/ miércoles 30 de septiembre de 2020

Los libros de texto gratuitos digitales

Por ahora los alumnos han iniciado clase con los libros de texto gratuitos que se entregaron en las escuelas a los padres de familia para que sus hijos continúen recibiendo sus clases por televisión y comunicación con sus maestros por varios medios.

Muchos padres de familia no han recogido los libros de texto para sus hijos, es por ello que el Gobierno Federal y la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, han puesto los libros disponibles en digital para que los descarguen del Internet y seguir a sus profesores en las diferentes tareas y trabajos de investigación.

En el ciclo escolar 1960-1961 se entregaron los primeros libros de texto gratuito a niñas y niños de las escuelas primarias de México; de esta manera Jaime Torres Bodet cumplía una de las premisas de José Vasconcelos: hacer llegar la educación básica a todos los rincones del país.

Hace sesenta años se estableció el decreto para que el Estado se encargara de producir y distribuir los libros de texto gratuitos con una cobertura nacional.

Llama la atención recordar que en esa época los sectores más conservadores manifestaron su inconformidad, la Sociedad de Padres de Familia, los jerarcas de varias religiones, las Barras de Profesionista e incluso los mismos partidos políticos, cuestionaron la carga ideológica de la instrumentación de una política educativa sustentada en la gratuidad y lo obligatoriedad, donde los libros de texto era un recurso de esa política.

Los sectores conservadores dejaron de lado la valoración de las implicaciones pedagógicas, las oportunidades de aprendizaje y enseñanza que se ofrecían a los beneficiarios de esta magna decisión.

En esa etapa de transformación del sistema educativo, las escuelas se distinguían porque asistían alumnos provenientes de hogares analfabetos y carentes de libros; escuelas en condiciones físicas precarias y en algunos casos inexistentes; docentes con una formación normal básica; ausencia de materiales de apoyo educativo; procesos de gestión escolar mínimos; oportunidades de actualización docente inexistentes.

Es cierto y reconocido el compromiso de aquellos docentes que tuvieron que “arar” en tierra tan poco fértil, donde la triada docente-libro de texto-alumno, finalmente, sirvió para construir oportunidades de aprendizaje para estos últimos años.

Han pasado seis décadas de la primera entrega de los libros de texto gratuitos a las escuelas primarias, sin embargo, las condiciones de las escuelas poco han cambiado, la escena de la triada docente-libro de texto-alumno sigue ahí, pareciera que no ha pasado el tiempo, más aun, los asistentes a las escuelas, cuando menos el 50% provienen de hogares en condiciones de pobreza y pobreza extrema en el medio urbano, suburbano y rural, la cual deriva en pobreza cultural, donde la circulación de la palabra escrita es mínima o inexistente.

Hoy se elaboran millones de libros de texto gratuitos, no solo para los niños y niñas de la escuela primaria, sino también para los niños y niñas de preescolar; para los jóvenes de secundaria y telesecundaria; para los estudiantes de los telebachillerato y en forma muy especial para la educación indígena de México, donde hay 69 dialectos indígenas que aprenden antes del español. En la educación indígena se empezó a trabajar a partir de 1980 y en el año de 1992 ya existían libros de texto gratuitos en varios dialectos para las diversas regiones indígenas del país.

El libro de texto gratuito es altamente valorado pues determina la ruta del aprendizaje, sustituye la contextualización del currículo escolar, ayuda en la planificación escolar y funge como guía pedagógica y material didáctico de apoyo para la triada: docente-libro de texto-alumno.

Doctor en Educación.

Por ahora los alumnos han iniciado clase con los libros de texto gratuitos que se entregaron en las escuelas a los padres de familia para que sus hijos continúen recibiendo sus clases por televisión y comunicación con sus maestros por varios medios.

Muchos padres de familia no han recogido los libros de texto para sus hijos, es por ello que el Gobierno Federal y la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, han puesto los libros disponibles en digital para que los descarguen del Internet y seguir a sus profesores en las diferentes tareas y trabajos de investigación.

En el ciclo escolar 1960-1961 se entregaron los primeros libros de texto gratuito a niñas y niños de las escuelas primarias de México; de esta manera Jaime Torres Bodet cumplía una de las premisas de José Vasconcelos: hacer llegar la educación básica a todos los rincones del país.

Hace sesenta años se estableció el decreto para que el Estado se encargara de producir y distribuir los libros de texto gratuitos con una cobertura nacional.

Llama la atención recordar que en esa época los sectores más conservadores manifestaron su inconformidad, la Sociedad de Padres de Familia, los jerarcas de varias religiones, las Barras de Profesionista e incluso los mismos partidos políticos, cuestionaron la carga ideológica de la instrumentación de una política educativa sustentada en la gratuidad y lo obligatoriedad, donde los libros de texto era un recurso de esa política.

Los sectores conservadores dejaron de lado la valoración de las implicaciones pedagógicas, las oportunidades de aprendizaje y enseñanza que se ofrecían a los beneficiarios de esta magna decisión.

En esa etapa de transformación del sistema educativo, las escuelas se distinguían porque asistían alumnos provenientes de hogares analfabetos y carentes de libros; escuelas en condiciones físicas precarias y en algunos casos inexistentes; docentes con una formación normal básica; ausencia de materiales de apoyo educativo; procesos de gestión escolar mínimos; oportunidades de actualización docente inexistentes.

Es cierto y reconocido el compromiso de aquellos docentes que tuvieron que “arar” en tierra tan poco fértil, donde la triada docente-libro de texto-alumno, finalmente, sirvió para construir oportunidades de aprendizaje para estos últimos años.

Han pasado seis décadas de la primera entrega de los libros de texto gratuitos a las escuelas primarias, sin embargo, las condiciones de las escuelas poco han cambiado, la escena de la triada docente-libro de texto-alumno sigue ahí, pareciera que no ha pasado el tiempo, más aun, los asistentes a las escuelas, cuando menos el 50% provienen de hogares en condiciones de pobreza y pobreza extrema en el medio urbano, suburbano y rural, la cual deriva en pobreza cultural, donde la circulación de la palabra escrita es mínima o inexistente.

Hoy se elaboran millones de libros de texto gratuitos, no solo para los niños y niñas de la escuela primaria, sino también para los niños y niñas de preescolar; para los jóvenes de secundaria y telesecundaria; para los estudiantes de los telebachillerato y en forma muy especial para la educación indígena de México, donde hay 69 dialectos indígenas que aprenden antes del español. En la educación indígena se empezó a trabajar a partir de 1980 y en el año de 1992 ya existían libros de texto gratuitos en varios dialectos para las diversas regiones indígenas del país.

El libro de texto gratuito es altamente valorado pues determina la ruta del aprendizaje, sustituye la contextualización del currículo escolar, ayuda en la planificación escolar y funge como guía pedagógica y material didáctico de apoyo para la triada: docente-libro de texto-alumno.

Doctor en Educación.