En el mundo digital emergió un fenómeno que los expertos han bautizado como "cosmeticorexia", esta tendencia describe una obsesión creciente por adquirir cosméticos y productos anti-edad. Los principales afectados y consumidores son niñas y adolescentes, quienes, desde temprana edad, influenciadas por contenido viral, buscan replicar lo que vieron en línea.
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En entrevista con El Sol de Puebla, especialistas consideraron que esta nueva tendencia, podría tener efectos negativos a largo plazo, principalmente de salud, ya que su piel es más sensible y crece la posibilidad de alergias o daños en la piel, así como problemas psicológicos, ya que las menores actúan como adultas, cuando estos patrones no les corresponden.
Desde su óptica, este tipo de modas motivan la hipersexualización infantil, lo que dará como resultado a una niña, niño o adolescente con actitudes no aptas para su edad. En este material, los entrevistados darán sus sugerencias a los padres de familia, entre las que destacan, un acceso limitado de las redes sociales.
Infancias, preocupadas por su apariencia física y el envejecimiento
Recientemente en redes sociales, nació la polémica de los menores de edad (principalmente del sexo femenino) que prefieren cosméticos en vez de juguetes. Así como hay influencers que los defienden y dicen que “los tiempos han cambiado”, hay usuarios que rechazan totalmente que los padres lleven a sus hijos a adquirir estos productos “como si fueran dulces”.
Hay diversos videos en donde trabajadoras de tiendas de cosméticos, aseguran que las niñas adquieren productos innecesarios y que sus madres gastan cantidades excesivas por ellos. Los menores de edad que adquieren estos productos pertenecen a la “Gen Alfa”, es decir, que son nacidos después del año 2010.
Los influencers que se dedican al maquillaje están divididos, mientras que unos dicen que las generaciones han cambiado y que es bueno que los menores cuiden su rostro, otros comentaron que es innecesario que un infante compre productos para no envejecer.
Los usuarios culparon de esta nueva tendencia a los “Get Ready With Me” (GRWM) que son vídeos en donde los influencers se arreglan enfrente de la cámara y les van contando a sus seguidores su día o los productos que usan. Este hashtag #GRWM tiene más de 180 mil millones de vistas.
Ante este panorama, los expertos decidieron ponerle un nombre y lo nombraron "cosmeticorexia", un término utilizado para describir una obsesión excesiva por el uso de productos cosméticos y tratamientos anti-edad.
Este fenómeno implica una preocupación extrema por la apariencia física, llevando a las personas, en este caso a las madres de los menores, a gastar grandes cantidades de dinero. Similar al concepto de anorexia, donde las personas tienen una percepción distorsionada de su cuerpo, la “cosmeticorexia” refleja una obsesión por alcanzar una apariencia física ideal.
Menores de edad sólo necesitan comer bien y usar bloqueador
La cosmetóloga Abigail Sánchez explicó que la participación de los menores de edad en el uso de cosméticos y rutinas de cuidado de la piel conlleva varios riesgos, el primero es a reacciones alérgicas, debido a que son más sensible. El uso excesivo de productos cosméticos puede provocar irritaciones, erupciones cutáneas o alergias.
También el uso continuo e inadecuado, especialmente aquellos que contienen ingredientes agresivos como fragancias artificiales, conservantes o químicos abrasivos, puede causar daño a largo plazo, como la pérdida de elasticidad, sequedad crónica o aumento de la sensibilidad cutánea. A su edad, sólo necesitan comer bien y usar bloqueador para tener una piel sana, dijo.
Por otro lado, aceptó que es un gasto fuerte el comprar productos cosméticos y tratamientos, lo que puede tener un impacto significativo en las finanzas personales de sus familias, especialmente si se cae en el hábito de comprar constantemente.
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“Es importante que los menores de edad utilicen productos cosméticos de manera moderada y bajo la supervisión de adultos responsables, y que se promueva una imagen corporal positiva basada en la salud y el bienestar en lugar de los estándares de belleza idealizados. Se debe fomentar una relación saludable con el cuidado de la piel que priorice la protección y la salud de la piel sobre la apariencia superficial”, opinó.
Comienza siendo un juego, pero motiva la hipersexualización infantil
La psicóloga Fernanda Parra, recordó que, en últimos años, es más frecuente ver a menores de edad en redes sociales recreando maquillajes, bailes, vistiendo como personas más grandes y actuando como adultos. Para ella como especialista, podría empezar como un juego, pero motiva la hipersexualización infantil.
Si bien, los padres a veces ocupan las redes sociales para distraer a sus hijos o entretenerlos mientras hacen otras actividades, para la psicóloga es importante que todo lo digital esté vigilado y que no exceda cierto tiempo, ya que podría influenciar de manera negativa.
“Sí es un problema y lo detona el acceso excesivo a redes sociales, también creo que uno de los problemas más importantes en este tema es el rol de la familia y de los padres. Ser padres es una responsabilidad enorme y lo acentúo mucho porque un niño no tendría por qué tener acceso a redes sociales sin control alguno, como padres debemos de estar involucrados”, declaró.
Las infancias pierden “naturalidad de ser niños” y recrean comportamientos de adultos como querer tener un novio, besarse o hasta ya tener curiosidades en el ámbito sexual. “Es peligrosa la hipersexualidad porque el acceso a redes les habla de un mundo que ellos no conocen. Además, los expone a ser vistos por una cámara. Muchas cosas ellos no lo ven mal, empieza como un juego, pero posteriormente, si mayor acercamiento tienen con este tipo de conductas, perderán su infancia”, puntualizó.
Por ello, sugirió restringir y supervisar el acceso de los menores de edad a las redes sociales, ya que es fundamental para proteger su seguridad, promover un uso saludable de la tecnología y fomentar una comunicación abierta y honesta entre padres e hijos.