/ sábado 22 de octubre de 2022

Carmen Caballero, la poblana precursora del voto femenino en México | Los tiempos idos

El nombre de Carmen Caballero brilla con letras de oro en el Congreso de Puebla por su legado y por dedicar gran parte de su vida al servicio público sin cobrar un peso

En el Muro de Honor del Salón de Plenos del Congreso del Estado de Puebla se encuentra inscrito en letras de oro el nombre de la profesora Carmen Caballero de Cortés, la poblana precursora del voto femenino en México, decretado el 17 de octubre de 1953.

Originaria de Acatlán de Osorio, Carmen sintió la tristeza de la orfandad a muy temprana edad, cuando su padre, que era revolucionario, desapareció sin dejar rastro. La vida le jugaría otra mala pasada cuando perdió a su primogénito en condiciones trágicas, una pérdida que nunca superó.

Estos lamentables hechos marcaron su vida, pero gracias a ellos desarrolló el carácter empático que le permitió reconocer las necesidades de niños y mujeres, y a su vez, formar el liderazgo que la llevó a ser una mujer destacada y reconocida por diferentes figuras políticas masculinas de la época.

Nació en 1911 y dedicó gran parte de su vida al servicio público sin cobrar un peso. Es recordada por su legado y por ser una mujer intachable, de gran calidad humana. Su enseñanza fue la de servir a los demás y no servirse del cargo.

Carmen Caballero Camarillo nació en Acatlán de Osorio, Puebla, en 1911 | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Sus primeros años

Carmen Caballero Camarillo nació el 13 de enero de 1911 en Acatlán de Osorio, es la mayor de cuatro hermanas. Su madre, Concepción Camarillo Basaura, nació en San Juan Ixcaquixtla en 1881 y su padre, Napoleón Caballero Ibarra, en Ometepec, Guerrero en 1876.

“No se cómo se conocieron mis bisabuelos pero se establecieron en Acatlán de Osorio en la hacienda El Boquerón que mi bisabuelo administraba”, comenta Mauricio Dávila Cortés, nieto de Carmen, quien disfrutaba mucho las pláticas con ella.

“Mi abuela decía que Emiliano Zapata y mi bisabuelo fueron amigos de juventud, se conocieron porque participaba en carreras de caballo a campo traviesa. La gente cree que él era un hombre pobre pero no lo era, eran comerciantes, su hermano Eufemio vendía telas; era quince años mayor que él y este se convirtió en el brazo armado del zapatismo”, asegura.

Señala que a seis meses del nacimiento de Carmen los zapatistas se levantan al sur y los villistas al norte. Un día llegaron a El Boquerón y trataron de tomar la hacienda, pero la gente lo impidió; después regresaron con refuerzos y la tomaron. Cuando llegó Emiliano Zapata reconoció a su bisabuelo Napoleón y lo asigno como secretario particular de su hermano Eufemio. Así Carmen creció entre revolucionarios que llegaban a la hacienda a pernoctar.

Su padre, Napoleón Caballero Ibarra fue secretario particular de Eufemio Zapata, desapareció en 1919 después de haber enviado la carta que se aprecia en la foto al presidente  Venustiano Carranza | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

“El secretario particular era la persona de más confianza, el decidía a quien se fusilaba y sabía todo: A dónde se guardaba el oro, dónde se escondían los líderes, etcétera; así fue hasta la muerte de Eufemio. Lo último que sabemos de mi bisabuelo es que en 1918 le escribió una carta al presidente Venustiano Carranza para explicarle la situación que ocasionó la muerte del militar”, dice.

En la carta se lee que Napoleón Caballero y su familia, vivía en la 10ª Calle de Cuauhtémoc No. 2 de la ciudad de Puebla, que de acuerdo con el entrevistado era un tipo haciendo y actualmente es la 15 Oriente a la altura del bulevar 5 de Mayo, por donde está el CENCH.

“La carta se encuentra en el archivo del Centro de Estudios Carlos Slim, tiene un sello de contestada en enero de 1919. Lo que supongo es que lo citan para ese asunto y los carrancistas lo eliminan porque ya no regreso nunca más. Él era un hombre de familia con valores muy fuertes, de hecho hay una foto que está en el Archivo de la UNAM y tiene su sortija de matrimonio”, detalla.

Para Carmen fue muy difícil el no volver a ver a su papá porque nunca más regresó. Empezó a vivir en carne propia la orfandad y tuvo que salir adelante junto con su madre quien la hizo responsable dela crianza y ordeña de vacas; se comenzó a levantar a las cinco de la mañana para ordeñarlas y vender leche que repartía de camino a la escuela.

“Ella vivió en carne propia lo que era irse sin desayunar a la escuela. Mi abuela me contó que una señora siempre le tenía un pan dulce preparado para que se lo comiera con un vaso de leche de la que ella le vendía. Así comenzó darse cuenta de la importancia de que un niño fuera bien alimentado a clases, además de que siempre se hizo cargo de sus hermanos”, advierte.

Amando Cortés Bonilla y Carmen Caballero se conocieron en Tetela de Ocampo. Procrearon tres hijos: Raúl, Carmen y Margarita | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Su vida familiar

Carmen se trasladó a la capital para ingresar al Instituto Normal del Estado, hoy BINE. Recibió el título de profesora en 1932 y en 1936 fue nombrada directora de la escuela oficial de Zacapoaxtla. Para 1937, ocupó la dirección de la escuela oficial Benito Juárez de la población de Tetela de Ocampo. Ese mismo año se afilia al Partido Nacional Revolucionario, hoy PRI.


“En Tetela de Ocampo conoció a mi abuelo, Amando Cortés Bonilla, se enamoraron tanto que se casaron y el dejó de estudiar, se metió a trabajar a la junta local de caminos que pertenecía a la Secretaria de Comunicaciones y Obras Públicas que dirigía Maximino Ávila Camacho. Así empezó una relación fraternal entre las familias”, señala.

Tuvieron a su primogénito, Raúl, quien a cierta edad empezó a presentar problemas de salud y entonces se vinieron a vivir a la capital. Vivieron en la casa1920 de la 11 sur y 21 poniente, cerca del Paseo Bravo. Más tarde llegaron sus hijas Carmen y Margarita.

En 1946 se convirtió en la tesorera del Comité de Madres de Familia del Instituto Normal del Estado e instauró los desayunos para los niños de los anexos (escuelas primarias y jardines de niños), donde estudiaba su hijo.

Amando Cortés, esposo de Carmen, con sus dos hijas. A la derecha Raúl, su primogénito que perdió la vida por negligencia médica a la edad de 9 años | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

La trágica pérdida que marcó su vida

Un día su hijo Raúl se fue con el chofer al Paseo Bravo, iba en patines con ruedas de fierro y se cayó en un borde de cemento, se fracturó la muñeca. Lo llevaron al hospital del Sagrado Corazón de Jesús en la 13 sur. Los médicos decidieron operarlo, lo anestesiaron y el cirujano no llegó. Lo mandaron a su casa para que regresara al otro día ante el desconcierto de mis abuelos que le preguntaron al doctor si no era peligroso, pero el médico les respondió que él era el que sabía. Se llevaron al niño y al otro día regresaron y cuando le aplicaron nuevamente la anestesia, lo mataron”, enfatiza.

Después de un rato en la sala de espera, el matrimonio Cortés Caballero decidió acercarse al quirófano porque nadie les daba razón. La puerta estaba cerrada cuando logaron abrirla se encontraron con una escena dantesca: su hijo postrado en la plancha muerto y desangrado.

“Cuando el niño se les estaba muriendo se les hizo fácil cortarle las venas de las manos y los pies para hacerlo reaccionar. Los médicos habían roto los vidrios para fugarse y nunca dieron la cara. Eso marco la vida de mi abuela porque nunca lo pudo superar, yo recuerdo que cuando salía a la plática Raúl, mi abuela lloraba con una amargura terrible. El falleció en 1947 con 9 años de edad”, lamenta.

En la foto se aprecia la cercanía que Carmen tenía con el gobernador Rafael Ávila Camacho quien la invitó a colaborar con él por sus capacidades | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Sus inicios en la política

Cuando su hijo falleció Carmen vivió un luto muy fuerte desconectada de la realidad. Pero su dolor la convirtió en férrea defensora la niñez y así, en 1951 formó la Agrupación Civil de Mujeres Poblanas, que ella presidió y cuyo lema era “La superación de la mujer y el niño”.

“La primera actividad de la agrupación fue apoyar la candidatura a gobernador del estado de Rafael Ávila Camacho. Organizaron comités en los diferentes municipios de la entidad, hasta que reciben en Puebla al general como candidato oficial y mi abuela Carmen da el discurso de bienvenida”, dice.

“Ya como gobernador del estado Rafael Ávila Camacho le dijo a mi abuelo que quería que mi abuela trabajara con él, por su capacidad y dotes de oratoria. Él le respondió: Sin ningún problema, nada más le voy a pedir un favor ´mi esposa no cobra un centavo´; y mi abuela le trabajo de gratis al gobierno y al PRI muchos años”, añade.

Marcha Priista sobre la Avenida Reforma encabezada por Carmen Caballero, al centro | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

El gobernador Rafael Ávila Camacho invitó a las integrantes de la agrupación a fundar el sector femenil del PRI, Carmen fue designada directora de la Secretaría de Acción Femenil. El cargo lo desempeñó durante trece años y agrupó a mujeres del magisterio federal y estatal, del Seguro Social, locatarias de los mercados, obreras de las centrales: CTM, FROC, CROC, y mujeres campesinas.

Por instrucciones del gobernador, Carmen Caballero formó los tres sectores del Partido Revolucionario Institucional: Obrero, Campesino y Popular en el Estado.

Carmen sabía la importancia de que un niño asistiera a clases bien desayunado porque ella vivió en carne propia carencias durante su niñez, cuando perdió a su padre. En 1952 materializó su anhelo de instituir los desayunos escolares para niños de escasos recursos en barrios y municipios. Esto lo logra recabando fondos mediante bailes populares, conciertos, funciones de cine en escuelas, corridas de toros y eventos diversos.

En 1952, Carmen materializó su anhelo de instituir los desayunos escolares para niños de escasos recursos en barrios y municipios | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

El sufragio femenino en México

Como parte de la campaña electoral de Adolfo Ruíz Cortines a la Presidencia de la República, el candidato visitó la entidad poblana y Carmen Caballero de Cortés, participó en el recibimiento como oradora y directora del Sector Femenil del PRI; lo acompañó a los diferentes municipios del estado para hacer campaña.

“No sé si en este acercamiento que tuvo con Ruiz Cortines le comentó su inquietud acerca del sufragio femenino, pero Carmen si fue la primera poblana en manifestarse al respecto. En 1930 Maximino Ávila Camacho había otorgado a la mujer el voto en elecciones municipales pero no existía a nivel federal”, detalla.

Carmen Caballero se reúne con dos promotoras al voto femenino de otros estados: Martha Andrade del Rosal de CDMX y Margarita García Flores de Nuevo León y organizan la Asamblea Nacional Femenil en Ciudad de México, del 4 al 6 de abril de 1952. Llenaron el Parque 18 de Marzo con cerca de 20 mil mujeres.

La primera vez que la mujer mexicana emitió su voto fue en las elecciones federales del 3 de julio de 1955. En la foto se aprecia a Carmen emitiendo su sufragio | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Ella participó como oradora y presentó una ponencia en la que manifestó la valía de la mujer y aseguró que ya estaban preparadas para ocupar cargos públicos, solicitando así el sufragio femenino.

“En respuesta, el candidato les promete que si gana la presidencia de la República otorgaría el voto a la mujer. Ganó la elección y el 17 de octubre de 1953 se publicó el decreto que concede a la mujer el derecho al voto y ser votada”, subraya.

En agosto de ese mismo año, se realizó Congreso Nacional de la Mujer en el que Carmen estuvo acompañada por un numeroso contingente de mujeres poblanas y planteó proyectos de tal trascendencia como la creación de un organismo que amparara a la niñez del estado. Esto fue el primer esbozo de lo que sería Instituto de Protección a la Infancia (INPI) que actualmente es el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).

Dos meses después, en octubre, se organiza el primer Congreso Estatal de la Mujer en Puebla. Contó con mujeres representantes de los diferentes municipios y dirigentes nacionales. Carmen manifiesto la urgencia de crear “casas de la mujer” donde se contaría con maestros, máquinas de escribir y coser, para ayudar a las poblanas en su superación.

Carmen fue una mujer destacada y reconocida por diferentes figuras políticas masculinas que la invitaron a colaborar con ellos; se puede apreciar en la foto con Fausto Ortega y Alfredo Toxqui en el Pasaje del Ayuntamiento | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Su carrera en el servicio público

A lo largo de su servicio público Carmen Caballero de Cortés colaboró con diferentes políticos como Fausto M. Ortega, Arturo Perdomo Morán, Rafael Artasánchez Romero, Eduardo Cue Merlo, Antonio Nava Castillo, Aarón Merino Fernández, Rafael Moreno Valle, Gonzalo Bautista, Rafael Moreno Valle, Alfredo Toxqui y Mariano Piña Olaya, por mencionar algunos.

“También benefició a diversas instituciones escolares y fundó cinco maternidades para mujeres campesinas en Tetela de Ocampo, San Martín Texmelucan, Cd. Serdán, Tecamachalco y Cholula. Apoyada por el presidente municipal, Arturo Perdomo Morán, convirtió el albergue para niños, ubicado en Los Altos del Mercado la Victoria, en dormitorio público infantil”, detalla el nieto.

Fue nombrada Coordinadora de los Municipios de la Sierra Norte de Puebla por la señora Sara Basave de Toxqui | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

En el dormitorio los niños contaban con una cama digna, desayuno y cena, pero su comida la pagaban ellos de su bolsa con los ingresos que generaban trabajando, por lo que se les daba una caja de bolero para que salieran a limpiar zapatos.

Fue electa presidente municipal de Tetela de Ocampo en 1978. Coordinadora regional de la Agrupación Nacional Femenil Revolucionaria (ANFER) de la que se convirtió en miembro del consejo consultivo. Miembro fundador de la Mesa redonda Panamericana. Diputada local por el XV distrito electoral, con cabecera en Tetela de Ocampo en 1987.

Carmen Caballero de Cortés fallece de leucemia el 7 de marzo de 1991.

Era común ver a Carmen como única mujer entre diferentes personajes públicos. En la foto, con el líder de la CTM en Puebla, Blas Chumacero y Fausto Ortega, a la derecha | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Reconocimiento a su trayectoria

Por gestión de la Regidora Lic. Rocío García Olmedo, el 17 de Octubre del 2001 se develó el busto Carmen Caballero de Cortés, ubicado en la Avenida 43 Poniente y calle 3 Sur, colonia Huexotitla.

Por iniciativa del Organismo de Mujeres Priistas del Estado de Puebla encabezado por Sandra Rubí Montalvo Domínguez, quien era la coordinadora estatal, en octubre de 2005 se solicita autorización al comité ejecutivo nacional del PRI para instituir el otorgamiento anual de la presea “Carmen Caballero de Cortés” como incentivo para reconocer el esfuerzo de mujeres mexicanas valiosas cuyos méritos personales, profesionales o políticos, se deriven del esfuerzo de toda una vida de servicio. La primera ocasión que fue otorgado este mérito fue para Margarita García Flores e Hilda Anderson Nevares.

Carmen dio el Grito de Independencia como presidente municipal de Tetela de Ocampo | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Por iniciativa de la diputada Claudia Hernández Medina, el 8 de marzo de 2006, el Cabildo aprobó el decreto presentado por la comisión de equidad de género para que inscribir con letras de oro en el Muro de Honor del Salón de Plenos del Congreso del Estado, el nombre de la profesora Carmen Caballero de Cortés, como un justo homenaje y reconocimiento a su trayectoria personal y profesional.

“La senda de la mujer” que incluye placas de mujeres que han desempeñado un papel destacado en la historia de Puebla, es encabezada por Carmen Caballero de Cortés. Se develó en 17 de octubre de 2010, durante la administración de Blanca Alcalá Ruiz. Se ubica en la Plazuela de las Garzas, calle 8 Norte entre 10 y 12 Oriente.

“Ella nunca dejó de trabajar, lo hizo desde los 8 años hasta su muerte. El nombre de mi abuela está escrito con letras de oro en un muro del Congreso del Estado y esas letras van a estar ahí hasta que este mundo se acabe”, concluye el orgulloso nieto.

Carmen Caballero fue diputada de 1987 a 1990, durante la administración de Mariano Piña Olaya, se aprecia al lado derecho del señor | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Como reconocimiento a su trayectoria personal y profesional, el nombre de Carmen Caballero está inscrito en letras de oro en el Muro de Honor del Congreso del Estado, y un busto se ostenta como un homenaje a la mujer | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés




En el Muro de Honor del Salón de Plenos del Congreso del Estado de Puebla se encuentra inscrito en letras de oro el nombre de la profesora Carmen Caballero de Cortés, la poblana precursora del voto femenino en México, decretado el 17 de octubre de 1953.

Originaria de Acatlán de Osorio, Carmen sintió la tristeza de la orfandad a muy temprana edad, cuando su padre, que era revolucionario, desapareció sin dejar rastro. La vida le jugaría otra mala pasada cuando perdió a su primogénito en condiciones trágicas, una pérdida que nunca superó.

Estos lamentables hechos marcaron su vida, pero gracias a ellos desarrolló el carácter empático que le permitió reconocer las necesidades de niños y mujeres, y a su vez, formar el liderazgo que la llevó a ser una mujer destacada y reconocida por diferentes figuras políticas masculinas de la época.

Nació en 1911 y dedicó gran parte de su vida al servicio público sin cobrar un peso. Es recordada por su legado y por ser una mujer intachable, de gran calidad humana. Su enseñanza fue la de servir a los demás y no servirse del cargo.

Carmen Caballero Camarillo nació en Acatlán de Osorio, Puebla, en 1911 | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Sus primeros años

Carmen Caballero Camarillo nació el 13 de enero de 1911 en Acatlán de Osorio, es la mayor de cuatro hermanas. Su madre, Concepción Camarillo Basaura, nació en San Juan Ixcaquixtla en 1881 y su padre, Napoleón Caballero Ibarra, en Ometepec, Guerrero en 1876.

“No se cómo se conocieron mis bisabuelos pero se establecieron en Acatlán de Osorio en la hacienda El Boquerón que mi bisabuelo administraba”, comenta Mauricio Dávila Cortés, nieto de Carmen, quien disfrutaba mucho las pláticas con ella.

“Mi abuela decía que Emiliano Zapata y mi bisabuelo fueron amigos de juventud, se conocieron porque participaba en carreras de caballo a campo traviesa. La gente cree que él era un hombre pobre pero no lo era, eran comerciantes, su hermano Eufemio vendía telas; era quince años mayor que él y este se convirtió en el brazo armado del zapatismo”, asegura.

Señala que a seis meses del nacimiento de Carmen los zapatistas se levantan al sur y los villistas al norte. Un día llegaron a El Boquerón y trataron de tomar la hacienda, pero la gente lo impidió; después regresaron con refuerzos y la tomaron. Cuando llegó Emiliano Zapata reconoció a su bisabuelo Napoleón y lo asigno como secretario particular de su hermano Eufemio. Así Carmen creció entre revolucionarios que llegaban a la hacienda a pernoctar.

Su padre, Napoleón Caballero Ibarra fue secretario particular de Eufemio Zapata, desapareció en 1919 después de haber enviado la carta que se aprecia en la foto al presidente  Venustiano Carranza | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

“El secretario particular era la persona de más confianza, el decidía a quien se fusilaba y sabía todo: A dónde se guardaba el oro, dónde se escondían los líderes, etcétera; así fue hasta la muerte de Eufemio. Lo último que sabemos de mi bisabuelo es que en 1918 le escribió una carta al presidente Venustiano Carranza para explicarle la situación que ocasionó la muerte del militar”, dice.

En la carta se lee que Napoleón Caballero y su familia, vivía en la 10ª Calle de Cuauhtémoc No. 2 de la ciudad de Puebla, que de acuerdo con el entrevistado era un tipo haciendo y actualmente es la 15 Oriente a la altura del bulevar 5 de Mayo, por donde está el CENCH.

“La carta se encuentra en el archivo del Centro de Estudios Carlos Slim, tiene un sello de contestada en enero de 1919. Lo que supongo es que lo citan para ese asunto y los carrancistas lo eliminan porque ya no regreso nunca más. Él era un hombre de familia con valores muy fuertes, de hecho hay una foto que está en el Archivo de la UNAM y tiene su sortija de matrimonio”, detalla.

Para Carmen fue muy difícil el no volver a ver a su papá porque nunca más regresó. Empezó a vivir en carne propia la orfandad y tuvo que salir adelante junto con su madre quien la hizo responsable dela crianza y ordeña de vacas; se comenzó a levantar a las cinco de la mañana para ordeñarlas y vender leche que repartía de camino a la escuela.

“Ella vivió en carne propia lo que era irse sin desayunar a la escuela. Mi abuela me contó que una señora siempre le tenía un pan dulce preparado para que se lo comiera con un vaso de leche de la que ella le vendía. Así comenzó darse cuenta de la importancia de que un niño fuera bien alimentado a clases, además de que siempre se hizo cargo de sus hermanos”, advierte.

Amando Cortés Bonilla y Carmen Caballero se conocieron en Tetela de Ocampo. Procrearon tres hijos: Raúl, Carmen y Margarita | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Su vida familiar

Carmen se trasladó a la capital para ingresar al Instituto Normal del Estado, hoy BINE. Recibió el título de profesora en 1932 y en 1936 fue nombrada directora de la escuela oficial de Zacapoaxtla. Para 1937, ocupó la dirección de la escuela oficial Benito Juárez de la población de Tetela de Ocampo. Ese mismo año se afilia al Partido Nacional Revolucionario, hoy PRI.


“En Tetela de Ocampo conoció a mi abuelo, Amando Cortés Bonilla, se enamoraron tanto que se casaron y el dejó de estudiar, se metió a trabajar a la junta local de caminos que pertenecía a la Secretaria de Comunicaciones y Obras Públicas que dirigía Maximino Ávila Camacho. Así empezó una relación fraternal entre las familias”, señala.

Tuvieron a su primogénito, Raúl, quien a cierta edad empezó a presentar problemas de salud y entonces se vinieron a vivir a la capital. Vivieron en la casa1920 de la 11 sur y 21 poniente, cerca del Paseo Bravo. Más tarde llegaron sus hijas Carmen y Margarita.

En 1946 se convirtió en la tesorera del Comité de Madres de Familia del Instituto Normal del Estado e instauró los desayunos para los niños de los anexos (escuelas primarias y jardines de niños), donde estudiaba su hijo.

Amando Cortés, esposo de Carmen, con sus dos hijas. A la derecha Raúl, su primogénito que perdió la vida por negligencia médica a la edad de 9 años | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

La trágica pérdida que marcó su vida

Un día su hijo Raúl se fue con el chofer al Paseo Bravo, iba en patines con ruedas de fierro y se cayó en un borde de cemento, se fracturó la muñeca. Lo llevaron al hospital del Sagrado Corazón de Jesús en la 13 sur. Los médicos decidieron operarlo, lo anestesiaron y el cirujano no llegó. Lo mandaron a su casa para que regresara al otro día ante el desconcierto de mis abuelos que le preguntaron al doctor si no era peligroso, pero el médico les respondió que él era el que sabía. Se llevaron al niño y al otro día regresaron y cuando le aplicaron nuevamente la anestesia, lo mataron”, enfatiza.

Después de un rato en la sala de espera, el matrimonio Cortés Caballero decidió acercarse al quirófano porque nadie les daba razón. La puerta estaba cerrada cuando logaron abrirla se encontraron con una escena dantesca: su hijo postrado en la plancha muerto y desangrado.

“Cuando el niño se les estaba muriendo se les hizo fácil cortarle las venas de las manos y los pies para hacerlo reaccionar. Los médicos habían roto los vidrios para fugarse y nunca dieron la cara. Eso marco la vida de mi abuela porque nunca lo pudo superar, yo recuerdo que cuando salía a la plática Raúl, mi abuela lloraba con una amargura terrible. El falleció en 1947 con 9 años de edad”, lamenta.

En la foto se aprecia la cercanía que Carmen tenía con el gobernador Rafael Ávila Camacho quien la invitó a colaborar con él por sus capacidades | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Sus inicios en la política

Cuando su hijo falleció Carmen vivió un luto muy fuerte desconectada de la realidad. Pero su dolor la convirtió en férrea defensora la niñez y así, en 1951 formó la Agrupación Civil de Mujeres Poblanas, que ella presidió y cuyo lema era “La superación de la mujer y el niño”.

“La primera actividad de la agrupación fue apoyar la candidatura a gobernador del estado de Rafael Ávila Camacho. Organizaron comités en los diferentes municipios de la entidad, hasta que reciben en Puebla al general como candidato oficial y mi abuela Carmen da el discurso de bienvenida”, dice.

“Ya como gobernador del estado Rafael Ávila Camacho le dijo a mi abuelo que quería que mi abuela trabajara con él, por su capacidad y dotes de oratoria. Él le respondió: Sin ningún problema, nada más le voy a pedir un favor ´mi esposa no cobra un centavo´; y mi abuela le trabajo de gratis al gobierno y al PRI muchos años”, añade.

Marcha Priista sobre la Avenida Reforma encabezada por Carmen Caballero, al centro | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

El gobernador Rafael Ávila Camacho invitó a las integrantes de la agrupación a fundar el sector femenil del PRI, Carmen fue designada directora de la Secretaría de Acción Femenil. El cargo lo desempeñó durante trece años y agrupó a mujeres del magisterio federal y estatal, del Seguro Social, locatarias de los mercados, obreras de las centrales: CTM, FROC, CROC, y mujeres campesinas.

Por instrucciones del gobernador, Carmen Caballero formó los tres sectores del Partido Revolucionario Institucional: Obrero, Campesino y Popular en el Estado.

Carmen sabía la importancia de que un niño asistiera a clases bien desayunado porque ella vivió en carne propia carencias durante su niñez, cuando perdió a su padre. En 1952 materializó su anhelo de instituir los desayunos escolares para niños de escasos recursos en barrios y municipios. Esto lo logra recabando fondos mediante bailes populares, conciertos, funciones de cine en escuelas, corridas de toros y eventos diversos.

En 1952, Carmen materializó su anhelo de instituir los desayunos escolares para niños de escasos recursos en barrios y municipios | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

El sufragio femenino en México

Como parte de la campaña electoral de Adolfo Ruíz Cortines a la Presidencia de la República, el candidato visitó la entidad poblana y Carmen Caballero de Cortés, participó en el recibimiento como oradora y directora del Sector Femenil del PRI; lo acompañó a los diferentes municipios del estado para hacer campaña.

“No sé si en este acercamiento que tuvo con Ruiz Cortines le comentó su inquietud acerca del sufragio femenino, pero Carmen si fue la primera poblana en manifestarse al respecto. En 1930 Maximino Ávila Camacho había otorgado a la mujer el voto en elecciones municipales pero no existía a nivel federal”, detalla.

Carmen Caballero se reúne con dos promotoras al voto femenino de otros estados: Martha Andrade del Rosal de CDMX y Margarita García Flores de Nuevo León y organizan la Asamblea Nacional Femenil en Ciudad de México, del 4 al 6 de abril de 1952. Llenaron el Parque 18 de Marzo con cerca de 20 mil mujeres.

La primera vez que la mujer mexicana emitió su voto fue en las elecciones federales del 3 de julio de 1955. En la foto se aprecia a Carmen emitiendo su sufragio | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Ella participó como oradora y presentó una ponencia en la que manifestó la valía de la mujer y aseguró que ya estaban preparadas para ocupar cargos públicos, solicitando así el sufragio femenino.

“En respuesta, el candidato les promete que si gana la presidencia de la República otorgaría el voto a la mujer. Ganó la elección y el 17 de octubre de 1953 se publicó el decreto que concede a la mujer el derecho al voto y ser votada”, subraya.

En agosto de ese mismo año, se realizó Congreso Nacional de la Mujer en el que Carmen estuvo acompañada por un numeroso contingente de mujeres poblanas y planteó proyectos de tal trascendencia como la creación de un organismo que amparara a la niñez del estado. Esto fue el primer esbozo de lo que sería Instituto de Protección a la Infancia (INPI) que actualmente es el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).

Dos meses después, en octubre, se organiza el primer Congreso Estatal de la Mujer en Puebla. Contó con mujeres representantes de los diferentes municipios y dirigentes nacionales. Carmen manifiesto la urgencia de crear “casas de la mujer” donde se contaría con maestros, máquinas de escribir y coser, para ayudar a las poblanas en su superación.

Carmen fue una mujer destacada y reconocida por diferentes figuras políticas masculinas que la invitaron a colaborar con ellos; se puede apreciar en la foto con Fausto Ortega y Alfredo Toxqui en el Pasaje del Ayuntamiento | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Su carrera en el servicio público

A lo largo de su servicio público Carmen Caballero de Cortés colaboró con diferentes políticos como Fausto M. Ortega, Arturo Perdomo Morán, Rafael Artasánchez Romero, Eduardo Cue Merlo, Antonio Nava Castillo, Aarón Merino Fernández, Rafael Moreno Valle, Gonzalo Bautista, Rafael Moreno Valle, Alfredo Toxqui y Mariano Piña Olaya, por mencionar algunos.

“También benefició a diversas instituciones escolares y fundó cinco maternidades para mujeres campesinas en Tetela de Ocampo, San Martín Texmelucan, Cd. Serdán, Tecamachalco y Cholula. Apoyada por el presidente municipal, Arturo Perdomo Morán, convirtió el albergue para niños, ubicado en Los Altos del Mercado la Victoria, en dormitorio público infantil”, detalla el nieto.

Fue nombrada Coordinadora de los Municipios de la Sierra Norte de Puebla por la señora Sara Basave de Toxqui | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

En el dormitorio los niños contaban con una cama digna, desayuno y cena, pero su comida la pagaban ellos de su bolsa con los ingresos que generaban trabajando, por lo que se les daba una caja de bolero para que salieran a limpiar zapatos.

Fue electa presidente municipal de Tetela de Ocampo en 1978. Coordinadora regional de la Agrupación Nacional Femenil Revolucionaria (ANFER) de la que se convirtió en miembro del consejo consultivo. Miembro fundador de la Mesa redonda Panamericana. Diputada local por el XV distrito electoral, con cabecera en Tetela de Ocampo en 1987.

Carmen Caballero de Cortés fallece de leucemia el 7 de marzo de 1991.

Era común ver a Carmen como única mujer entre diferentes personajes públicos. En la foto, con el líder de la CTM en Puebla, Blas Chumacero y Fausto Ortega, a la derecha | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Reconocimiento a su trayectoria

Por gestión de la Regidora Lic. Rocío García Olmedo, el 17 de Octubre del 2001 se develó el busto Carmen Caballero de Cortés, ubicado en la Avenida 43 Poniente y calle 3 Sur, colonia Huexotitla.

Por iniciativa del Organismo de Mujeres Priistas del Estado de Puebla encabezado por Sandra Rubí Montalvo Domínguez, quien era la coordinadora estatal, en octubre de 2005 se solicita autorización al comité ejecutivo nacional del PRI para instituir el otorgamiento anual de la presea “Carmen Caballero de Cortés” como incentivo para reconocer el esfuerzo de mujeres mexicanas valiosas cuyos méritos personales, profesionales o políticos, se deriven del esfuerzo de toda una vida de servicio. La primera ocasión que fue otorgado este mérito fue para Margarita García Flores e Hilda Anderson Nevares.

Carmen dio el Grito de Independencia como presidente municipal de Tetela de Ocampo | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Por iniciativa de la diputada Claudia Hernández Medina, el 8 de marzo de 2006, el Cabildo aprobó el decreto presentado por la comisión de equidad de género para que inscribir con letras de oro en el Muro de Honor del Salón de Plenos del Congreso del Estado, el nombre de la profesora Carmen Caballero de Cortés, como un justo homenaje y reconocimiento a su trayectoria personal y profesional.

“La senda de la mujer” que incluye placas de mujeres que han desempeñado un papel destacado en la historia de Puebla, es encabezada por Carmen Caballero de Cortés. Se develó en 17 de octubre de 2010, durante la administración de Blanca Alcalá Ruiz. Se ubica en la Plazuela de las Garzas, calle 8 Norte entre 10 y 12 Oriente.

“Ella nunca dejó de trabajar, lo hizo desde los 8 años hasta su muerte. El nombre de mi abuela está escrito con letras de oro en un muro del Congreso del Estado y esas letras van a estar ahí hasta que este mundo se acabe”, concluye el orgulloso nieto.

Carmen Caballero fue diputada de 1987 a 1990, durante la administración de Mariano Piña Olaya, se aprecia al lado derecho del señor | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés

Como reconocimiento a su trayectoria personal y profesional, el nombre de Carmen Caballero está inscrito en letras de oro en el Muro de Honor del Congreso del Estado, y un busto se ostenta como un homenaje a la mujer | Foto: Cortesía Mauricio D. Cortés




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Ana Teresa Aranda celebra decisión de su contrincante de no participar en debate

Aranda Orozco dijo que así podrá cuestionar y derrotar en solitario a su adversaria del bloque oficialista, Lizeth Sánchez García