El estado de Puebla es líder nacional en producción de tejocote y no sólo eso, sino que el 90 por ciento de todo lo que se vende en el país proviene de este territorio, principalmente de dos municipios: Calpan y Huejotzingo. En este último se centrará este trabajo periodístico, donde los productores no solo venden el fruto al resto del país, sino que lo exportan a Estados Unidos (el principal comprador) y Guatemala.
Se acerca la navidad y los campos de Huejotzingo se pintan de color naranja. Es inevitable percibir el peculiar olor de los tejocotes que se ocupan en el ponche de diciembre y los pobladores saben que su llegada significa buen agüero, pues es sinónimo de trabajo y, por tanto, de un cierre de año con más recursos económicos.
En comparación con el año pasado, la producción bajó en un 40 por ciento por las granizadas, de acuerdo con las personas que se dedican a sembrarlo. Sin embargo, Huejotzingo sigue siendo clave para el rendimiento de la llamada “manzana de indias” y para este 2022 estiman concluir con la comercialización de 3 mil toneladas.
Es la derrama económica más importante para el pueblo
Agustín Pérez Méndez es originario de Santa María Atexcac en Huejotzingo y para él su vida es el tejocote. Toda su familia se ha dedicado a su producción y ahora sigue los pasos de sus antepasados llevando esta fruta a varios estados del país, principalmente a Nuevo León, Aguascalientes, Jalisco y a su comprador número uno: Estados Unidos.
Para “Don Agus”, el tejocote le ha dado todo, su casa, su coche, la educación para sus hijos, pero está seguro de que no ha sido el único beneficiado, pues el 90 por ciento de los habitantes de esta localidad se dedican a lo mismo y si no producen, compran y revenden, trabajan en el corte y otros consiguen trabajo de empacadores. “Es la derrama económica más importante para el pueblo”, expuso.
En años anteriores, su tejocote era muy mal pagado, pues no sabía los procesos para exportar, ni tenía empacadora, pero cuando decidió adquirir su propia clasificadora de tejocote y no tener varios intermediarios para la venta de su producto todo cambió. Hace 10 años le daban cuatro pesos por un kilo y hoy en día le pagan 20 pesos.
Actualmente él y su esposa, Guillermina Luna, le dan trabajo a 12 pobladores de Atexcac, quienes lo apoyan en el empaque, es decir, que ellos lo seleccionan, lo limpian, revisan que esté en buen estado y lo colocan en cajas para ser enviados a otros destinos. Su objetivo es que el tejocote tenga la mejor calidad posible y que los oficiales de migración no regresen el producto.
“Manejo exportación, trabajo en conjunto con una persona que ya exporta y estoy encargado de la producción, es una cadena de trabajo en Huejotzingo y es un gran equipo (…) en 2015 empezamos a vender a Estados Unidos y no sólo vendemos ahí, sino que en Guatemala también manejamos exportación”, compartió.
En Estados Unidos los que más adquieren esta fruta son Texas y Washington D. C.; su entrada siempre es por McAllen y desconoce el motivo de la alta demanda, pero cree que uno de los factores puede ser que en ambas entidades hay muchos mexicanos que extrañan el sabor de un tradicional ponche. El corte de tejocote en Atexcac inició el 1 de septiembre y su primer embarque se mandó el 10 de septiembre a USA.
“Para la comunidad la exportación es muy buena porque antes este producto tenía otro valor, venían comerciantes de otros lados y ellos ponían sus precios, ahora no, ahora nosotros los ponemos (…) tan sólo nosotros en el año pasado mandamos 220 toneladas y este queremos llegar a las 300, le estamos echando ganas”, agregó.
Aceptó que en comparación con el año pasado bajó la producción en un 40 por ciento, esto se debió a las granizadas que se registraron a finales del 2021 y en lo que va del presente 2022. No obstante, cree que siguen siendo primer lugar en producción debido a que cada vez son más los vecinos interesados en sembrarlo y luego venderlo. “Los nuevos productores contrarrestaron las pérdidas que tuvimos los otros”, apuntó.
Granizadas y mosca de la fruta: principales miedos
El señor José Damián Terreros es otro de los productores de Atexcac que se dedica a exportar el producto y para que su tejocote se fuera a Estados Unidos tuvo que invertir mucho dinero en captadores de agua, en “trampas matadoras” para animales de campo y fumigantes, pero aseguró que todo ha valido la pena cuando sabe que sale del país.
Estima que este año sus huertas darán como resultado 48 toneladas de tejocote y todas se irán al país vecino. Nada se quedará ni en Puebla ni en otro Estado de México.
“Soy productor de tejocote, mi vida y mi misión es el tejocote y nuestra fruta es de calidad porque es de exportación, para lo cual hemos invertido y la verdad da gusto trabajar porque ahí están los resultados. Sólo somos mi esposa y yo, pero en épocas de corte le damos trabajo a más pobladores”, comentó.
Cuida demasiado su fruta para que pase todos los controles de calidad, pero una de sus principales preocupaciones es la “rhagoletis pomonella”, o mejor conocida como mosca de la fruta, ya que es una de las principales plagas de tejocote y si no se atiende a tiempo puede ocasionar la pérdida de 100 por ciento de la cosecha.
Hasta el momento no ha sido víctima de esta plaga, pero es un problema que existe y del que podrían ser víctimas todos los productores. Para que no lleguen a sus árboles es fundamental que instalen trampas o apliquen tratamientos.
Otro de los factores que podrían poner en riesgo la producción son las granizadas, por lo que José Damián pidió apoyo de las autoridades para que puedan instalar mallas antigranizos y sus huertos estén protegidos.
“Ojalá que nos apoyen con esas mallas para los que tenemos huertos comerciales ya que en comparación con el año pasado mi producción bajó y fue por el siniestro, por los granizos, pero también este año hubo muchos factores climáticos, se cocieron antes de tiempo los tejocotes, pero sí alcancé buenos niveles de producción”, externó.
Crean cooperativa para darle un valor agregado al tejocote
Abigail Gordillo Pérez es productora de tejocote, pero no sólo eso, sino que ahora va encaminada al emprendedurismo gracias a este pequeño frutal. Ella y 16 campesinos de Santa María Atexcac se unieron para crear una cooperativa de nombre “Valle Izta-Popo”, la cual tiene como objetivo darle un valor agregado a la también llamada manzanita tecojotera.
Abi explicó que todos ellos siempre habían visto al tejocote como una fuente de ingresos, pero desde hace cuatro meses decidieron darle un nuevo aire y no sólo sembrarlo y venderlo, sino que explotar sus otros derivados: licor, mermeladas, ate (dulce concentrado), pulpa, entre otros.
Los integrantes de este grupo crearon un pequeño taller en donde experimentaron para hacer varios productos y de ahí nació la marca Atexcac Frut, la cual en próximas semanas registrarán para darle formalidad a su emprendimiento.
Con la pulpa han creado tamales de tejocote, nieves de tejocote, pasteles de tejocote y todo lo que sale de su imaginación, pues esta parte blanda extraída es muy noble y se acopla a muchos productos.
El que encabeza la cooperativa es Rigoberto Flores, quien compartió que el objetivo es que los productores puedan tener más fuentes de ingresos y que se diversifiquen. Además, la Secretaría de Desarrollo Rural lo ha apoyado con capacitaciones y espacios para que puedan presentar sus “creaciones comestibles”.
“Estamos en los corredores de ofrendas de la ciudad de Puebla y también nos darán espacio en Parque Puebla (…) toda la vida habíamos producido y vendido el tejocote, pero con sus derivados apenas empezamos (…) queremos que crezca la producción del tejocote, pero que también se conozca todo lo que puede hacerse con él”, destacó.
Uno de los propósitos de este grupo es que todo el tejocote se use, ya que los productores que envían a Estados Unidos no ocupan las piezas que están golpeadas o que no tienen el tamaño necesario, empero, sigue siendo una fruta útil para hacer conversas u otros derivados.
“Queremos sacarle provecho a todo, que no haya mermas porque en años anteriores tiraban mucho tejocote a la basura solo por golpes y justo por esos golpes los teníamos que bajar de peso, pero nosotros podemos darle otro uso, porque en sabor y calidad siguen estando perfectos”, precisó.
De acuerdo con el gobierno de México, esta fruta aporta una gran cantidad de sustancias benéficas para la nutrición, como el calcio, que protege los huesos y dientes, además de favorecer la flexibilidad de los músculos, la coagulación sanguínea y la transmisión de impulsos a través del sistema nervioso. Contiene vitaminas C y B; es diurético y antiespasmódico; ayuda a disminuir el nivel de colesterol en la sangre.
Primera Feria del Tejocote, 19 y 20 de noviembre
Para que la cooperativa antes mencionada pueda presentar sus productos y los campesinos que venden tejocote al mercado local puedan expandir sus ventas, los pobladores están impulsando la primera feria del tejocote en el municipio de Huejotzingo, la cual tendrá fecha los próximos 19 y 20 de noviembre.
“Tenemos una nueva propuesta para todos en el pueblo. Santa María Atexcac es de los más fuertes en producción de tejocote, entonces su valor ha aumentado, pero nosotros con sus nuevas presentaciones podemos incrementar ese valor. Queremos mostrarles a muchas personas todo lo que se puede hacer con el tejocote”, dio a conocer Berenice Martínez, productora.
Berenice también es vendedora de este producto y compartió que estos últimos meses son de gran importancia para los pobladores de Atexcac, ya que es una derrama económica que les ayudará para empezar con el pie derecho el próximo año.
Ella se dedica a vender tejocote en la Central de Abasto de la capital poblana y aseguró que los compradores prefieren el tejocote de esta comunidad, ya que su tamaño se asemeja al de una manzana pequeña y su sabor es dulce, no amargo como en el de otros lugares.
“El tejocote es muy necesario para las fechas decembrinas, el tejocote es esencial para el ponche, para los dulces típicos y los compradores lo prefieren, el tejocote de Atexcac tiene muy buenos comentarios, muy buena presentación, es una fruta de calidad y sabor”, externó.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del gobierno federal informó que el tejocote poblano posee una amplia adaptación a las condiciones de suelo y ambiente. En suma, es muy noble y se aprovecha todo desde la raíz hasta la fruta, ya que se consume en fresco como centro de mesa, para las piñatas y aguinaldos. También se transforma en ates, mermeladas y conservas.
La palabra tejocote deriva del náhuatl texocotl, que significa fruta agria silvestre o dura, pertenece a la familia de las Rosáceas y concretamente al género Crataegus, el cual agrupa alrededor de 140 especies. En el continente americano se localizan 100 de ellas, y alrededor de 13 crecen en la República Mexicana.
Después de Puebla, los lugares en donde más se produce son Estado de México, Tlaxcala, Chiapas, Michoacán, Hidalgo y Morelos, en ese orden.
