/ lunes 5 de julio de 2021

Preparando el nuevo ciclo escolar

En un mes se iniciará el próximo ciclo escolar con clases presenciales por parte de maestros, alumnos y directivos en las escuelas. Directivos de las escuelas y supervisores serán los primero que tendrán una serie de cursos de preparación para el regreso en esta etapa de la pandemia.

El compromiso con una educación de calidad y equitativa implica, para el nivel básico, abocarse al desarrollo de comunidades comprometidas con el aprendizaje.

Estas comunidades tienen, entre otras, las siguientes características: una visión clara y compartida de los objetivos educativos; organización colegiada del trabajo; concentración del esfuerzo en la mejora continua de la calidad; mayores márgenes de autonomía para la organización y administración de recursos; maestros empeñados en servir de ejemplo de disciplina, respeto y creatividad; participación de los padres de familia para hacer de cada hogar un centro de aprendizaje e involucrar a las familias en las actividades de la escuela; supervisores que facilitan la mejora de la práctica docente, mediante la formación de grupos de aprendizaje y procesos de autoevaluación

Hasta el presente, el eje fundamental de la tarea de la supervisión ha sido el cumplimiento de las reglamentaciones y actividades administrativas que provienen del poder central de la Secretaria de Educación.

Por ello surge la intención de iniciar una comunidad de aprendizaje, donde los directores y subdirectores de las escuelas oficiales y particulares que componen las zonas escolares hacer un grupo cuyo propósito fundamental sea la formación continua de sus integrantes, enfocado a la mejora de las competencias directivas, la actualización y la autocrítica del quehacer cotidiano. Se asume que la comunidad profesional del aprendizaje incluya la reflexión, el debate, la argumentación, el reparto de responsabilidades, el trabajo desde y para una visión compartida de mejora.

El regreso a las clases presenciales requiere de equipos de dirección, de supervisión y de apoyo con capacidad de impulsar y promover centros educativos integrados alrededor del desafío actual de la pandemia y adecuar los procesos de enseñanza a la generación de alumnos que regresan a la escuela, unos por primera vez y otros a dos grados más, de una vida escolar de calidad para poder lograr y elevar los resultados de aprendizaje.

Las escuelas convertidas en comunidades comprometidas con el aprendizaje, requiere impulsar un conjunto de cambios en renglones fundamentales: aprovechamiento del tiempo disponible de aprendizaje; sanitizadas, seguras y adecuadas condiciones de trabajo, y transformar la gestión escolar.

La comunidad educativa comprometida con el aprendizaje son los directivos con liderazgo, los supervisores con un alto nivel de decisiones, y los maestros que atienden de manera eficaz con pedagogías y didácticas diferenciadas a sus alumnos.

La función del supervisor escolar en educación básica enmarcada dentro de un ambiente escolar diferente al tradicional, que exige contribuir a elevar la calidad de la educación para que los alumnos mejoren su nivel de logro educativo.

Por la pandemia han faltado los procesos de formación continua de supervisores y directivos integrados, en donde se establezcan los trayectos para incrementar sus competencias directivas, promover el trabajo colaborativo, participar en comunidades de aprendizaje enfocadas a la mejora educativa, manejar conflictos entre otras situaciones.

La comunidad educativa conformada por supervisores y directivos de las escuelas, enfatizarán su trabajo en la formación continua y en aumentar los rasgos que influyan en el incremento de las capacidades del personal docente a su cargo.

*Doctor en Educación.

En un mes se iniciará el próximo ciclo escolar con clases presenciales por parte de maestros, alumnos y directivos en las escuelas. Directivos de las escuelas y supervisores serán los primero que tendrán una serie de cursos de preparación para el regreso en esta etapa de la pandemia.

El compromiso con una educación de calidad y equitativa implica, para el nivel básico, abocarse al desarrollo de comunidades comprometidas con el aprendizaje.

Estas comunidades tienen, entre otras, las siguientes características: una visión clara y compartida de los objetivos educativos; organización colegiada del trabajo; concentración del esfuerzo en la mejora continua de la calidad; mayores márgenes de autonomía para la organización y administración de recursos; maestros empeñados en servir de ejemplo de disciplina, respeto y creatividad; participación de los padres de familia para hacer de cada hogar un centro de aprendizaje e involucrar a las familias en las actividades de la escuela; supervisores que facilitan la mejora de la práctica docente, mediante la formación de grupos de aprendizaje y procesos de autoevaluación

Hasta el presente, el eje fundamental de la tarea de la supervisión ha sido el cumplimiento de las reglamentaciones y actividades administrativas que provienen del poder central de la Secretaria de Educación.

Por ello surge la intención de iniciar una comunidad de aprendizaje, donde los directores y subdirectores de las escuelas oficiales y particulares que componen las zonas escolares hacer un grupo cuyo propósito fundamental sea la formación continua de sus integrantes, enfocado a la mejora de las competencias directivas, la actualización y la autocrítica del quehacer cotidiano. Se asume que la comunidad profesional del aprendizaje incluya la reflexión, el debate, la argumentación, el reparto de responsabilidades, el trabajo desde y para una visión compartida de mejora.

El regreso a las clases presenciales requiere de equipos de dirección, de supervisión y de apoyo con capacidad de impulsar y promover centros educativos integrados alrededor del desafío actual de la pandemia y adecuar los procesos de enseñanza a la generación de alumnos que regresan a la escuela, unos por primera vez y otros a dos grados más, de una vida escolar de calidad para poder lograr y elevar los resultados de aprendizaje.

Las escuelas convertidas en comunidades comprometidas con el aprendizaje, requiere impulsar un conjunto de cambios en renglones fundamentales: aprovechamiento del tiempo disponible de aprendizaje; sanitizadas, seguras y adecuadas condiciones de trabajo, y transformar la gestión escolar.

La comunidad educativa comprometida con el aprendizaje son los directivos con liderazgo, los supervisores con un alto nivel de decisiones, y los maestros que atienden de manera eficaz con pedagogías y didácticas diferenciadas a sus alumnos.

La función del supervisor escolar en educación básica enmarcada dentro de un ambiente escolar diferente al tradicional, que exige contribuir a elevar la calidad de la educación para que los alumnos mejoren su nivel de logro educativo.

Por la pandemia han faltado los procesos de formación continua de supervisores y directivos integrados, en donde se establezcan los trayectos para incrementar sus competencias directivas, promover el trabajo colaborativo, participar en comunidades de aprendizaje enfocadas a la mejora educativa, manejar conflictos entre otras situaciones.

La comunidad educativa conformada por supervisores y directivos de las escuelas, enfatizarán su trabajo en la formación continua y en aumentar los rasgos que influyan en el incremento de las capacidades del personal docente a su cargo.

*Doctor en Educación.