/ jueves 6 de diciembre de 2018

Culto al maíz

Para nuestros ancestros, el maíz era la materia misma con la que se creó la humanidad, lo cual le otorga un valor simbólico que trasciende su importancia como alimento.

El maíz significa un principio vital y un elemento fundamental de la cosmovisión de los pueblos indígenas. Para muchos mexicanos, sigue siendo un dador de vida y un elemento fundamental de identidad.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, el maíz es originario de México, y su importancia va más allá del aspecto económico, pues se entrelaza con siglos de cultura.

Fue de gran importancia entre los pueblos de Mesoamérica, constituyó su base alimenticia por ser uno de sus alimentos de mayor valor y era preparado en multitud de formas como los atoles, tamales, pozoles y tortillas que siguen siendo hasta la actualidad elementos indispensables en la alimentación de nuestro país.

El maíz, es una de las más valiosas aportaciones de las culturas mesoamericanas a la humanidad, además, es necesario aclarar que no es un producto natural, sino que se consiguió mediante la domesticación de alguna gramínea silvestre, sin que hasta la fecha se pueda precisar de cuál de ellas o en qué sitio se consiguió por primera vez.

La domesticación y desarrollo del maíz fue un proceso que incluyó, sobre todo, diversas áreas del sur y el centro de México, lo que requirió del interés, la sabiduría y la pasión de miles de experimentadores agrícolas durante miles de años.

Esta planta perteneciente al género de las gramíneas se ha convertido, no solo en México sino en buena parte del mundo, en sustento permanente de múltiples grupos campesinos, en el alimento de millones de trabajadores urbanos, así como en materia prima estratégica de la ganadería mundial y la industria de alimentos.

Dada la importancia del maíz, para algunas comunidades es un alimento digno de veneración. En la parte sur del Estado de Puebla, colindando con Tepexi de Rodríguez, Juan N. Méndez y Coyotepec, se localiza Ixcaquixtla, el único municipio de la Mixteca poblana que rinde culto al maíz.

Desde hace más de 30 años, el municipio de Ixcaquixtla mantiene la costumbre de venerar al maíz, con el fin de tener una buena cosecha durante el año; por ello, esta región poblana es considerada como la única mixteca en donde sus campesinos tienen respeto por su cultivo; asegurando que mantienen sus raíces intactas.

Incluso, cada año, se realiza la “Noche del Maíz”, un evento cultural y gastronómico, con el fin de atraer a los turistas para que conozcan los platillos tradicionales que se realizan en la comunidad, en donde el ingrediente principal es el “oro amarillo”.

Dentro de la celebración se reconoce el esfuerzo a los productores y mujeres del campo, durante el festejo se puede degustar de platillos a base de maíz que preparan maestros y alumnos de las escuelas del municipio, hay bailables, poesías, así como música ranchera; la fiesta se lleva a cabo las primeras semanas de diciembre.

Durante esta fiesta también se les da protagonismo a otros productos a base de frijol, calabaza y trigo; además, los pobladores realizan tejidos especiales que son fabricados con materiales que se obtienen en el campo, con el fin de resaltar la actividad que se realiza en el municipio de Ixcaquixtla.

Quienes asisten a dicha celebración, además de conocer y ser parte de una antigua tradición de nuestro país, tienen la oportunidad de admirar la historia colonial que compone a esta región o caminar por sus largos y verdes senderos.

Sin duda el Estado de Puebla nunca deja de sorprender a propios y a extraños, por su riqueza cultural, natural y gastronómica. Vale la pena aventurarse y formar parte de celebraciones como la del culto al maíz en Ixcaquixtla.


monserrat.publicaciones@gmail.com


Para nuestros ancestros, el maíz era la materia misma con la que se creó la humanidad, lo cual le otorga un valor simbólico que trasciende su importancia como alimento.

El maíz significa un principio vital y un elemento fundamental de la cosmovisión de los pueblos indígenas. Para muchos mexicanos, sigue siendo un dador de vida y un elemento fundamental de identidad.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, el maíz es originario de México, y su importancia va más allá del aspecto económico, pues se entrelaza con siglos de cultura.

Fue de gran importancia entre los pueblos de Mesoamérica, constituyó su base alimenticia por ser uno de sus alimentos de mayor valor y era preparado en multitud de formas como los atoles, tamales, pozoles y tortillas que siguen siendo hasta la actualidad elementos indispensables en la alimentación de nuestro país.

El maíz, es una de las más valiosas aportaciones de las culturas mesoamericanas a la humanidad, además, es necesario aclarar que no es un producto natural, sino que se consiguió mediante la domesticación de alguna gramínea silvestre, sin que hasta la fecha se pueda precisar de cuál de ellas o en qué sitio se consiguió por primera vez.

La domesticación y desarrollo del maíz fue un proceso que incluyó, sobre todo, diversas áreas del sur y el centro de México, lo que requirió del interés, la sabiduría y la pasión de miles de experimentadores agrícolas durante miles de años.

Esta planta perteneciente al género de las gramíneas se ha convertido, no solo en México sino en buena parte del mundo, en sustento permanente de múltiples grupos campesinos, en el alimento de millones de trabajadores urbanos, así como en materia prima estratégica de la ganadería mundial y la industria de alimentos.

Dada la importancia del maíz, para algunas comunidades es un alimento digno de veneración. En la parte sur del Estado de Puebla, colindando con Tepexi de Rodríguez, Juan N. Méndez y Coyotepec, se localiza Ixcaquixtla, el único municipio de la Mixteca poblana que rinde culto al maíz.

Desde hace más de 30 años, el municipio de Ixcaquixtla mantiene la costumbre de venerar al maíz, con el fin de tener una buena cosecha durante el año; por ello, esta región poblana es considerada como la única mixteca en donde sus campesinos tienen respeto por su cultivo; asegurando que mantienen sus raíces intactas.

Incluso, cada año, se realiza la “Noche del Maíz”, un evento cultural y gastronómico, con el fin de atraer a los turistas para que conozcan los platillos tradicionales que se realizan en la comunidad, en donde el ingrediente principal es el “oro amarillo”.

Dentro de la celebración se reconoce el esfuerzo a los productores y mujeres del campo, durante el festejo se puede degustar de platillos a base de maíz que preparan maestros y alumnos de las escuelas del municipio, hay bailables, poesías, así como música ranchera; la fiesta se lleva a cabo las primeras semanas de diciembre.

Durante esta fiesta también se les da protagonismo a otros productos a base de frijol, calabaza y trigo; además, los pobladores realizan tejidos especiales que son fabricados con materiales que se obtienen en el campo, con el fin de resaltar la actividad que se realiza en el municipio de Ixcaquixtla.

Quienes asisten a dicha celebración, además de conocer y ser parte de una antigua tradición de nuestro país, tienen la oportunidad de admirar la historia colonial que compone a esta región o caminar por sus largos y verdes senderos.

Sin duda el Estado de Puebla nunca deja de sorprender a propios y a extraños, por su riqueza cultural, natural y gastronómica. Vale la pena aventurarse y formar parte de celebraciones como la del culto al maíz en Ixcaquixtla.


monserrat.publicaciones@gmail.com