/ lunes 1 de abril de 2024

Los contrastantes arranques de campaña en Puebla

Las campañas dieron inicio de manera formal en el estado de Puebla y arrancaron justo con la misma dinámica, intensidad y ritmo mostrados en las semanas previas; Alejandro Armenta candidato a la gubernatura y Pepe Chedraui candidato a la ciudad tomaron desde el minuto uno el corazón mismo de la capital y del estado.

Los candidatos de la coalición “sigamos haciendo historia” decidieron hacerse de la plaza pública de las poblanas y poblanos para mandar una señal sólida que quedó plasmada en el ánimo de sus seguidores, de las métricas y de quienes por morbo o por interés legítimo quisieron atestiguar el inicio de las contiendas.

Por su parte, los candidatos al gobierno estatal Eduardo Rivera y a la alcaldía Mario Riestra optaron por iniciar también desde el minuto uno, pero emitiendo desde las redes sociales un mensaje en el que se dijeron contentos y animados por iniciar sus respectivas campañas acompañados por su candidata a la presidencia de la república.

La diferencia es que los primeros lo gritaron a todo pulmón desde un sitio emblemático y los segundos decidieron comunicarlo desde las redes sociales.

Ya en sus respectivos eventos y con sus candidatas a la presidencia de la república, las intenciones y estrategias han quedado claramente trazadas. La oposición va por una campaña de contrastes, de críticas y acusaciones, para cerrar con las propuestas que el electorado quiere y busca para definir.

El partido en el poder va por las ofertas inimaginables, los programas vigentes, las propuestas de ensueño y por supuesto, la promesa de mantener su política estelar sobre una mayor justicia para los más desprotegidos en este país, dedicando de manera notable, cada vez menos tiempo de sus discursos a la crítica o a la referencia directa a sus contrincantes.

En la Plaza de la Libertad Eduardo Rivera y Mario Riestra mostraron su ánimo citando una y otra vez a una Xóchitl Gálvez entrona pero por momentos dispersa. Las denominadas “10 de Lalo” no fueron del todo escuchadas ni aplaudidas por su candidata y eso quedó plasmado en la transmisión que hicieron a través de redes sociales.

Lo que sí quedó claro es que pareció que a la candidata Xóchitl le informaron que venía a Puebla solo a respaldar al candidato Lalo y en cierta medida al candidato Mario. Ella no brilló, el protagonista de la Plaza de la Victoria fue Rivera Pérez.

Y es que si bien es cierto que la candidata Gálvez hizo uso de la palabra, el mensaje que emitió no fue en nada distinto al que ha venido destacando en todos sus eventos; la seguridad de los mexicanos y el dejar de vivir con miedo en este país es su estandarte y parece que nadie la moverá de esa estrategia.

El escenario fue otro en el corazón de la mixteca poblana. En la región de los migrantes, la protagonista central e indiscutible fue la candidata Sheinbaum quien por mucho aprovechó el gesto de Alejandro Armenta para ser ella el centro de atención en un estado que le ha prometido triunfo en todas las candidaturas que están en juego.

Alejandro Armenta entiende con total claridad el complejo juego de la política y sus formas, sabe que ayer era la Doctora la que tenía que brillar, y así fue. El tiene 59 días para hacer lo propio no sin antes garantizar y cumplir sus acuerdos con el presidente y su candidata.

Morena en Puebla sabe el peso que tiene electoralmente en el escenario nacional, por ello su mensaje central es que la denominada cuarta transformación está y deberá estar por encima de todo y de todos, necesitan los votos para garantizar las curules suficientes en el Congreso de la Unión, esa es la meta primaria.

La oposición sabe que los triunfos en Puebla no están cerca, sus candidatos tienen un reto mucho más complejo y volátil; tienen que defender las posiciones que hoy poseen, ganar la gubernatura, retener la alcaldía y hacer todo lo posible por empujar la candidatura de su carta a la presidencia, todo en 60 días.

Morena y sus aliados informaron de un evento con 25 mil asistentes en Izúcar de Matamoros, mientras que el PAN y sus aliados afirmaron haber concentrado a 20 mil simpatizantes en la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe. Sin embargo, más allá de las cifras, este fue apenas el primer evento de muchos que vienen por delante y habrá que medir la tenacidad y la consistencia de ambos frentes.

A partir de hoy será clave observar cuál de las dos opciones que tienen enfrente los electores poblanos mantiene la disciplina, la potencia, la estrategia y la concentración para no caer en errores y sobre todo, para demostrar cuál de las dos campañas está ahí no para ver si puede, sino porque puede, ganará el próximo 2 de junio.


Las campañas dieron inicio de manera formal en el estado de Puebla y arrancaron justo con la misma dinámica, intensidad y ritmo mostrados en las semanas previas; Alejandro Armenta candidato a la gubernatura y Pepe Chedraui candidato a la ciudad tomaron desde el minuto uno el corazón mismo de la capital y del estado.

Los candidatos de la coalición “sigamos haciendo historia” decidieron hacerse de la plaza pública de las poblanas y poblanos para mandar una señal sólida que quedó plasmada en el ánimo de sus seguidores, de las métricas y de quienes por morbo o por interés legítimo quisieron atestiguar el inicio de las contiendas.

Por su parte, los candidatos al gobierno estatal Eduardo Rivera y a la alcaldía Mario Riestra optaron por iniciar también desde el minuto uno, pero emitiendo desde las redes sociales un mensaje en el que se dijeron contentos y animados por iniciar sus respectivas campañas acompañados por su candidata a la presidencia de la república.

La diferencia es que los primeros lo gritaron a todo pulmón desde un sitio emblemático y los segundos decidieron comunicarlo desde las redes sociales.

Ya en sus respectivos eventos y con sus candidatas a la presidencia de la república, las intenciones y estrategias han quedado claramente trazadas. La oposición va por una campaña de contrastes, de críticas y acusaciones, para cerrar con las propuestas que el electorado quiere y busca para definir.

El partido en el poder va por las ofertas inimaginables, los programas vigentes, las propuestas de ensueño y por supuesto, la promesa de mantener su política estelar sobre una mayor justicia para los más desprotegidos en este país, dedicando de manera notable, cada vez menos tiempo de sus discursos a la crítica o a la referencia directa a sus contrincantes.

En la Plaza de la Libertad Eduardo Rivera y Mario Riestra mostraron su ánimo citando una y otra vez a una Xóchitl Gálvez entrona pero por momentos dispersa. Las denominadas “10 de Lalo” no fueron del todo escuchadas ni aplaudidas por su candidata y eso quedó plasmado en la transmisión que hicieron a través de redes sociales.

Lo que sí quedó claro es que pareció que a la candidata Xóchitl le informaron que venía a Puebla solo a respaldar al candidato Lalo y en cierta medida al candidato Mario. Ella no brilló, el protagonista de la Plaza de la Victoria fue Rivera Pérez.

Y es que si bien es cierto que la candidata Gálvez hizo uso de la palabra, el mensaje que emitió no fue en nada distinto al que ha venido destacando en todos sus eventos; la seguridad de los mexicanos y el dejar de vivir con miedo en este país es su estandarte y parece que nadie la moverá de esa estrategia.

El escenario fue otro en el corazón de la mixteca poblana. En la región de los migrantes, la protagonista central e indiscutible fue la candidata Sheinbaum quien por mucho aprovechó el gesto de Alejandro Armenta para ser ella el centro de atención en un estado que le ha prometido triunfo en todas las candidaturas que están en juego.

Alejandro Armenta entiende con total claridad el complejo juego de la política y sus formas, sabe que ayer era la Doctora la que tenía que brillar, y así fue. El tiene 59 días para hacer lo propio no sin antes garantizar y cumplir sus acuerdos con el presidente y su candidata.

Morena en Puebla sabe el peso que tiene electoralmente en el escenario nacional, por ello su mensaje central es que la denominada cuarta transformación está y deberá estar por encima de todo y de todos, necesitan los votos para garantizar las curules suficientes en el Congreso de la Unión, esa es la meta primaria.

La oposición sabe que los triunfos en Puebla no están cerca, sus candidatos tienen un reto mucho más complejo y volátil; tienen que defender las posiciones que hoy poseen, ganar la gubernatura, retener la alcaldía y hacer todo lo posible por empujar la candidatura de su carta a la presidencia, todo en 60 días.

Morena y sus aliados informaron de un evento con 25 mil asistentes en Izúcar de Matamoros, mientras que el PAN y sus aliados afirmaron haber concentrado a 20 mil simpatizantes en la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe. Sin embargo, más allá de las cifras, este fue apenas el primer evento de muchos que vienen por delante y habrá que medir la tenacidad y la consistencia de ambos frentes.

A partir de hoy será clave observar cuál de las dos opciones que tienen enfrente los electores poblanos mantiene la disciplina, la potencia, la estrategia y la concentración para no caer en errores y sobre todo, para demostrar cuál de las dos campañas está ahí no para ver si puede, sino porque puede, ganará el próximo 2 de junio.