/ domingo 14 de abril de 2024

Para votar: la guerra sucia no es política

En este siglo México transitó rápidamente a la democracia competitiva, después de un periodo de partido único. La competencia política abrió los nichos de oportunidad para ganar votos y las campañas se pensaron más, con herramientas de la mercadotecnia. La efervescencia electoral se vivió con intensidad; encuestas de intención de voto, de salida, de conocimiento, de posicionamiento, salieron a la luz para conocer al enemigo y la fuerza de la marca. Tendencias de voto por segmentos de población, por distritos o circunscripciones, todo a la vista. Pero también se distinguieron tipos de campaña: de contraste y campañas negras, porque “en la guerra todo se vale” ¿hubo alguna consecuencia? Claro que sí.

En esta segunda entrega, expongo una reflexión para pensar el voto que en 45 días estaremos emitiendo. Las campañas negras nos dejaron experiencias poco gratas, considero que pueden ser las causantes, entre otras cosas, de la desafección política que finalmente culmina en abstencionismo y apatía. Además de contrastar logros, una campaña negra pone en evidencia las debilidades y defectos del oponente. Sin embargo, cuando se formulan mentiras y difamaciones, esa campaña queda fuera del espíritu democrático. La ética pública sale a colación ¿quién se atreve a mentir y difamar al otro, por ganar? Es evidente que será una persona que no es de fiar.

Después de la experiencia de campañas en pandemia entraron en acción los medios digitales que ahora están siendo explotados por los candidatos. Los controles para que no se rebasen los topes de campaña en propaganda mediática tal vez estén rebasados, y también para cuidar lo permitido, por lo que sólo a través de los mecanismos de denuncias ante la FEPADE o al número de FEDETEL, y a esperar.

Por otro lado, con el objetivo de ofrecer un servicio de verificación de discursos políticos, hechos y noticias se fundó en julio de 2017 la página Verificado. Ofrecían información confiable y fiable para que el ciudadano tuviera acceso a datos verificados de primera mano, impartía capacitaciones y talleres a periodistas para mejorar habilidades en el periodismo de investigación. Un esfuerzo de 16 promotores y con la participación de 81 medios nacionales, universidades y organizaciones. Al revisarla, desafortunadamente, que cerró en 2018. Sería de gran ayuda ahora que los Montajes y la inteligencia artificial son herramientas que causan todavía más daño al ambiente democrático, favoreciendo la posverdad y las notas falsas de equipos de campaña que le apuestan a este tipo de campañas, sólo por ganar. Mientras tanto, los ciudadanos nos quedamos incrédulos, también rebasados por informaciones que es difícil discernir.

¿Cómo podemos distinguir al mejor candidato o candidata para optar por él o ella? Efectivamente, el trabajo de los equipos de campaña es que su marca se distinga para ser elegible, la comparación, el contraste, la exposición de sus fortalezas, incluso desenmascarar la verdad, que omiten algunos en sus declaraciones patrimoniales, por ejemplo, es lo que ayuda a la decisión. Pero la mentira nunca será ejercer la política.

Finalmente, el juego sucio de comprar o comprometer el voto por dinero o algún puesto operativo “cuando gane”, es lo que sólo el ciudadano puede parar. Suficiente corrupción ha trastocado el orden de nuestra sociedad. Esas son dádivas del poder, apostar por una mejor ciudadanía, una mejor vida, sí, no es broma, empieza con un voto libre y razonado.

*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP y secretaria de Membresías. Mail: margarita_arguelles@hotmail.com

En este siglo México transitó rápidamente a la democracia competitiva, después de un periodo de partido único. La competencia política abrió los nichos de oportunidad para ganar votos y las campañas se pensaron más, con herramientas de la mercadotecnia. La efervescencia electoral se vivió con intensidad; encuestas de intención de voto, de salida, de conocimiento, de posicionamiento, salieron a la luz para conocer al enemigo y la fuerza de la marca. Tendencias de voto por segmentos de población, por distritos o circunscripciones, todo a la vista. Pero también se distinguieron tipos de campaña: de contraste y campañas negras, porque “en la guerra todo se vale” ¿hubo alguna consecuencia? Claro que sí.

En esta segunda entrega, expongo una reflexión para pensar el voto que en 45 días estaremos emitiendo. Las campañas negras nos dejaron experiencias poco gratas, considero que pueden ser las causantes, entre otras cosas, de la desafección política que finalmente culmina en abstencionismo y apatía. Además de contrastar logros, una campaña negra pone en evidencia las debilidades y defectos del oponente. Sin embargo, cuando se formulan mentiras y difamaciones, esa campaña queda fuera del espíritu democrático. La ética pública sale a colación ¿quién se atreve a mentir y difamar al otro, por ganar? Es evidente que será una persona que no es de fiar.

Después de la experiencia de campañas en pandemia entraron en acción los medios digitales que ahora están siendo explotados por los candidatos. Los controles para que no se rebasen los topes de campaña en propaganda mediática tal vez estén rebasados, y también para cuidar lo permitido, por lo que sólo a través de los mecanismos de denuncias ante la FEPADE o al número de FEDETEL, y a esperar.

Por otro lado, con el objetivo de ofrecer un servicio de verificación de discursos políticos, hechos y noticias se fundó en julio de 2017 la página Verificado. Ofrecían información confiable y fiable para que el ciudadano tuviera acceso a datos verificados de primera mano, impartía capacitaciones y talleres a periodistas para mejorar habilidades en el periodismo de investigación. Un esfuerzo de 16 promotores y con la participación de 81 medios nacionales, universidades y organizaciones. Al revisarla, desafortunadamente, que cerró en 2018. Sería de gran ayuda ahora que los Montajes y la inteligencia artificial son herramientas que causan todavía más daño al ambiente democrático, favoreciendo la posverdad y las notas falsas de equipos de campaña que le apuestan a este tipo de campañas, sólo por ganar. Mientras tanto, los ciudadanos nos quedamos incrédulos, también rebasados por informaciones que es difícil discernir.

¿Cómo podemos distinguir al mejor candidato o candidata para optar por él o ella? Efectivamente, el trabajo de los equipos de campaña es que su marca se distinga para ser elegible, la comparación, el contraste, la exposición de sus fortalezas, incluso desenmascarar la verdad, que omiten algunos en sus declaraciones patrimoniales, por ejemplo, es lo que ayuda a la decisión. Pero la mentira nunca será ejercer la política.

Finalmente, el juego sucio de comprar o comprometer el voto por dinero o algún puesto operativo “cuando gane”, es lo que sólo el ciudadano puede parar. Suficiente corrupción ha trastocado el orden de nuestra sociedad. Esas son dádivas del poder, apostar por una mejor ciudadanía, una mejor vida, sí, no es broma, empieza con un voto libre y razonado.

*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP y secretaria de Membresías. Mail: margarita_arguelles@hotmail.com