Cada día la tecnología invade un poco más la vida de las personas, se integra en su trabajo, en su descanso y parece casi imposible permitirse estar un minuto alejado del internet o sin conexión, un problema que ya ha sido nombrado como FOBO.
El término viene de un concepto en inglés que significa Fear of Being Offline, el miedo a estar desconectado, uno que se refiere a los sentimientos de ansiedad o pánico que se puede experimentar cuando no se puede acceder a internet.
Alguien con este tipo de problema, puede estar sosteniendo su teléfono celular, pero sentir una gran ansiedad si no puede conectarse a internet como quisiera.
Distintas investigaciones señalan que varios factores psicológicos contribuyen al FOBO como puede ser la baja autoestima, los trastornos de ansiedad existentes y una personalidad extrovertida.
Un estudio publicado por Researchgate explicó que la dependencia generalizada de la tecnología móvil es mucho más profunda a lo que se esperaba. Al respecto, detalló que casi 95 por ciento de los adolescentes acceden a internet diariamente desde sus dispositivos móviles y una cuarta parte de ese porcentaje señaló que permanece en línea de forma constante.
También, la mitad de los adolescentes admite sentirse adicto al teléfono y la mitad de los encuestados colocan el teléfono junto a su cama al dormir.
Los signos de que se sufre de FOBO son:
Ansiedad, agitación o ataque de pánico.
Confusión o sentirse desorientado.
Hiperventilación.
Latidos cardíacos rápidos o taquicardia.
Transpiración.
Temblores.
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Algunas personas con FOBO pueden desarrollar vínculos anormales con usuarios de redes sociales a quienes nunca conocieron en persona y puede llevar a la incapacidad de resistir el uso del teléfono móvil incluso durante unas horas al día y comenzar a afectar su calidad de vida.
Las afectaciones de FOBO en el trabajo
El FOBO se puede trasladar a las cuestiones de laborales, en donde también se puede expresar como el deseo de mostrar en redes o internet que se es productivo casi todo el tiempo y dar razones para cuando no lo es.
Profesionales de la salud mental afirman que este comportamiento comenzó durante la pandemia de la Covid-19 cuando una mayor cantidad de personas pudieron trabajar en sus casas y los límites entre el hogar y el centro de trabajo se comenzaron a borrar.
Cuando el FOBO no es tratado puede provocar desempleo crónico, insomnio, problemas de salud y depresión. Si esto lleva a que la persona se aleje de sus seres queridos o de su círculo de personas reales, puede volverse agorafóbico, desarrollar trastornos alimenticios o recurrir a drogas para tratar los problemas de salud mental.
Para poder gestionar el uso constante del móvil o la tecnología, se deben de establecer límites saludables y respetarlos, esto es, dejar el teléfono para realizar distintas actividades, al acudir a un evento social o convivir con personas cercanas e intentar no utilizarlo durante todo ese periodo de convivencia.
También, los teléfonos móviles ya cuentan con distintas aplicaciones y funciones para que se pueda restringir su uso y controlar el tiempo que se tiene acceso en línea, para que se pueda ser más productivo en los periodos de uso y no sentir esa ansiedad al abandonar el teléfono.
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Si el FOBO o el miedo a alejarse por mucho tiempo del teléfono y no poder conectarse a internet se vuelve un problema incapaz de manejar, se debe consultar a un profesional de la salud mental autorizado.