Los diferendos entre el ayuntamiento de Puebla y el gobierno del Estado, ambos emanados del mismo partido Morena, no solo ha despertado el morbo del respetable, sino también ha generado bandos y apuestas sobre quién será el vencedor de la disputa; pero los que están trinando de felicidad son los partidos políticos de oposición que se frotan las manos pensando en el 2021.
El aumento de la tensión entre los titulares del gobierno municipal y del poder ejecutivo ha llevado al grado que el ayuntamiento recurra a la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y que bueno que lleguen a las instituciones porque así debe de ser, lo lamentable es que las diferencias jurídicas y políticas perjudican a las y los poblanos.
Los desencuentros entre ambas autoridades han venido incrementando en las últimas semanas y el ramo de la seguridad y el control de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina ha sido la gota que derramó el vaso. Las consecuencias del enfrentamiento no son menores porque en medio está el impacto a los ciudadanos.
Mientras los desacuerdos siguen, los líderes de los partidos políticos que ya están pensando en las elecciones intermedias del 2021 están más que contentos al grado que hasta algunos ya andan armando la mixiotiza para celebrar que el partido en el poder siga con esa tónica de desgaste interno, pues creen que los tropiezos terminarán beneficiándolos rumbo a las elecciones de alcaldías, diputados locales y federales.
Los discursos del PAN, del PRI, de liderazgos del PRD, así como de Movimiento Ciudadano y otros de menor fuerza los han enfocado no solo a la crítica por el enfrentamiento, sino han aprovechado el momento para resaltar que los gobiernos de la 4T han mostrado incapacidad e inexperiencia.
Desde meses atrás los partidos de oposición le han tundido a los ayuntamientos morenistas de la zona metropolitana. Han resaltado deficiencias en las gestiones de Puebla capital, han apuntado a la falta de capacidad en las administraciones de Texmelucan y los ediles de las Cholulas no se salvan, incluyendo a Cuautlancingo y Coronango en donde este último alcalde Antonio Teutli se ha convertido en el rey de nepotismo y ya piensa en su reelección
Los partidos adversarios no han desaprovechado el caso Tehuacán para presentarlo como la peor muestra de ineficiencia de los gobernantes emanados de Morena. La tónica crítica va continuar, el desgaste de los gobiernos de la cuatroté, seguirá su lógica natural y si a eso se le suma el enfrentamiento más visible, más fuerte y de mayor morbo: la lucha de poder entre la alcaldesa Claudia Rivera y el mandatario Miguel Barbosa, sus adversarios continuarán arreciando y preparándose para capitalizar electoralmente el desencuentro.
Militantes morenistas poblanos ya se dieron cuenta de los riesgos que van a enfrentar, por eso desesperadamente han llamado a la unidad para evitar las fracturas que les debiliten rumbo a las elecciones del próximo año, sin embargo esos llamados no han tenido eco en Puebla, pero tampoco en el escenario nacional en donde están más preocupados por disputarse la presidencia de su partido que poner orden en las guerritas locales.
En suma: pronto veremos qué tanto lastimó a Morena los enfrentamientos entre ellos mismos y al final comprobaremos que los que dijeron ser mejores que los anteriores, son enteramente igual.
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