El nuevo Reglamento de la Ley de Transporte del Estado de Puebla, expedido en junio, no mejoró las condiciones de los taxistas de las unidades tradicionales en la entidad, pues los mantiene en desventaja frente a los operadores del servicio ejecutivo o de plataforma, además de que emite una regulación de tarifas que, creen los involucrados, difícilmente se llevará a cabo, como se propone en esta nueva normativa.
Ante la exigencia constante de un "piso parejo", los taxistas tradicionales afirmaron que los cambios a la ley no garantizan una competencia leal entre ambos servicios, ya que no les exige los mismos requisitos a ambos competidores.
El ordenamiento pide una serie de requisitos para taxistas, pero no a plataformas como Uber, Didi o Cabify, entre los que se encuentran tener vehículos con ciertos colores y rótulos. Los choferes de taxi también deben poseer una licencia tipo mercantil que, para obtenerla, deben de acreditar una variedad de exámenes que determinen que son aptos para ofrecer el servicio.
Licencia de conducir, hasta 180% más cara
El pago de una licencia hasta 180 por ciento más cara respecto a la de conductores de plataformas digitales es a lo que se enfrentan los choferes de taxis tradicionales, pues a este sector se le pide tramitar una para el servicio de transporte mercantil, mientras que para Uber, Didi y Cabify se les permite de tipo automovilista.
Este ha sido uno de los constantes reclamos que conductores de taxi han manifestado debido al elevado costo de la identificación y los múltiples requisitos con los que deben cumplir para poder acceder a este, y que se mantiene como obligación en la nueva legislación.
Salvador Bravo, conductor desde hace 6 años y actual operador en San Miguel, pidió igualdad de condiciones entre ambos sectores: “A ellos no les piden una certificación, nosotros tenemos que tomar cursos, nos hacen antidoping, prueba de la vista, nos piden muchas cosas como para que ellos (los conductores de plataformas digitales) de buenas a primeras puedan trabajar; si quieren ser choferes mercantiles, que trabajen con esa licencia o que a nosotros nos dejen trabajar con licencia particular”, reclamó.
A la protesta se unió Alejandro Aguilar, cuya central se llama IMSS-La Margarita, quien acusó que las condiciones de desigualdad a las que se enfrentan respecto a servicios ejecutivos no es un tema nuevo, pues es algo que vienen ‘arrastrando’ desde la llegada de aplicaciones en la entidad en 2015.
“Siempre ha existido una desigualad respecto a nosotros. A mí el gobierno me exige una certificación, además de antecedentes no penales, cambio de licencia, todo esto implica muchísimo dinero, no podemos con todo eso”, consideró.
También Ignacio Pérez, conductor de Taxi Plaza Dorada, reprochó que a su gremio se le someta a exámenes para obtener la licencia, situación que implica un gasto extra que, asegura, cuesta recuperar.
Para obtener la licencia mercantil—con vigencia de tres años—, los interesados deben de entregar una constancia de no antecedentes penales y un curso de capacitación, además de documentos de identificación básicos. También deben presentar un examen de agudeza audiovisual, exámenes toxicológicos, psicométricos y de alcoholemia, de acuerdo con la plataforma del gobierno del estado.
El costo de este tipo de permiso es de 2 mil 370 pesos, que incluye:
Licencia: mil 360 pesos
Examen médico: 145 pesos
Examen toxicológico (con vigencia de un año): 865 pesos
En caso de que el examen toxicológico esté vigente el costo es de mil 505 pesos, que incluye:
Licencia: mil 360 pesos
Examen médico: 145 pesos
En tanto que para la licencia para los conductores de taxis ejecutivos solo se requiere acta de nacimiento, CURP, comprobante de domicilio y les piden realizar examen teórico de conocimientos básicos de educación vial.
El plástico tiene un costo de 840 pesos con vigencia de tres años y para cinco años asciende a mil 235 pesos.
No hay diferencia entre unidad tradicional y de aplicación
Cuando llegaron las aplicaciones a territorio poblano la principal diferencia con el servicio tradicional era la atención que los operadores tenían con los pasajeros: abrirles la puerta, regalar botellas de agua o algún dulce y permiso para conectar el teléfono móvil para cargar la batería o elegir la música que se escuchaba en el vehículo. No obstante, con el paso del tiempo estas atenciones se fueron perdiendo y, a decir de choferes de taxis tradicionales, la calidad en el servicio se colocó en igualdad de condiciones.
Por ello, los operadores coincidieron en que, si ofrecen la misma calidad a la hora de realizar un traslado, deberían de estar regulados de la misma forma, es decir que el requerimiento de documentos, exámenes y pruebas se aplique para ambos servicios.
Incluso, acusaron que el panorama de inseguridad del que eran señaladas sus unidades también “alcanzó” a los servicios ejecutivos, pues recordaron algunos hechos delincuenciales en donde choferes de estos vehículos se vieron involucrados y aseguraron que la seguridad que prometían también dejó de existir.
“La atención que brindamos es la misma, ya no hay una diferencia entre un (taxi) negro y un Uber o un Didi, de ejecutivo ya no tienen nada (…) La delincuencia ya nos agarró parejo, antes decían que éramos nosotros los que estábamos relacionados con los rateros y ¿qué pasa con los casos de secuestro del Didi o Uber? También son peligrosos, ya no tienen ventaja sobre nosotros”, opinó Salvador Bravo.
No obstante, coincidieron en que la posibilidad de que los clientes accedan a un vehículo de transporte de manera digital sin tener que esperar en vía pública sigue siendo una ventaja para los taxis de plataforma, además de que cada día son más las personas que tienen a su alcance un dispositivo móvil y saben cómo utilizar y solicitar este tipo de servicios.
“Desde que llegaron los taxis de plataforma se vino para bajo esto (el taxi tradicional) porque antes teníamos bastante trabajo, no teníamos competencia, la gente decidía entre transporte público o un coche particular, pero llegaron y todo se vino abajo para nosotros. Incluso hacemos base acá (en una plaza comercial) y salen 10 o 12 de plataforma por uno de nosotros”, dijo Jorge Mila, taxista por más de 28 años.
Subrayaron que son los adultos mayores quienes usan el transporte particular tradicional ya que la mayoría desconoce el funcionamiento de las herramientas digitales.
Para Salvador Bravo, las autoridades en la entidad no debieron permitir la llegada de estos modelos de taxis, ya que es desleal su manera de operar. Resaltó el cobro de servicio en efectivo y tarjeta: “Si se supone que son ejecutivos, su cobro únicamente tendría que ser con tarjeta, pero eso no sucede. Su presencia es totalmente desleal cuando ellos no pagan lo mismo que nosotros pagamos”.
A esto sumó que las unidades de la competencia suelen estar en malas condiciones pues cuentan con golpes, en tanto que si ellos manejan una unidad en esas condiciones son enviados al corralón pues se les exige que los vehículos estén limpios y en buenas condiciones.
“Son muchas preferencias que ellos tienen, a ellos ¿Quién los autorregula? A nosotros nos tienen controladísimos. Nosotros le sufrimos bastante. La plataforma nos ha pasado atraer a todos”, declaró.
¿Qué dice el nuevo Reglamento de Transporte?
El nuevo ordenamiento contempla que taxis, tanto tradicionales como de plataforma, deben de tener, por lo menos, las siguientes características: cinturones de seguridad, bolsas de aire frontales, frenos ABS, sistema de anclaje para asientos de infantes y control electrónico de estabilidad.
Por su parte, solo los conductores de taxi deberán colocar un gafete de identificación al interior del vehículo, otorgado por la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT), con la intención de que usuarios conozcan los datos relativos al conductor. La credencial debe de contar con nombre y fotografía, vigencia, tipo de vehículo, número de folio del gafete y teléfono para quejas y sugerencias del servicio.
Además, las unidades de taxi necesitan tener en la parte superior un anuncio que las identifique como taxis, el cual deberá tener iluminación por las noches, letrero que no podrá ser mayor de cuarenta centímetros de largo por veinte centímetros de alto.
Los taxis que presten el servicio dentro del municipio de Puebla tiene que estar pintados de color negro con el toldo en color amarillo; los que cuentan con registro para prestar el servicio en los demás municipios del territorio poblano, son obligados a estar pintados en color azul claro y las puertas en color crema, a excepción de los que no pertenezcan a las cabeceras municipales, los que además deberán estar pintados con una franja de color naranja de treinta centímetros de ancho que atraviese la parte central del cofre, toldo y cajuela del vehículo.
En todos los casos de taxi tradicional en ambas portezuelas delanteras tiene que estar pintado un triángulo equilátero, con el vértice hacia abajo con una longitud de treinta y cinco centímetros por lado y dentro de la figura geométrica se debe de leer el número completo del permiso, el de las placas y del sitio o localidad al que pertenezcan.
El número de placas también estará pintado en la parte posterior, es decir en la tapa o en la cajuela del equipaje. Mientras que el nombre del sitio estará colocado sobre el medallón, con letras mayúsculas de imprenta de siete centímetros.
El nuevo reglamento estipula que los taxis metropolitanos estarán sujetos a la cromática, diseño y tipografía que se determine en el estudio técnico correspondiente, mismo que, hasta el corte de esa edición no se ha dado a conocer.
En contraste, a los de servicio de transporte ejecutivo se les pide poseer un distintivo con las especificaciones que establezca la Secretaría, que aún se desconocen, porque no las ha emitido.
Además, deben demostrar que fueron aprobados en diagnósticos psicométricos e investigación socioeconómica y constancia de capacitación en materia e igualdad de género, no discriminación y derechos humanos.
El nuevo reglamento estipula que todos los vehículos motorizados operados por los prestadores de servicios de transporte en la entidad deben concretar una verificación ambiental (la que resulta imposible por ahora porque el gobierno del estado no ha reactivado el servicio a través de los nuevos verificentros). En caso de no hacerlo, los concesionarios no aprobarán la revista anual y, por ende, serán sancionados con la posibilidad de perder el permiso.
En ese tenor, también se indicó la vida útil de las unidades. En el caso del taxi tradicional es de siete años y en los taxis de plataforma será de cinco años solamente.
Se precisa que las tarifas para los servicios de taxi y ejecutivos tendrán tarifas por tiempo y distancia de recorrido, pero no se aclara cómo se van a definir.
Ahora bien, la secretaría del ramo (SMT) es la autoridad encargada de autorizar tarifas para el servicio de taxi tradicional y ejecutivo, así como su modificación o ajuste a las mismas a través de estudios técnicos integrales para determinar si procede un incremento o no.
A partir de que fue publicado el estatuto, los conductores de vehículos del servicio mercantil y ejecutivo de transporte tienen la obligación de someterse a exámenes médicos y toxicológicos con la intención de verificar que no representen un riesgo para la seguridad de las personas usuarias y de terceros. En este sentido, los exámenes se practicarán con la periodicidad que la Secretaría determine.
