Los gérmenes son pequeños invasores del cuerpo humano que pueden provocar enfermedades si el sistema inmunológico tiene un desequilibrio; son tan diminutos e imperceptibles que entran en nuestro organismo sin darnos cuenta, expone Jaqueline Machado Garduño, profesional de la salud mental.
Refiere que las personas que desarrollan germofobia tienen un miedo exagerado respecto a un contagio o enfermedad causados por gérmenes como bacterias, virus, hongos y protozoos.
“El miedo a los gérmenes afecta principalmente a las personas con trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Tienden a tomar medidas extremadamente exageradas con respecto a la limpieza. Con la pandemia estas personas han sido mayormente afectadas y muchas otras la han empezado a desarrollar”, advierte la especialista.
La germofobia genera mucho sufrimiento y limitación en las personas, es una enfermedad mental que hace que procesen imágenes, pensamientos y fantasías de tipo caótico que no puedan controlar, lo que produce ansiedad excesiva y malestar.
Esta obsesión, dice, degenera en una preocupación y miedo exagerado sobre un contagio que lo enferme y lo mate. Las compulsiones son las medidas de acción que la persona ejerce para controlar sus obsesiones.
De esta manera, puede lavarse repetidamente las manos al grado de generarse daño, desinfectar exageradamente los lugares, los objetos, recluirse en su vivienda y aislarse para esterilizar el ambiente.
La germofobia tiene una alta probabilidad de provocar, incluso en las personas que no padecen TOC, un deterioro en su entorno familiar, laboral, de pareja y social.
¿CÓMO SE TRATA?
La psicoterapia puede ayudarte a enfrentar el miedo a los gérmenes, detalla Machado. Los tratamientos más exitosos para las fobias son:
Terapia de exposición. Implica una exposición gradual a los desencadenantes de la germofobia con el objetivo de reducir el miedo causado por los gérmenes. Con el tiempo recuperarás el control de tus pensamientos sobre los gérmenes.
Terapia cognitiva conductual. Se combina con la de exposición e incluye una serie de habilidades de afrontamiento que puedes aplicar en situaciones donde el miedo a los gérmenes se vuelve abrumador.
La germobofia también se puede trabajar con terapias alternativas, “lo principal es no entregar el poder a la parte oscura de los gérmenes, para descubrir su lado luminoso, que te obligará a entrar en profundo contacto con el miedo, para abrazarlo y liberarlo. Pues somos esclavos de lo que tenemos y libres de lo que amamos”, concluye.