/ jueves 11 de enero de 2024

¿Dónde están los dinosaurios?

Es muy conocido por todos nosotros el término “dinosaurios” para los políticos que con viejas prácticas se han perpetuado en la cúpula del poder, por lo general y en honor a la verdad el término está relacionado al PRI, pero, ¿qué ha pasado con esos grupos personajes que durante décadas han ostentado el poder? En vísperas de las elecciones federales y locales de este año se han visto a muchas figuras políticas saltar de partido en partido, unos y otros, entre partidos aliados y entre partidos rivales, pero ¿dónde están los dinosaurios?

Entre tantos cambios y entre tantos discursos uno puede perder de vista quienes son unos y otros. También vale la pena decirlo, desde hace 6 años que inicio este sexenio, el PRI ha vivido un éxodo importante, lo cual ha permitido ver muy claramente quienes están en política por convicción y quienes solo persiguen sus intereses y son esquiroles del poder y del régimen en turno, situación que con sinceridad ha abierto puertas a nuevas generaciones que respaldadas por el liderazgo del Presidente Nacional Alejandro Moreno hemos podido acceder a nuevos espacios y tomado el control del Partido, para muestra la dirigencia estatal encabezada por un joven diputado que seguramente ocupará espacios importantes en la próxima elección, Nestor Camarillo.

Muchos son los ejemplos representativos de los dinosaurios, pero sin duda uno que viene a la mente casi por inercia es la figura del exgobernador y actual director de la CFE Manuel Bartlett Díaz, él es sin duda una muestra clara de donde están hoy los dinosaurios a nivel nacional, se encuentran de nuevo ocupando cargos representativos en el gabinete federal o en las filas de Morena.

En cuanto a lo local no es muy difícil encontrar muestras de estos especímenes, basta con revisar la postulación de precandidatos de los 3 partidos políticos para verlo con claridad y es que curiosamente dos de tres de ellos tienen pasado priista y ambos han aparecido en más de una ocasión en la boleta electoral con el PRI abanderándolos. Y lo más curioso es que el único que no cuenta con un currículum con cargos en el tricolor es el propio candidato de la coalición en la que el PRI está integrado. Esto que quiere decir, que hoy los que deben cargar con la pesada lastre de los errores del pasado se disfrazan de guinda y naranja y piden votar por las “nuevas” opciones políticas. Con orgullo podemos decir que en el PRI ya vivimos el proceso de extinción de los dinosaurios, claro que valoramos la presencia de cuadros políticos con experiencia, pero sobretodo, hoy en el Partido se premia la lealtad y la voluntad inquebrantable.

Ha llegado la hora de hablar con la verdad, en el PRI se cometieron errores, sin duda, el mayor de ellos fue abrirle la puerta a arribistas y oportunistas de la política que lucraron con el Partido y después se vendieron al mejor postor. Pero también hay que decirlo, hoy un nuevo PRI que conoce su historia y se siente orgulloso de sus raíces, acepta sus errores, emerge con fuerza para primero que nada salvar a México y después abonar en la construcción de un país cada día más democrático y más justo.

Es muy conocido por todos nosotros el término “dinosaurios” para los políticos que con viejas prácticas se han perpetuado en la cúpula del poder, por lo general y en honor a la verdad el término está relacionado al PRI, pero, ¿qué ha pasado con esos grupos personajes que durante décadas han ostentado el poder? En vísperas de las elecciones federales y locales de este año se han visto a muchas figuras políticas saltar de partido en partido, unos y otros, entre partidos aliados y entre partidos rivales, pero ¿dónde están los dinosaurios?

Entre tantos cambios y entre tantos discursos uno puede perder de vista quienes son unos y otros. También vale la pena decirlo, desde hace 6 años que inicio este sexenio, el PRI ha vivido un éxodo importante, lo cual ha permitido ver muy claramente quienes están en política por convicción y quienes solo persiguen sus intereses y son esquiroles del poder y del régimen en turno, situación que con sinceridad ha abierto puertas a nuevas generaciones que respaldadas por el liderazgo del Presidente Nacional Alejandro Moreno hemos podido acceder a nuevos espacios y tomado el control del Partido, para muestra la dirigencia estatal encabezada por un joven diputado que seguramente ocupará espacios importantes en la próxima elección, Nestor Camarillo.

Muchos son los ejemplos representativos de los dinosaurios, pero sin duda uno que viene a la mente casi por inercia es la figura del exgobernador y actual director de la CFE Manuel Bartlett Díaz, él es sin duda una muestra clara de donde están hoy los dinosaurios a nivel nacional, se encuentran de nuevo ocupando cargos representativos en el gabinete federal o en las filas de Morena.

En cuanto a lo local no es muy difícil encontrar muestras de estos especímenes, basta con revisar la postulación de precandidatos de los 3 partidos políticos para verlo con claridad y es que curiosamente dos de tres de ellos tienen pasado priista y ambos han aparecido en más de una ocasión en la boleta electoral con el PRI abanderándolos. Y lo más curioso es que el único que no cuenta con un currículum con cargos en el tricolor es el propio candidato de la coalición en la que el PRI está integrado. Esto que quiere decir, que hoy los que deben cargar con la pesada lastre de los errores del pasado se disfrazan de guinda y naranja y piden votar por las “nuevas” opciones políticas. Con orgullo podemos decir que en el PRI ya vivimos el proceso de extinción de los dinosaurios, claro que valoramos la presencia de cuadros políticos con experiencia, pero sobretodo, hoy en el Partido se premia la lealtad y la voluntad inquebrantable.

Ha llegado la hora de hablar con la verdad, en el PRI se cometieron errores, sin duda, el mayor de ellos fue abrirle la puerta a arribistas y oportunistas de la política que lucraron con el Partido y después se vendieron al mejor postor. Pero también hay que decirlo, hoy un nuevo PRI que conoce su historia y se siente orgulloso de sus raíces, acepta sus errores, emerge con fuerza para primero que nada salvar a México y después abonar en la construcción de un país cada día más democrático y más justo.