/ jueves 29 de abril de 2021

¡Tío Lolo Moreno!

Los escenarios de confrontación interna que vive Morena previo a la elección y que podrían complicarle el panorama del 6 de junio, son gracias a su falta de reglas claras en la selección de candidatos que al final pueden calificarse de trampas a sus militantes y que están orillando al partido a caer en prácticas que tanto criticaron, entre ellas la imposición.

Engañar a sus militantes con los métodos de elección de candidatos es una falta grave. Decirles que una encuesta definirá a los abanderados pero al final la decisión es fincada en los criterios de última hora que solo unos cuantos conocen, es la razón del porque hoy enfrentan miles –sí miles- de impugnaciones de sus propios militantes en todo el país.

Si los dirigentes creen que tener tantas refutaciones internas contra sus candidatos es sinónimo de democracia al interior de Morena, se equivocan; ya que en el exterior el mensaje es todo lo contrario.

Y todos los tragos amargos que hoy bebe Morena son derivados del mal entendido significado de la palabra “encuesta” que no es otra cosa que una serie de preguntas aplicadas a “muchas personas” para reunir datos o para detectar la opinión pública sobre un asunto determinado; ah pero en Morena el concepto se entiende sencillamente como una designación directa. ¡Ah bueno, eso hubieran dicho!

La inconformidad por la imposición de candidatos, la lucha legal contra sus nominados, las campañas de brazos caídos, no movilizar apoyo y hasta la pérdida de votos de sus “incondicionales” son escenarios reales que vivirá Morena rumbo al 6 de junio, y todo ello –como ya se dijo- por la falta de reglas claras en la elección de candidatos.

Tal situación, tanto solo en Puebla, tiene trenzados a varios militantes con aspiraciones entre ellos Gabriel Biestro y Claudia Rivera, pues su caso está en los tribunales. También sucede lo mismo con Tonantzin Fernández impugnando la designación como candidato a alcalde de un ex panista, Julio Lorenzini. Una más es Vianey García Romero contra la imposición de Mauricio Toledo como candidato a diputado por San Martín Texmelucan, sin siquiera vivir en el distrito.

Si lo militantes con aspiraciones deciden jugar con esas ambiguas reglas, ni modo; pero lo cierto es que mientras Morena siga haciéndole al Tío Lolo con sus “encuestas”, el partido seguirá generando reclamos internos que le van a pesar en el terreno frente a sus adversarios reales en las urnas y eso ya lo veremos en menos de 40 días.

Cortos de la política camotera

La presidenta municipal de Puebla con licencia, Claudia Rivera Vivanco y que busca la reelección, si se mantiene como candidata oficial de Morena vivirá momentos de intensa presión rumbo al 6 de junio. Ella no solo tendrá que ocuparse de su campaña para ganar la contienda, sino que también tendrá que atender y contrarrestar la estrategia que sus críticos y opositores de su mismo partido ya le han anunciado porque la consideran una imposición. ¡Ni hablar!

Hay candidatos que ya no sueltan el caso del diputado federal Saúl Huerta Corona como una estrategia de crítica y golpeteo contra el partido Morena. El riesgo se clavarse en las reprobables y delictivas conductas del legislador que debe ser juzgado por las autoridades por los presuntos abusos sexuales, es que sea mal entienda su campaña y el electorado los recuerde solo por fincar su táctica en un hecho tan morboso y escandaloso. ¡Eso creo!

La activista y defensora de mujeres, Edurne Ochoa, calificó de “simulación” que partidos y autoridades electorales firmen acuerdos para evitar violencia contra mujeres en medio de las elecciones y sí, sí tiene razón. No se puede llamar de otro modo que los partidos e instituciones electorales tengan registrados a candidatos que han violentado a mujeres con calificativos como esquizofrénica, no pagándoles sus dietas económicas o peor aún, con denuncias judiciales por violencia física o sexual contra mujeres. El 3 de mayo veremos si los susodichos se hacen candidatos oficiales. ¡Uy, lo que les espera!

Los escenarios de confrontación interna que vive Morena previo a la elección y que podrían complicarle el panorama del 6 de junio, son gracias a su falta de reglas claras en la selección de candidatos que al final pueden calificarse de trampas a sus militantes y que están orillando al partido a caer en prácticas que tanto criticaron, entre ellas la imposición.

Engañar a sus militantes con los métodos de elección de candidatos es una falta grave. Decirles que una encuesta definirá a los abanderados pero al final la decisión es fincada en los criterios de última hora que solo unos cuantos conocen, es la razón del porque hoy enfrentan miles –sí miles- de impugnaciones de sus propios militantes en todo el país.

Si los dirigentes creen que tener tantas refutaciones internas contra sus candidatos es sinónimo de democracia al interior de Morena, se equivocan; ya que en el exterior el mensaje es todo lo contrario.

Y todos los tragos amargos que hoy bebe Morena son derivados del mal entendido significado de la palabra “encuesta” que no es otra cosa que una serie de preguntas aplicadas a “muchas personas” para reunir datos o para detectar la opinión pública sobre un asunto determinado; ah pero en Morena el concepto se entiende sencillamente como una designación directa. ¡Ah bueno, eso hubieran dicho!

La inconformidad por la imposición de candidatos, la lucha legal contra sus nominados, las campañas de brazos caídos, no movilizar apoyo y hasta la pérdida de votos de sus “incondicionales” son escenarios reales que vivirá Morena rumbo al 6 de junio, y todo ello –como ya se dijo- por la falta de reglas claras en la elección de candidatos.

Tal situación, tanto solo en Puebla, tiene trenzados a varios militantes con aspiraciones entre ellos Gabriel Biestro y Claudia Rivera, pues su caso está en los tribunales. También sucede lo mismo con Tonantzin Fernández impugnando la designación como candidato a alcalde de un ex panista, Julio Lorenzini. Una más es Vianey García Romero contra la imposición de Mauricio Toledo como candidato a diputado por San Martín Texmelucan, sin siquiera vivir en el distrito.

Si lo militantes con aspiraciones deciden jugar con esas ambiguas reglas, ni modo; pero lo cierto es que mientras Morena siga haciéndole al Tío Lolo con sus “encuestas”, el partido seguirá generando reclamos internos que le van a pesar en el terreno frente a sus adversarios reales en las urnas y eso ya lo veremos en menos de 40 días.

Cortos de la política camotera

La presidenta municipal de Puebla con licencia, Claudia Rivera Vivanco y que busca la reelección, si se mantiene como candidata oficial de Morena vivirá momentos de intensa presión rumbo al 6 de junio. Ella no solo tendrá que ocuparse de su campaña para ganar la contienda, sino que también tendrá que atender y contrarrestar la estrategia que sus críticos y opositores de su mismo partido ya le han anunciado porque la consideran una imposición. ¡Ni hablar!

Hay candidatos que ya no sueltan el caso del diputado federal Saúl Huerta Corona como una estrategia de crítica y golpeteo contra el partido Morena. El riesgo se clavarse en las reprobables y delictivas conductas del legislador que debe ser juzgado por las autoridades por los presuntos abusos sexuales, es que sea mal entienda su campaña y el electorado los recuerde solo por fincar su táctica en un hecho tan morboso y escandaloso. ¡Eso creo!

La activista y defensora de mujeres, Edurne Ochoa, calificó de “simulación” que partidos y autoridades electorales firmen acuerdos para evitar violencia contra mujeres en medio de las elecciones y sí, sí tiene razón. No se puede llamar de otro modo que los partidos e instituciones electorales tengan registrados a candidatos que han violentado a mujeres con calificativos como esquizofrénica, no pagándoles sus dietas económicas o peor aún, con denuncias judiciales por violencia física o sexual contra mujeres. El 3 de mayo veremos si los susodichos se hacen candidatos oficiales. ¡Uy, lo que les espera!