/ martes 16 de abril de 2024

Pedro Infante, duelo nacional por el ídolo de México | Archivo Rojo

“Perico”, como lo llamaba su madre, amaba la aviación y había tenido dos accidentes aéreos previos; pero era terco, rebelde e inquieto, y la tercera fue la vencida

El 15 de abril de 1957 es una fecha que marcó el corazón de todos los mexicanos . Ese lunes a temprana hora, Pedro Infante fallecía al desplomarse el avión que lo trasladaba de Mérida , Yucatán , a la ciudad de México.

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El ídolo de México había cumplido uno de sus más grandes deseos: “ Morir piloteando un avión ”, pero dejó al pueblo sumido en llanto y en estado de consternación. Era difícil creer que la máxima gloria del cine nacional hubiera perdido la vida desastrosamente.

En Puebla, la noticia de su muerte fue dada a conocer por esta casa editorial a escasas horas del suceso, batiendo récord de circulación en la Angelópolis, porque todos los poblanos buscaron afanosamente un ejemplar y hasta se pelearon por obtenerlo.

Pedro Infante desapareció físicamente a los 40 años de edad, pero su muerte lo convirtió en leyenda . A 66 años de su partida sigue vigente en el recuerdo de los mexicanos y de las nuevas generaciones que lo conocen gracias a su legado.

Al siguiente día volvió a ser portada de La Voz. Foto: Hemeroteca El Sol de Puebla

La noticia que conmocionó a Puebla y la nación

“¡Murió hoy Pedro Infante!, cayó el avión en que iba de copiloto, en Mérida ”, fue el encabezado de la noticia que La Voz de Puebla, edición vespertina de esta casa editorial informó a la sociedad poblana de los hechos, el mismo día por la tarde.

Con el ala derecha de su avión incendiado, debido, seguramente, a una falla de uno o varios de sus motores, Pedro Infante y el piloto, intentaron conducir nuevamente su cuadrimotor al aeropuerto Internacional de Mérida, en un esfuerzo desesperado por salvar sus vidas, pero el tremendo peso de la nave –más de 6,000 kilos de carga de pescado, sedas y otras valiosas mercancías—frustró este frenético empeño, y la máquina se estrelló –en un brusco viraje— a 8 kilómetros escasamente de las pistas que trataron de alcanzar inútilmente ”, se lee en la publicación.

El avión XA-KUN de TAMSA, se desplomó diez minutos después de haber despegado , ocasionando la muerte de sus tres tripulantes : El capitán- piloto Víctor Manuel Vida Lorc , 40 años, el copiloto Pedro Infante Cruz , 40 años, y el mecánico Marciano Bautista Carranza , 24 años.

La nave, era un avión carguero propiedad de TAMSA , empresa para la que volaba el artista y en la que él tenía acciones. El carguero había despegado de la pista número 10 del aeropuerto de Mérida a las 7:30 horas , diez minutos después se precipitó sobre unas casas incendiándose con el impacto.

Perdieron la vida carbonizados el actor, el piloto, el mecánico, y una muchacha de 15 años que estaba lavando ropa en la azotea de una de las casas destruidas. Otras cinco personas sufrieron quemadores . Del artista quedaron solo restos calcinados que fueron reconocidos con dificultad y habían sido extraídos penosamente por los forenses entre los hierros retorcidos de la nave.

Mario Moreno y Rodolfo Landa llevan en hombros el féretro a entrar al camposanto. Foto: Hemeroteca El Sol de Puebla

La dirección de Aeronáutica Civil de la Secretaría de Comunicaciones y Obra Públicas informó que el vuelo 904 presentaba carácter de extraordinario , porque Infante , de última hora, había tomado el lugar del copiloto por su premura para llegar a la capital para tratar lo relacionado al tema de su doble matrimonio.

La dependencia dijo que el avión accidentado marca Consolidated Vultee B24J, había sido objeto de una revisión completa por parte de los inspectores de Aeronáutica Civil el 10 de febrero, sin presentar ninguna anomalía. Asimismo, detalló que Pedro Infante Cruz, contaba desde dos años atrás con licencia de Transporte Público 447, misma que le había sido renovada cinco días antes del fatal accidente.

La edición rompe récord de circulación

La muerte de Pedro Infante, dio testimonio del cariño que todos los mexicanos le tenían , también mostró él afecto que sus compañeros actores le profesaban, pero el trágico suceso también sirvió para que, en su esfuerzo por mantener al tanto de los pormenores del hecho a sus lectores este diario sobrepasara el límite de su tiraje ordinario batiendo récord de circulación en esta Angelópolis con 42 mil 830 ejemplares vendidos .

La información oportuna que esta editorial propagó a escasas horas del siniestro accidente, hizo que todos los poblanos buscaran afanosamente un ejemplar y hasta se pelearon por obtenerlo, quizás solo para enterarse de los pormenores de la noticia o incluso para guardar el diario con las últimas noticias que daría el actor.

Pedro siempre fue querido en la Angelópolis , en sus presentaciones personales, que no fueron muchas, logró abarrotar los recintos como “El Toreo” , en donde siempre batió récord de entradas.

La marea humana en el camposanto era incontenible. Foto: Hemeroteca El Sol de Puebla

Por eso, su muerte provocó conmoción en la Angelópolis en donde el artista se ganó los aplausos y la admiración del público poblano que siempre le guardó simpatía.

Esta editorial informó a la sociedad poblana con sus dos ediciones , matutina El Sol de Puebla , y vespertina La Voz de Puebla , el minuto a minuto de este trágico suceso que consternó a la nación entera desde el día que se anunció la muerte del cantante hasta el día que fue sepultado en el Panteón Jardín de la ciudad de México.

La tercera es la vencida

Pedro Infante tenía dos mil 989 horas de vuelo acumuladas como piloto y estaba registrado con el nombre de rol de “ Capitán Cruz”.

En 1948, al intentar despegar de una pista improvisada en Guasave, Sinaloa, no pudo ganar altura y se fue de frente contra un cultivo de maíz . En ese entonces, el artista tenía firmada una exclusiva con los hermanos Rodríguez , quienes lo obligaron a firmar una cláusula en la que se comprometía a no volver a volar.

Menos de un año después, “Perico” había vuelto a las andadas, y sufrió otro accidente en Zitácuaro, Michoacán . Viajaba con la bailarina Lupita Torrentera , su amor de ese momento, y ambos se salvaron de milagro . En esa ocasión, le implantaron una placa de platino en la frente después de que le practicaron una trepanación.

Lápida de Pedro Infante. Foto: Hemeroteca El Sol de Puebla

Después de este siniestro las autoridades aeronáuticas manifestaron la necesidad de cancelarle la licencia de aviación al actor , pero ¿ quién se atrevería a prohibirle algo al máximo ídolo de México ?

Para mí es un gusto volar y ojalá así me toque morir ”, decía. Y así sucedió, su desmedida afición por las aeronaves le ocasionó tres accidentes, el último fue fatal.

Una jornada dramática

Ese día, el 15 de abril de 1957 , el país entero vivió una de sus jornadas más dramáticas . La ciudad entera murmuraba en las calles el fallecimiento del máximo ídolo mexicano.

La noticia que había estremecido al país cayó fulminante sobre la familia del artista que se ahogaba en un llanto. Con un nudo en la garganta, su hermana Carmen relató que Pedro había hablado la noche anterior con su madre, Cuca, y le había pedido que lo recogiera al día siguiente en el aeropuerto ; como no sabían la hora de su llegada habló por teléfono para pedir informes del arribo del vuelo, le dijeron que aguardaran en casa porque tenían que darles una noticia: El avión de su hermano se había estrellado.

En los estudios Tepeyac la noticia se vivió con asombro , personalidades del mundo del espectáculo como Fernando Soler, el productor Julio Aldama y el director de cine Ismael Rodríguez, no daban crédito a lo ocurrido.

El avión que transportó los restos de Pedro Infante llegó al aeropuerto de la ciudad de México el martes 16 de abril a las 11:00 horas, en donde un mundo de gente esperaba ansiosa por los restos de su ídolo, pero también las dos esposas del Actor: María Luisa León e Irma Dorantes .

La madre de Pedro Infante estaba delicada de salud. Foto: Hemeroteca El Sol de Puebla

Esta última en un llanto clamó: “¡ Yo lo mate! ¡Yo soy la culpable!, venía porque le telefoneé a Mérida y le pedí que apresurara su viaje. Los últimos acontecimientos me tenían nerviosos; No quería estar más tiempo sin verlo. Si no hubiera sido por mí llamada no hubiera pasado esto. ¡vivo me lo querían quitar; muerto nadie se atreverá! ”.

Pedro Infante e Irma Dorantes, tenían una niña de tres años , y en ese momento, la actriz estaba esperando a su segundo hijo.

El doble matrimonio de Pedro

Pedro Infante fue un eterno enamorado y protagonizó uno de los escándalos de bígama más sonados en México durante la segunda mitad del siglo XX.

En 1939 el actor se casó con María Luisa León , quien era diez años mayor que él y con quien había procreado un hijo. Años después, aún casado, conoció a la bailarina Guadalupe Torrentera con quien procreó tres hijos . Después, el actor se enamoró de la actriz Irma Dorantes , con quien se casó falsificando la firma de León en una supuesta acta de divorcio .

El proceso llegó a los tribunales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación cuando María Luisa León denunció el hecho . El actor se había casado con Irma Dorantes el 10 de marzo de 1953 en Mérida, Yucatán , pero él sabía que estaba incurriendo en un delito federal y que su matrimonio era nulo.

Seis días antes del fatal accidente del ídolo mexicano, el 9 de abril de 1957 , la Suprema Corte de Justicia, falló a favor de María Luisa León . Pedro Infante pudo ir a la cárcel por este delito que en aquel entonces podría ser castigado hasta con 5 años de prisión y una multa de 5 mil pesos antiguos.

Mientras la legítima esposa, María Luisa León , mostraba absoluta tranquilidad durante el sepelio, Irma Dorantes, que había quedado en una difícil situación cuando la Suprema Corte de Justicia falló en contra de su matrimonio con el actor, sufrió ataques de histeria, gritaba y se culpaba por la muerte del actor:

Yo había platicado con Pedro un día antes, me dijo que teníamos que arreglar nuestros asuntos y me pidió que fuera a Mérida, no quise ir y el decidido venir a verme, eso es lo que me duele más, ahora siempre tendré presente que yo fui la culpable de su accidente ”.

La capilla ardiente

El cuerpo del cantante y actor Pedro Infante, sería velado en el Teatro Jorge Negrete de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) y sería sepultado al otro día.

Cien mil personas de todos los estratos sociales se congregaron a lo largo del trayecto de la carroza fúnebre con los restos del actor desde el aeropuerto hasta la sede de la ANDA. Un cordón de granaderos instalados en la ruta batalló para contener a la multitud.

A dos cuadras del Teatro Jorge Negrete, en donde se había improvisado la capilla ardiente , el cadáver fue cambiado a un féretro más sobrio.

El cortejo arribó al filo del mediodía con el ataúd en hombros de Mario Moreno, Miguel Manzano, Víctor Parra, Jorge Martínez de Hoyos, Pepe Pulido y Ángel Infante , el hermano mayor del actor, quienes montaron la primera guardia. En el lunetario se encontraban su esposa, María Luisa León de Infante, Sara Guash, Amanda de Llano, Ferrusquilla, Sofía Álvarez, Dalia Íñiguez y los hermanos Soler.

La afligida madre de Pedro, doña Cuquita Cruz viuda de Infante, hizo su arribo a la capilla ardiente a las 13:30 horas en medio de un ataque que obligó a suministrarle sedantes. Solo atinaba a sollozar: ´Mi Pedro…Mi Perico´ ”, se lee.

El sepelio de Perico

A las once de la mañana del miércoles 17 de abril partió el cortejo fúnebre del teatro hacia el Panteón Jardín donde reposarían para siempre los restos del actor. Fue encabezado por familiares, amigos, actores y el comité ejecutivo de la ANDA.

El viaje fue lento y penoso, una valla humana se había formado en todo el trayecto desde la ANDA hasta el cementerio. La policía tuvo que actuar enérgicamente para mantener el orden porque la gente estaba histérica deseosa de estar por última vez lo más cerca posible de su ídolo .

La noticia dada a conocer en El Sol de Puebla. Foto: Hemeroteca El Sol de Puebla

A las puertas del camposanto la marea humana era incontenible, los granaderos luchaban para contener a la multitud. Niños y señoras lloraban a lágrima tendida, hubo 8 desmayadas y 27 insolados.

Al arribo del cortejo al cementerio, estrellas como Mario Moreno y Rodolfo Landa , con el féretro en sus hombros, se abrieron paso hacia el sitio donde descansarían los restos del actor. Todo el pueblo estaba ahí, sumido en una congoja. Sesenta y seis años después , el pueblo sigue ahí, firme, conservando la admiración por el ídolo de México y rindiéndole homenaje con mariachi.

El 15 de abril de 1957 es una fecha que marcó el corazón de todos los mexicanos . Ese lunes a temprana hora, Pedro Infante fallecía al desplomarse el avión que lo trasladaba de Mérida , Yucatán , a la ciudad de México.

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El ídolo de México había cumplido uno de sus más grandes deseos: “ Morir piloteando un avión ”, pero dejó al pueblo sumido en llanto y en estado de consternación. Era difícil creer que la máxima gloria del cine nacional hubiera perdido la vida desastrosamente.

En Puebla, la noticia de su muerte fue dada a conocer por esta casa editorial a escasas horas del suceso, batiendo récord de circulación en la Angelópolis, porque todos los poblanos buscaron afanosamente un ejemplar y hasta se pelearon por obtenerlo.

Pedro Infante desapareció físicamente a los 40 años de edad, pero su muerte lo convirtió en leyenda . A 66 años de su partida sigue vigente en el recuerdo de los mexicanos y de las nuevas generaciones que lo conocen gracias a su legado.

Al siguiente día volvió a ser portada de La Voz. Foto: Hemeroteca El Sol de Puebla

La noticia que conmocionó a Puebla y la nación

“¡Murió hoy Pedro Infante!, cayó el avión en que iba de copiloto, en Mérida ”, fue el encabezado de la noticia que La Voz de Puebla, edición vespertina de esta casa editorial informó a la sociedad poblana de los hechos, el mismo día por la tarde.

Con el ala derecha de su avión incendiado, debido, seguramente, a una falla de uno o varios de sus motores, Pedro Infante y el piloto, intentaron conducir nuevamente su cuadrimotor al aeropuerto Internacional de Mérida, en un esfuerzo desesperado por salvar sus vidas, pero el tremendo peso de la nave –más de 6,000 kilos de carga de pescado, sedas y otras valiosas mercancías—frustró este frenético empeño, y la máquina se estrelló –en un brusco viraje— a 8 kilómetros escasamente de las pistas que trataron de alcanzar inútilmente ”, se lee en la publicación.

El avión XA-KUN de TAMSA, se desplomó diez minutos después de haber despegado , ocasionando la muerte de sus tres tripulantes : El capitán- piloto Víctor Manuel Vida Lorc , 40 años, el copiloto Pedro Infante Cruz , 40 años, y el mecánico Marciano Bautista Carranza , 24 años.

La nave, era un avión carguero propiedad de TAMSA , empresa para la que volaba el artista y en la que él tenía acciones. El carguero había despegado de la pista número 10 del aeropuerto de Mérida a las 7:30 horas , diez minutos después se precipitó sobre unas casas incendiándose con el impacto.

Perdieron la vida carbonizados el actor, el piloto, el mecánico, y una muchacha de 15 años que estaba lavando ropa en la azotea de una de las casas destruidas. Otras cinco personas sufrieron quemadores . Del artista quedaron solo restos calcinados que fueron reconocidos con dificultad y habían sido extraídos penosamente por los forenses entre los hierros retorcidos de la nave.

Mario Moreno y Rodolfo Landa llevan en hombros el féretro a entrar al camposanto. Foto: Hemeroteca El Sol de Puebla

La dirección de Aeronáutica Civil de la Secretaría de Comunicaciones y Obra Públicas informó que el vuelo 904 presentaba carácter de extraordinario , porque Infante , de última hora, había tomado el lugar del copiloto por su premura para llegar a la capital para tratar lo relacionado al tema de su doble matrimonio.

La dependencia dijo que el avión accidentado marca Consolidated Vultee B24J, había sido objeto de una revisión completa por parte de los inspectores de Aeronáutica Civil el 10 de febrero, sin presentar ninguna anomalía. Asimismo, detalló que Pedro Infante Cruz, contaba desde dos años atrás con licencia de Transporte Público 447, misma que le había sido renovada cinco días antes del fatal accidente.

La edición rompe récord de circulación

La muerte de Pedro Infante, dio testimonio del cariño que todos los mexicanos le tenían , también mostró él afecto que sus compañeros actores le profesaban, pero el trágico suceso también sirvió para que, en su esfuerzo por mantener al tanto de los pormenores del hecho a sus lectores este diario sobrepasara el límite de su tiraje ordinario batiendo récord de circulación en esta Angelópolis con 42 mil 830 ejemplares vendidos .

La información oportuna que esta editorial propagó a escasas horas del siniestro accidente, hizo que todos los poblanos buscaran afanosamente un ejemplar y hasta se pelearon por obtenerlo, quizás solo para enterarse de los pormenores de la noticia o incluso para guardar el diario con las últimas noticias que daría el actor.

Pedro siempre fue querido en la Angelópolis , en sus presentaciones personales, que no fueron muchas, logró abarrotar los recintos como “El Toreo” , en donde siempre batió récord de entradas.

La marea humana en el camposanto era incontenible. Foto: Hemeroteca El Sol de Puebla

Por eso, su muerte provocó conmoción en la Angelópolis en donde el artista se ganó los aplausos y la admiración del público poblano que siempre le guardó simpatía.

Esta editorial informó a la sociedad poblana con sus dos ediciones , matutina El Sol de Puebla , y vespertina La Voz de Puebla , el minuto a minuto de este trágico suceso que consternó a la nación entera desde el día que se anunció la muerte del cantante hasta el día que fue sepultado en el Panteón Jardín de la ciudad de México.

La tercera es la vencida

Pedro Infante tenía dos mil 989 horas de vuelo acumuladas como piloto y estaba registrado con el nombre de rol de “ Capitán Cruz”.

En 1948, al intentar despegar de una pista improvisada en Guasave, Sinaloa, no pudo ganar altura y se fue de frente contra un cultivo de maíz . En ese entonces, el artista tenía firmada una exclusiva con los hermanos Rodríguez , quienes lo obligaron a firmar una cláusula en la que se comprometía a no volver a volar.

Menos de un año después, “Perico” había vuelto a las andadas, y sufrió otro accidente en Zitácuaro, Michoacán . Viajaba con la bailarina Lupita Torrentera , su amor de ese momento, y ambos se salvaron de milagro . En esa ocasión, le implantaron una placa de platino en la frente después de que le practicaron una trepanación.

Lápida de Pedro Infante. Foto: Hemeroteca El Sol de Puebla

Después de este siniestro las autoridades aeronáuticas manifestaron la necesidad de cancelarle la licencia de aviación al actor , pero ¿ quién se atrevería a prohibirle algo al máximo ídolo de México ?

Para mí es un gusto volar y ojalá así me toque morir ”, decía. Y así sucedió, su desmedida afición por las aeronaves le ocasionó tres accidentes, el último fue fatal.

Una jornada dramática

Ese día, el 15 de abril de 1957 , el país entero vivió una de sus jornadas más dramáticas . La ciudad entera murmuraba en las calles el fallecimiento del máximo ídolo mexicano.

La noticia que había estremecido al país cayó fulminante sobre la familia del artista que se ahogaba en un llanto. Con un nudo en la garganta, su hermana Carmen relató que Pedro había hablado la noche anterior con su madre, Cuca, y le había pedido que lo recogiera al día siguiente en el aeropuerto ; como no sabían la hora de su llegada habló por teléfono para pedir informes del arribo del vuelo, le dijeron que aguardaran en casa porque tenían que darles una noticia: El avión de su hermano se había estrellado.

En los estudios Tepeyac la noticia se vivió con asombro , personalidades del mundo del espectáculo como Fernando Soler, el productor Julio Aldama y el director de cine Ismael Rodríguez, no daban crédito a lo ocurrido.

El avión que transportó los restos de Pedro Infante llegó al aeropuerto de la ciudad de México el martes 16 de abril a las 11:00 horas, en donde un mundo de gente esperaba ansiosa por los restos de su ídolo, pero también las dos esposas del Actor: María Luisa León e Irma Dorantes .

La madre de Pedro Infante estaba delicada de salud. Foto: Hemeroteca El Sol de Puebla

Esta última en un llanto clamó: “¡ Yo lo mate! ¡Yo soy la culpable!, venía porque le telefoneé a Mérida y le pedí que apresurara su viaje. Los últimos acontecimientos me tenían nerviosos; No quería estar más tiempo sin verlo. Si no hubiera sido por mí llamada no hubiera pasado esto. ¡vivo me lo querían quitar; muerto nadie se atreverá! ”.

Pedro Infante e Irma Dorantes, tenían una niña de tres años , y en ese momento, la actriz estaba esperando a su segundo hijo.

El doble matrimonio de Pedro

Pedro Infante fue un eterno enamorado y protagonizó uno de los escándalos de bígama más sonados en México durante la segunda mitad del siglo XX.

En 1939 el actor se casó con María Luisa León , quien era diez años mayor que él y con quien había procreado un hijo. Años después, aún casado, conoció a la bailarina Guadalupe Torrentera con quien procreó tres hijos . Después, el actor se enamoró de la actriz Irma Dorantes , con quien se casó falsificando la firma de León en una supuesta acta de divorcio .

El proceso llegó a los tribunales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación cuando María Luisa León denunció el hecho . El actor se había casado con Irma Dorantes el 10 de marzo de 1953 en Mérida, Yucatán , pero él sabía que estaba incurriendo en un delito federal y que su matrimonio era nulo.

Seis días antes del fatal accidente del ídolo mexicano, el 9 de abril de 1957 , la Suprema Corte de Justicia, falló a favor de María Luisa León . Pedro Infante pudo ir a la cárcel por este delito que en aquel entonces podría ser castigado hasta con 5 años de prisión y una multa de 5 mil pesos antiguos.

Mientras la legítima esposa, María Luisa León , mostraba absoluta tranquilidad durante el sepelio, Irma Dorantes, que había quedado en una difícil situación cuando la Suprema Corte de Justicia falló en contra de su matrimonio con el actor, sufrió ataques de histeria, gritaba y se culpaba por la muerte del actor:

Yo había platicado con Pedro un día antes, me dijo que teníamos que arreglar nuestros asuntos y me pidió que fuera a Mérida, no quise ir y el decidido venir a verme, eso es lo que me duele más, ahora siempre tendré presente que yo fui la culpable de su accidente ”.

La capilla ardiente

El cuerpo del cantante y actor Pedro Infante, sería velado en el Teatro Jorge Negrete de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) y sería sepultado al otro día.

Cien mil personas de todos los estratos sociales se congregaron a lo largo del trayecto de la carroza fúnebre con los restos del actor desde el aeropuerto hasta la sede de la ANDA. Un cordón de granaderos instalados en la ruta batalló para contener a la multitud.

A dos cuadras del Teatro Jorge Negrete, en donde se había improvisado la capilla ardiente , el cadáver fue cambiado a un féretro más sobrio.

El cortejo arribó al filo del mediodía con el ataúd en hombros de Mario Moreno, Miguel Manzano, Víctor Parra, Jorge Martínez de Hoyos, Pepe Pulido y Ángel Infante , el hermano mayor del actor, quienes montaron la primera guardia. En el lunetario se encontraban su esposa, María Luisa León de Infante, Sara Guash, Amanda de Llano, Ferrusquilla, Sofía Álvarez, Dalia Íñiguez y los hermanos Soler.

La afligida madre de Pedro, doña Cuquita Cruz viuda de Infante, hizo su arribo a la capilla ardiente a las 13:30 horas en medio de un ataque que obligó a suministrarle sedantes. Solo atinaba a sollozar: ´Mi Pedro…Mi Perico´ ”, se lee.

El sepelio de Perico

A las once de la mañana del miércoles 17 de abril partió el cortejo fúnebre del teatro hacia el Panteón Jardín donde reposarían para siempre los restos del actor. Fue encabezado por familiares, amigos, actores y el comité ejecutivo de la ANDA.

El viaje fue lento y penoso, una valla humana se había formado en todo el trayecto desde la ANDA hasta el cementerio. La policía tuvo que actuar enérgicamente para mantener el orden porque la gente estaba histérica deseosa de estar por última vez lo más cerca posible de su ídolo .

La noticia dada a conocer en El Sol de Puebla. Foto: Hemeroteca El Sol de Puebla

A las puertas del camposanto la marea humana era incontenible, los granaderos luchaban para contener a la multitud. Niños y señoras lloraban a lágrima tendida, hubo 8 desmayadas y 27 insolados.

Al arribo del cortejo al cementerio, estrellas como Mario Moreno y Rodolfo Landa , con el féretro en sus hombros, se abrieron paso hacia el sitio donde descansarían los restos del actor. Todo el pueblo estaba ahí, sumido en una congoja. Sesenta y seis años después , el pueblo sigue ahí, firme, conservando la admiración por el ídolo de México y rindiéndole homenaje con mariachi.

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