica en la incorporación –hasta ahora- de 7 mujeres en posiciones del rango de secretarias y directoras generales.

A reserva de lo que pueda pasar en los próximos días en la integración del gabinete, sobre todos porque las versiones de que los jaloneos y las grillas internas andan desatadas, lo cierto es que Miguel Barbosa reitera que el control lo tiene él y que la suma de los perfiles solo va palomeada por él mismo y nada más.

¡¡¡No habrá cabildazo!!!

Ya se había dicho aquí en días pasados. Los acomodos en el gabinete de la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera, están cada vez más cerca. Las valoraciones negativas del respetable respecto a la gestión capitalina son reales y aunque hubo ignorantes que hablaron de su remoción a través de un “cabildazo”, la vía diplomática será la mejor y por eso le recomendarán –por no decir que le ordenarán- los primeros cambios urgentes y necesarios. Cualquier otro camino para hacer cambios en el ayuntamiento, simplemente sería ilegal y políticamente incorrecto.

En estas mismas páginas ya lo adelantó el autor de A Puerta Cerrada, Jorge Rodríguez: el primer cambio será la llegada (o regreso según quiera verse) de Manuel Alonso García a la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal en sustitución de Lourdes Rosales Martínez.

Hay elementos para adelantar que tras el citado movimiento vendrá el canje en la Secretaría de Gobernación Municipal de donde saldrá René Sánchez Galindo.

La justificación pública de ambos acomodos será que venció el plazo de 2 meses que les fue otorgado para recomponer el camino. Los 2 meses de gracia terminarán en agosto justamente cuando ya habrá un nuevo gobierno estatal que será encabezado por quien consecuentemente se convertirá en el jefe político y número 1 de Morena en Puebla. ¿coincidencias?

¡¡¡Ya para qué!!!

Esta fue la expresión más recurrente de varios priistas al enterarse que el PRI poblano ya entregó todos los elementos para iniciar la expulsión –ahora sí- de los militantes que abierta, descarada y cínicamente apoyaron a otros partidos y candidatos en plena elección y le dieron la espalda al tricolor y su abanderado Alberto Jiménez Merino.

El dirigente estatal del PRI, Lorenzo Rivera, confirmó que oficialmente el partido va en serio con la expulsión de 36 traidores. No reveló el listado completo pero dio los nombres de Maritza Marín Marcelo, Vanesa Barahona, Francisco Jiménez y Leobardo Soto; a quienes por cierto simplemente les valió un cacahuate la noticia, pues ya tenían los 2 pies fuera del partido.

Ahora habrá que esperar que la comisión correspondiente del CEN, acepte, revise los argumentos, dé celeridad a los casos y termine por echar a los personajes de sus filas; porque de no ser así, otros seguirán el ejemplo y continuarán burlándose del tricolor.

Como es costumbre, le recuerdo que tenemos abierto el changarro las 24 horas. Si quiere compartir chismes, ocurrencias y uno que otro tip, siempre son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com