/ martes 23 de julio de 2019

Percepciones

Está científicamente probado que la percepción rebasa a la realidad, a tal grado que la verdadera realidad suele ser la percepción.

Valga esta referencia en el contexto del informe dado a conocer el fin de semana por la autoridad municipal, en el que de acuerdo al último reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, “en la capital del estado de Puebla se registró un decremento del 13.2 por ciento en la incidencia delictiva general, en comparativa mayo-junio del presente año”.

Esto significa que de acuerdo a “datos duros” que tienen carácter oficial, hubo 415 delitos menos durante junio, respecto al mes de mayo, pero esa realidad choca con la percepción.

Y es que resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana dados a conocer en la víspera señalan que a diferencia de otras ciudades que han mejorado, la percepción de inseguridad en Puebla subió 10.4% por ciento entre la población en la primera quincena de junio, para llegar a un alarmante 88%, esto es, casi nueve de cada diez ciudadanos perciben que viven en una ciudad cada vez más insegura.

Dicha cifra está muy por encima del promedio nacional, que es del 73.9%, menor a la reportada hace un año que fue de 75.9, situación que sitúa a Puebla entre las ocho urbes más inseguras, a decir de sus propios habitantes.

La encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía asevera que nueve de cada diez ciudadanos se siente inseguro en el transporte público; el 89.6% por ciento en los cajeros automáticos ubicados en la vía pública; 82.9 en el mercado; 77.8% en las calles y 40.5% en sus propios hogares.

Según el estudio, 77 de cada cien personas ha optado por ya no llevar cosas de valor cuando sale de casa, 56.2 por ciento evita caminar de noche en los alrededores de su vivienda y 51.8 por ciento ya no permite que los menores salgan de su vivienda y que más de la mitad de los poblanos ha cambiado o modificado sus rutinas para evitar ser víctima de algún delito.

Como consecuencia, el 86.5% de los encuestados calificó como “poco o nada efectivo” el trabajo del gobierno (municipal) para combatir las principales problemáticas de la ciudad.

Por otra parte, resultan muy reveladores los datos aportados en el referido estudio respecto a la actuación de los cuerpos de seguridad pública, mismos que a nivel nacional revelan que una de cada dos personas que durante el primer semestre de este año tuvo contacto con alguna autoridad de seguridad pública, declaró haber sufrido un acto de corrupción.

En ese alto porcentaje se incluyó a quienes tuvieron contacto directo con autoridades de seguridad, ya sea por incidentes de tránsito que por infracciones, detenciones por riñas, faltas a la moral o administrativas.

En este capítulo de policías mal portados el recuento para la ciudad de Puebla es también reprobatorio, al ubicarse en el noveno lugar nacional, toda vez que el 63.3% de los encuestados dijo haber sido víctima de al menos un acto de corrupción.

En este sentido, entre los diversos cuerpos de seguridad los poblanos consideran que la Policía Preventiva Municipal es la de menor confianza; el 68% considera que es apenas algo o poca efectiva.

Al respecto, casi el 60% considera que la Marina es la autoridad más efectiva; el 48.4% piensa que lo es el Ejército y 14.4% la Policía Federal

Es por ello quizá, ante este panorama tan desolador, que los poblanos se han pronunciado esperanzadoramente a favor de la incursión de la Guardia Nacional, que el pasado 3 de junio inició operaciones aquí con 2 mil 300 efectivos.

Pero en definitiva, mal haría la autoridad si abandona su responsabilidad y no hace la tarea que le corresponde.

Lo verdaderamente cierto es que la inseguridad permea ya a niveles alarmantes. El dato más reciente es que cinco millones 745 mil 39 hogares reportaron que algún miembro que la habita fue víctima de algún tipo de robo o extorsión durante el primer semestre de 2019, lo que representó 34.9 por ciento del total de hogares del país.

Y el caso de Puebla no es la excepción.

Los resultados de la encuesta del INEGI ratifican rotundamente que una de las mayores preocupaciones de los poblanos, en especial quienes habitan la capital, es el alto índice de inseguridad.

Y eso demanda acciones efectivas, ya.

Está científicamente probado que la percepción rebasa a la realidad, a tal grado que la verdadera realidad suele ser la percepción.

Valga esta referencia en el contexto del informe dado a conocer el fin de semana por la autoridad municipal, en el que de acuerdo al último reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, “en la capital del estado de Puebla se registró un decremento del 13.2 por ciento en la incidencia delictiva general, en comparativa mayo-junio del presente año”.

Esto significa que de acuerdo a “datos duros” que tienen carácter oficial, hubo 415 delitos menos durante junio, respecto al mes de mayo, pero esa realidad choca con la percepción.

Y es que resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana dados a conocer en la víspera señalan que a diferencia de otras ciudades que han mejorado, la percepción de inseguridad en Puebla subió 10.4% por ciento entre la población en la primera quincena de junio, para llegar a un alarmante 88%, esto es, casi nueve de cada diez ciudadanos perciben que viven en una ciudad cada vez más insegura.

Dicha cifra está muy por encima del promedio nacional, que es del 73.9%, menor a la reportada hace un año que fue de 75.9, situación que sitúa a Puebla entre las ocho urbes más inseguras, a decir de sus propios habitantes.

La encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía asevera que nueve de cada diez ciudadanos se siente inseguro en el transporte público; el 89.6% por ciento en los cajeros automáticos ubicados en la vía pública; 82.9 en el mercado; 77.8% en las calles y 40.5% en sus propios hogares.

Según el estudio, 77 de cada cien personas ha optado por ya no llevar cosas de valor cuando sale de casa, 56.2 por ciento evita caminar de noche en los alrededores de su vivienda y 51.8 por ciento ya no permite que los menores salgan de su vivienda y que más de la mitad de los poblanos ha cambiado o modificado sus rutinas para evitar ser víctima de algún delito.

Como consecuencia, el 86.5% de los encuestados calificó como “poco o nada efectivo” el trabajo del gobierno (municipal) para combatir las principales problemáticas de la ciudad.

Por otra parte, resultan muy reveladores los datos aportados en el referido estudio respecto a la actuación de los cuerpos de seguridad pública, mismos que a nivel nacional revelan que una de cada dos personas que durante el primer semestre de este año tuvo contacto con alguna autoridad de seguridad pública, declaró haber sufrido un acto de corrupción.

En ese alto porcentaje se incluyó a quienes tuvieron contacto directo con autoridades de seguridad, ya sea por incidentes de tránsito que por infracciones, detenciones por riñas, faltas a la moral o administrativas.

En este capítulo de policías mal portados el recuento para la ciudad de Puebla es también reprobatorio, al ubicarse en el noveno lugar nacional, toda vez que el 63.3% de los encuestados dijo haber sido víctima de al menos un acto de corrupción.

En este sentido, entre los diversos cuerpos de seguridad los poblanos consideran que la Policía Preventiva Municipal es la de menor confianza; el 68% considera que es apenas algo o poca efectiva.

Al respecto, casi el 60% considera que la Marina es la autoridad más efectiva; el 48.4% piensa que lo es el Ejército y 14.4% la Policía Federal

Es por ello quizá, ante este panorama tan desolador, que los poblanos se han pronunciado esperanzadoramente a favor de la incursión de la Guardia Nacional, que el pasado 3 de junio inició operaciones aquí con 2 mil 300 efectivos.

Pero en definitiva, mal haría la autoridad si abandona su responsabilidad y no hace la tarea que le corresponde.

Lo verdaderamente cierto es que la inseguridad permea ya a niveles alarmantes. El dato más reciente es que cinco millones 745 mil 39 hogares reportaron que algún miembro que la habita fue víctima de algún tipo de robo o extorsión durante el primer semestre de 2019, lo que representó 34.9 por ciento del total de hogares del país.

Y el caso de Puebla no es la excepción.

Los resultados de la encuesta del INEGI ratifican rotundamente que una de las mayores preocupaciones de los poblanos, en especial quienes habitan la capital, es el alto índice de inseguridad.

Y eso demanda acciones efectivas, ya.