/ martes 16 de enero de 2024

Sin Prudencia | PRI: entre la desbandada y números que no dan

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), enfrenta un desfonde de figuras representativas, que, si bien no son referente de honestidad, pulcritud y rectitud, tocan las puertas de Morena con la banderita de contar con estructuras y la capacidad de mover gente a la hora de las votaciones.

Sobre esa experiencia y los vicios electorales no pueden refutarles a los creadores de muchos de los engranajes del sistema político mexicano.

La eventual salida del diputado local, Jorge Estefan Chidiac, del tricolor es solo una muestra de lo que ocurre en ese partido, pero cuyo modelo se replica o replicará en municipios de diversos tamaños y para cargos de alcaldes o regidores.

Priistas que seguirán alimentando las filas de Morena aún en contra de quienes se asumen como fundadores que carecen de antecedentes como militantes en algún partido político.

Poca lógica tiene que un partido que se dice estar muy arriba en las encuestas, eche mano de perfiles de un partido al que se supone repudian por corrupto.

Pero de regreso a los pasillos del PRI, ya comienzan a surgir las descalificaciones hacia Chidiac por su doble juego político pues dicen que, con su silencio de días y su escurridiza asistencia a la sesión de este lunes en el Congreso del Estado, ha dejado crecer la versión de que se va a al partido de Andrés Manuel López Obrador.

Y no ven otra explicación más que el chantaje para que lo retengan en el PRI concediéndole la primera posición de las candidaturas al Senado o bien que esté tanteando los ánimos en Morena para que dé el salto definitivo hacia un partido y grupo en el poder para el que, dicen, ya ha operado tras bambalina.

Mientras en el Revolucionario Institucional minimizan efectos negativos ante la posible salida de Jorge Estefan, Alejandro Armenta Mier, el virtual candidato a gobernador, ya le hizo un guiño de bienvenida.

*

En la coalición “Mejor Rumbo para Puebla” integrada por los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática y pacto Social de Integración no terminan de ajustar sus acuerdos para los municipios en los que irán juntos.

Hasta ahora se sabe que la coalición solamente se realizará en 65 municipios, incluyendo las cabeceras distritales, los municipios conurbados y la capital del estado, sin embargo, se encuentran en el estira y afloja sobre el partido que postulará a los abanderados.

El PRI, que hasta ahora ha cedido a la idea de respaldar al panista Mario Riestra Piña quiere que su aliado panista ceda en los municipios de mayor relevancia. Parten de que Tehuacán y Teziutlán serán para ellos, pero el tema comienza a complicarse cuando se ponen en la mesa otros municipios.

La meta de cuando menos 500 mil votos, que se ha impuesto el dirigente estatal y ahora precandidato al Senado, Nestor Camarillo Medina, es la que no termina de cuadrar con las expectativas de votos por lo que en firme no hay mucho.

Y en una de esas, en aras de que ese partido no se desdibuje (más) en términos de votación, no descarte que el PRI postule en solitario candidatos en municipios grandes.

Hasta la próxima.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), enfrenta un desfonde de figuras representativas, que, si bien no son referente de honestidad, pulcritud y rectitud, tocan las puertas de Morena con la banderita de contar con estructuras y la capacidad de mover gente a la hora de las votaciones.

Sobre esa experiencia y los vicios electorales no pueden refutarles a los creadores de muchos de los engranajes del sistema político mexicano.

La eventual salida del diputado local, Jorge Estefan Chidiac, del tricolor es solo una muestra de lo que ocurre en ese partido, pero cuyo modelo se replica o replicará en municipios de diversos tamaños y para cargos de alcaldes o regidores.

Priistas que seguirán alimentando las filas de Morena aún en contra de quienes se asumen como fundadores que carecen de antecedentes como militantes en algún partido político.

Poca lógica tiene que un partido que se dice estar muy arriba en las encuestas, eche mano de perfiles de un partido al que se supone repudian por corrupto.

Pero de regreso a los pasillos del PRI, ya comienzan a surgir las descalificaciones hacia Chidiac por su doble juego político pues dicen que, con su silencio de días y su escurridiza asistencia a la sesión de este lunes en el Congreso del Estado, ha dejado crecer la versión de que se va a al partido de Andrés Manuel López Obrador.

Y no ven otra explicación más que el chantaje para que lo retengan en el PRI concediéndole la primera posición de las candidaturas al Senado o bien que esté tanteando los ánimos en Morena para que dé el salto definitivo hacia un partido y grupo en el poder para el que, dicen, ya ha operado tras bambalina.

Mientras en el Revolucionario Institucional minimizan efectos negativos ante la posible salida de Jorge Estefan, Alejandro Armenta Mier, el virtual candidato a gobernador, ya le hizo un guiño de bienvenida.

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En la coalición “Mejor Rumbo para Puebla” integrada por los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática y pacto Social de Integración no terminan de ajustar sus acuerdos para los municipios en los que irán juntos.

Hasta ahora se sabe que la coalición solamente se realizará en 65 municipios, incluyendo las cabeceras distritales, los municipios conurbados y la capital del estado, sin embargo, se encuentran en el estira y afloja sobre el partido que postulará a los abanderados.

El PRI, que hasta ahora ha cedido a la idea de respaldar al panista Mario Riestra Piña quiere que su aliado panista ceda en los municipios de mayor relevancia. Parten de que Tehuacán y Teziutlán serán para ellos, pero el tema comienza a complicarse cuando se ponen en la mesa otros municipios.

La meta de cuando menos 500 mil votos, que se ha impuesto el dirigente estatal y ahora precandidato al Senado, Nestor Camarillo Medina, es la que no termina de cuadrar con las expectativas de votos por lo que en firme no hay mucho.

Y en una de esas, en aras de que ese partido no se desdibuje (más) en términos de votación, no descarte que el PRI postule en solitario candidatos en municipios grandes.

Hasta la próxima.