En una sociedad como la poblana, donde la religiosidad, y de manera particular, ligada al catolicismo, mantiene una mayoría de adeptos, los comentarios que domingo a domingo se hacen en las homilías, en algo de deben de influir en sus feligreses.
Si bien, la lista de creyentes refleja tendencias a la baja con el paso de los años, las llamadas a misa son atendidas en las ciudades y los pueblos cada domingo.
Desde este foro y según la congregación religiosa, los sacerdotes sueltan críticas, directas o indirectas, hacia el gobierno de Andrés Manuel López Obrador señalando las “mentiras” que se realizan desde las mañaneras y refuerzan la idea de una “participación electoral inteligente” en este 2024.
Para nadie es un secreto que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), conformada por los obispos del país, ha mantenido una postura crítica hacia el gobierno federal y de manera particular hacia el Presidente de México, de ahí que se entienda que exista una intención para incidir en los feligreses.
Pero decía que esta postura de los religiosos tiene matices, pues entre los propios obispos hay formas de abordar los temas. Unos muy aguerridos y otros, como el caso del arzobispo poblano Víctor Sánchez Espinoza, que han optado por conducirse con reservas y cercanos al poder local.
Quienes aspiran a un puesto de elección popular o ejercen un cargo público saben del poder que tiene la iglesia y pasan lista ante el máximo jerarca católico en el estado. Así lo hizo el Coordinador estatal de los comités de defensa de la Cuarta Transformación, Alejandro Armenta Mier el pasado 12 de noviembre, cuando, apenas unas horas después de obtener la virtual candidatura al Gobierno del estado por Morena, acudió a misa, con su familia.
Ni se diga de Eduardo Rivera Pérez, el virtual abanderado de la coalición encabezada por el Partido Acción Nacional, que nunca ha ocultado su catolicismo y que al amparo de su cargo como alcalde municipal participó en la organización y realización de las procesiones de Viernes Santo.
Hay que referir que, durante el intento del finado gobernador, Rafael Moreno Valle Rosas, por perseguir e inhabilitar al ex alcalde tras su primer periodo de gobierno municipal en 2014, la iglesia jugó un papel importante.
En ese entonces el obispo auxiliar de Puebla, Eugenio Lira Rugarcía, advirtió a Moreno Valle que, de insistir en su intento de afectar a Eduardo Rivera, subiría el tema ante la Conferencia del Episcopado Mexicano, en su calidad de Secretario General de la CEM, con el fin de hacerlo ver como un represor autoritario y con ello exhibirlo en el contexto nacional, donde tenía aspiraciones presidenciales.
Así que, a la luz de la historia, algo pudo haber influido este acto para la carrera política futura del virtual abanderado del PAN a la gubernatura en este 2024.
Por verse está qué pesa más en los pueblos, si la “orientación moral” en contra de la cuarta transformación o la recepción de apoyos sociales a la hora de que la gente emita su voto. En menos de cinco meses tendremos una idea.
Hasta la próxima.
