"Los hombres no lloran", al menos es lo que nos han enseñado a través de muchas generaciones. La realidad es que este tipo de clichés esconden un problema social muy fuerte, un estereotipo masculino que se debe dejar en el pasado. En la sociedad moderna es necesario explicar que los hombres sí lloran y pueden ser emocionales, porque esta capacidad de empatizar es la que nos hace humanos.
El creer que un hombre pierde su identidad masculina si muestra sus emociones es porque su masculinidad está asociada al machismo controlador y agresivo. Lo que se espera de ellos es que sean siempre fuertes y protectores, proveedores e imperturbables Asegura Jaqueline Machado Garduño, especialista en sexualidad y desarrollo de consciencia
Explica que desde niños, hombres y mujeres manejamos las emociones de forma muy diferente. Las mujeres somos propensas a expresar lo que sentimos de forma directa buscando el apoyo de amigos y familiares, mientras que los hombres suelen ocultar sus emociones para que no se les perciba como sensibles o vulnerables, ya que culturalmente se le ha enseñado que tienen que ser autosuficientes.
Esta diferencia de género ha persistido a lo largo de la vida, pese a que la realidad es que los hombres suelen estar mucho más estresados que las mujeres y son más susceptibles a las emociones pero, a su vez, hacen más esfuerzo por evitarlas ya que no siempre saben cómo gestionarlas, expone Machado.
Innegablemente los hombres están sometidos a la presión social de no expresar cualquier sentimiento que tenga derecho a existir. Por lo tanto, muchos hombres no saben cómo decir lo que llevan en su interior, algo tan simple como un: te quiero.
ES IMPORTANTE LLORAR
Un hombre sabe brindar seguridad a su pareja o familia ocultando sus propias emociones y haciendo frente a la adversidad totalmente solo, porque así fue educado. El problema, dice la especialista, es que cuando se reprime o no sabe gestionar sus sentimientos negativos llega a ocultar su depresión o ansiedad detrás de agresión pasiva, ira o sarcasmo. En consecuencia, todos a su alrededor sufren este desahogo que hubieran podido aliviar las lágrimas.
Es muy importante que los hombres no guarden en su interior todo lo que les molesta, y no solo por los problemas psicológicos que les pueda causar esto, sino también porque la tensión crónica del cuerpo deteriora su salud física. Reprimirse les puede causar infartos cerebrales y al miocardio, también los puede volver más agresivos, menos expresivos y más controladores.
Las lágrimas, junto con el alivio emocional, además protegen el corazón, disminuyen la presión arterial e incluso reducen el riesgo de cáncer.
EL HOMBRE PLENO
Hasta hace poco los hombres que no dudaban en expresar abiertamente su amor y sentimientos eran considerados afeminados. Pero, generalmente, los hombres abiertos se convierten en maridos y padres tiernos, amorosos y afectuosos.
Machado apunta que, para gestionar tus emociones sin sentirte vulnerable, lo primero que debes hacer es no luchar contra ellas: acepta que la susceptibilidad es más un signo de valentía que de debilidad. Aprende a confiar en tu capacidad de sentir. Busca la compañía de una mujer que sea capaz de escuchar. Dedica momentos de silencio e introspección para empezar a liberar lo que te lastima.
Cuando un hombre aprende a expresar sus sentimientos, las relaciones en su entorno más íntimo se transforman favorablemente y, lo mejor, obtiene grandes beneficios:
Autoconocimiento, liberar nudos emocionales que se convierten en enfermedades y/o accidentes, trascender límites impuestos por la educación, la sociedad y la religión; y sobretodo, salir de la prisión interna de la represión, la evasión, el rechazo y la negación que los mantiene esclavos de presiones y con un fuerte sufrimiento interior que los aleja de su plenitud. "Eres libre de lo que amas y esclavo de lo que rechazas", puntualizó la entrevistada.
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