Aunque la determinación de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación abarca a cualquier presidente o presidenta municipal o diputado local que busque la reelección, quien debe estar celebrando que podrá mantenerse en el cargo durante el proceso electoral es la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco.
La posibilidad de seguir despachando desde el Palacio Municipal mantiene los reflectores que su investidura le concede por lo que, para el 8 de marzo, cuando debió de separase de su cargo, podrá realizar acciones de gobierno, ciertamente, con algunas restricciones o llamados de la autoridad electoral, pero en activo.
Sin saberlo o reflexionarlo, los culpables de esta falta de regulación fueron los integrantes del Congreso del Estado, de mayoría morenista y de simpatías hacia el otro contendiente a la alcaldía, Gabriel Biestro Medinilla, quien sí deberá separase de sus funciones 90 días antes de la elección.
Los diputados tuvieron en su momento la posibilidad de regular los plazos para que los alcaldes que buscaran la reelección se separaran del cargo en equis tiempo, pero dejaron pasar los días y los meses sin que hicieran la tarea y ahora es la autoridad electoral la que viene a determinar qué ni 120 días ni 90 días antes, los reeleccionistas, deberán renunciar.
Ahora bien, el que Rivera Vivanco tenga más tiempo para mantenerse en la alcaldía no necesariamente implica que su estancia sea tersa pues ya se ha visto que la obra municipal que pretenda ejecutar será obstruida dado el contexto de esta pandemia.
Y tampoco significa que lo que se pretenda hacer en estos días o semanas previas a las elecciones venga a ser calificado de manera positiva por el electorado, superando las percepciones negativas de los dos primeros años de gobierno.
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Priistas del municipio de Acatlán se andan peleando con todo por la candidatura a la presidencia municipal en el proceso interno del tricolor pues aseguran que las encuestas les dan amplias posibilidades de arrebatar el puesto a Morena para la próxima contienda electoral.
Hasta el momento, los tricolores tienen prácticamente entre tres posibilidades para lograr ese propósito.
Una se encuentra en la persona de Haydée Campos, quien encabezó el DIF Municipal en el trienio 2011-2014 al lado de su esposo Lenin Martínez Reyes cuando ocupó la presidencia municipal y quien no goza de muy buena popularidad que digamos. De hecho, ven esta precandidatura como un intento de regresar al poder.
Otra posibilidad es la de Marcos Mejía, un exmilitante del Partido Acción Nacional, que es empresario y ganadero en la mixteca, quien ha declarado abiertamente querer la posición desde el PRI.
Quien completa la terna y si las cuotas para el sector juvenil se concretan, le darían amplias posibilidades a Raúl Contreras pues a sus 31 años y licenciatura en Negocios Internacionales por el Tecnológico de Monterrey, representa una alternativa frente a otros cuadros más gastados.
Y hasta la próxima.
