/ martes 28 de julio de 2020

La ortografía

Algunos especialistas consideran que será hasta principios del siguiente año cuando los alumnos regresarán a las clases presenciales en las escuelas, lo que sí es importante que la ortografía estará desde el primer día de clases en línea.

Si se tienen presentes los objetivos de las clases de español cuyo sentido se orienta a dirigir al educando, de tanta variabilidad emocional, hasta la integración armónica de su personalidad, se verá que la instrucción queda reducida a lo fundamental para la vida, y lo que se persigue es la formación del alumno mediante el cultivo de sus capacidades mentales y físicas que desarrolladas de manera conveniente bajo la dirección inteligente del maestro, dará como consecuencia plenitud en la madurez.

Los recursos utilizados dan proyección afectiva de descarga emocional, a la vez que da seguridad al alumno al poner a prueba sus recursos de expresión ante sí mismo y ante los demás.

Pero, no solo en esto radica su campo de actividad, sino que a través del manejo de la lengua, el alumno puede percibir dos cambios en la estructura de la misma con una clara visión razonada.

Si las matemáticas, que son también un verdadero lenguaje, desarrollan la capacidad de raciocinio de quien las estudia, la enseñanza gramatical debe poseer semejante concepción y presentarse como un medio para acrecentar el pensamiento lógico y científico del estudiante.

Al mismo tiempo que la sensibilidad se activa en la redacción, en el verso o en la expresión oral, la teoría de la lengua ha de contribuir al aumento de la potencia interactiva del alumno, y así en forma global desarrollada, afectividad e inteligencia, se estará colaborando desde las clase, y es lo más importante, a pesar de actitudes doctrinarias, de dogmatismos, de prejuicios, a la formación de un nuevo hombre.

Durante mucho tiempo la gramática ha presentado un escollo en la conducción de la asignatura del español.

Se le han atribuido falsamente poderes infinitos y se ha tornado odiosa para los alumnos por la manera tediosa, artificial y en ocasiones, carente de aplicación práctica, con la que se ha impartido.

La gramática considerada como una de las ramas de la lingüística, con sus vericuetos racionales, descriptivos, taxonómicos, explicativos, no aquella arcaica e inoperante “arte de hablar y escribir correctamente”, es y debe ser exclusiva para los profesionales en materia, para quienes realizan actividades exclusivas de carácter lingüístico: profesores de lenguaje, lingüistas, filólogos, escritores, etc.

Y no como se ha venido acostumbrando, enseñarla imperativamente a los estudiantes como único medio de expresión adecuada a base de reglas inexplicables, inútiles y absurdas, con lo cual, la dignidad de la gramática como una de las ciencias humanísticas más notables decae ante la rutina de dictar definiciones, ejemplos aislados, artificiosos y otras variantes que para la mentalidad del educando resultan incomprensibles, pero como pueden memorizarlas las aprenden y ya, aunque después, casi siempre las olvida y se queda sin gramática.

En la escuela sí se enseña gramática, como actividad constante de la lengua oral o escrita y obtener información básica para fortalecer su ortografía y su español.

Puede afirmarse que la lengua en el habla constante se aprende gramática, pero aprendiendo solo gramática no se aprende ni a hablar ni escribir bien.

Se tiene que aprender y repasar constantemente con ejercicios y trabajos que permitan utilizar adecuadamente el lenguaje y escribirlo correctamente sin faltas de ortografía.

Doctor en Educación.

Algunos especialistas consideran que será hasta principios del siguiente año cuando los alumnos regresarán a las clases presenciales en las escuelas, lo que sí es importante que la ortografía estará desde el primer día de clases en línea.

Si se tienen presentes los objetivos de las clases de español cuyo sentido se orienta a dirigir al educando, de tanta variabilidad emocional, hasta la integración armónica de su personalidad, se verá que la instrucción queda reducida a lo fundamental para la vida, y lo que se persigue es la formación del alumno mediante el cultivo de sus capacidades mentales y físicas que desarrolladas de manera conveniente bajo la dirección inteligente del maestro, dará como consecuencia plenitud en la madurez.

Los recursos utilizados dan proyección afectiva de descarga emocional, a la vez que da seguridad al alumno al poner a prueba sus recursos de expresión ante sí mismo y ante los demás.

Pero, no solo en esto radica su campo de actividad, sino que a través del manejo de la lengua, el alumno puede percibir dos cambios en la estructura de la misma con una clara visión razonada.

Si las matemáticas, que son también un verdadero lenguaje, desarrollan la capacidad de raciocinio de quien las estudia, la enseñanza gramatical debe poseer semejante concepción y presentarse como un medio para acrecentar el pensamiento lógico y científico del estudiante.

Al mismo tiempo que la sensibilidad se activa en la redacción, en el verso o en la expresión oral, la teoría de la lengua ha de contribuir al aumento de la potencia interactiva del alumno, y así en forma global desarrollada, afectividad e inteligencia, se estará colaborando desde las clase, y es lo más importante, a pesar de actitudes doctrinarias, de dogmatismos, de prejuicios, a la formación de un nuevo hombre.

Durante mucho tiempo la gramática ha presentado un escollo en la conducción de la asignatura del español.

Se le han atribuido falsamente poderes infinitos y se ha tornado odiosa para los alumnos por la manera tediosa, artificial y en ocasiones, carente de aplicación práctica, con la que se ha impartido.

La gramática considerada como una de las ramas de la lingüística, con sus vericuetos racionales, descriptivos, taxonómicos, explicativos, no aquella arcaica e inoperante “arte de hablar y escribir correctamente”, es y debe ser exclusiva para los profesionales en materia, para quienes realizan actividades exclusivas de carácter lingüístico: profesores de lenguaje, lingüistas, filólogos, escritores, etc.

Y no como se ha venido acostumbrando, enseñarla imperativamente a los estudiantes como único medio de expresión adecuada a base de reglas inexplicables, inútiles y absurdas, con lo cual, la dignidad de la gramática como una de las ciencias humanísticas más notables decae ante la rutina de dictar definiciones, ejemplos aislados, artificiosos y otras variantes que para la mentalidad del educando resultan incomprensibles, pero como pueden memorizarlas las aprenden y ya, aunque después, casi siempre las olvida y se queda sin gramática.

En la escuela sí se enseña gramática, como actividad constante de la lengua oral o escrita y obtener información básica para fortalecer su ortografía y su español.

Puede afirmarse que la lengua en el habla constante se aprende gramática, pero aprendiendo solo gramática no se aprende ni a hablar ni escribir bien.

Se tiene que aprender y repasar constantemente con ejercicios y trabajos que permitan utilizar adecuadamente el lenguaje y escribirlo correctamente sin faltas de ortografía.

Doctor en Educación.