/ martes 27 de diciembre de 2022

Un PRI fuerte en la construcción de una alianza

En días pasados el Consejo Político Nacional del PRI, en pleno uso de sus facultades, aprobó una serie de reformas que buscan fortalecer al Partido de cara a los procesos electorales que vienen. Inmediatamente después, como lo marcan nuestros propios documentos básicos y la Ley General de Instituciones y Partidos Políticos, los Consejos Políticos de los estados de la República sesionaron para aprobar los mismos (al cierre de esta columna) ya eran más 22 estados que habían aprobado dichas reformas. Pero, ¿qué está pasando verdaderamente en el PRI?


En las negociaciones de la alianza los partidos que están en esta mesa comienzan a proyectar acuerdos en ruta a una posible alianza para el 2024, mismos que tienen que pasar por la aduana del 2023, ya que ese año se van jugar dos elecciones importantes, en Estado de México y Coahuila. En esta alianza, cada partido tiene su respectivo peso político y electoral, dentro de esos mismos acuerdos queda claro que la prioridad es gobernar la mayor parte del territorio, pero también ganar la Presidencia de la República para devolverle el rumbo a México.


Lo primero que debemos entender es que quienes pretenden romper con la unidad del PRI, tienen la consigna de parte del Gobierno Federal, de debilitar al Partido para vulnerar su posición en la alianza y así poner en riesgo la misma, esto debido a que desde Palacio Nacional ya entendieron que de concretarse la alianza en el 2024 las posibilidades de retener la Presidencia son muy pocas. Por otro lado, hay quienes bajo distintas formas de presión han buscado estar en las negociaciones, para que sus intereses cupulares sean el eje de los acuerdos, a ellos les digo claramente que su tiempo ya paso, ahora hay vías institucionales de diálogo permanente y es la dirigencia nacional, la militancia demanda que saquen las manos quienes ya tuvieron oportunidades y solo dañaron al Partido, al grado de que ellos son los primeros responsables de la crisis en la que se encuentra el país al entregar el poder a un gobierno desastroso para poder salvarse.


Comprender todo ese panorama permite entender las reformas a los estatutos, ya que el PRI con esto vuelve a dar un paso importante para darle certeza a sus aliados aliancistas del cumplimiento de acuerdos y negociaciones. No debe sorprendernos entonces que los triunfos electorales tanto en Coahuila, como en Estado de México tengan como líder a un candidato o candidata Priista. La política es el arte de encontrar intereses y construir realidades, no podemos construir bajo la incertidumbre, es así que la permanecía de la actual dirigencia hacía el 2024 tiene que ser una opción real y tener viabilidad legal.


En Puebla como en la gran mayoría de estados donde sesionaron los Consejos Estatales, dimos el paso y con una mayoría absoluta, entre aplausos para el líder nacional del Partido Alejandro Moreno Cárdenas, fue aprobado el dictamen y sólo esperamos la publicación por parte de las autoridades electorales para que en los hechos estás reformas sean una realidad y seguimos con la estrategia ganadora. Al tiempo el Partido y su dirigencia se fortalecen rumbo a los procesos electorales y quienes pretenden confundir y alebrestar se van a topar con pared.


En días pasados el Consejo Político Nacional del PRI, en pleno uso de sus facultades, aprobó una serie de reformas que buscan fortalecer al Partido de cara a los procesos electorales que vienen. Inmediatamente después, como lo marcan nuestros propios documentos básicos y la Ley General de Instituciones y Partidos Políticos, los Consejos Políticos de los estados de la República sesionaron para aprobar los mismos (al cierre de esta columna) ya eran más 22 estados que habían aprobado dichas reformas. Pero, ¿qué está pasando verdaderamente en el PRI?


En las negociaciones de la alianza los partidos que están en esta mesa comienzan a proyectar acuerdos en ruta a una posible alianza para el 2024, mismos que tienen que pasar por la aduana del 2023, ya que ese año se van jugar dos elecciones importantes, en Estado de México y Coahuila. En esta alianza, cada partido tiene su respectivo peso político y electoral, dentro de esos mismos acuerdos queda claro que la prioridad es gobernar la mayor parte del territorio, pero también ganar la Presidencia de la República para devolverle el rumbo a México.


Lo primero que debemos entender es que quienes pretenden romper con la unidad del PRI, tienen la consigna de parte del Gobierno Federal, de debilitar al Partido para vulnerar su posición en la alianza y así poner en riesgo la misma, esto debido a que desde Palacio Nacional ya entendieron que de concretarse la alianza en el 2024 las posibilidades de retener la Presidencia son muy pocas. Por otro lado, hay quienes bajo distintas formas de presión han buscado estar en las negociaciones, para que sus intereses cupulares sean el eje de los acuerdos, a ellos les digo claramente que su tiempo ya paso, ahora hay vías institucionales de diálogo permanente y es la dirigencia nacional, la militancia demanda que saquen las manos quienes ya tuvieron oportunidades y solo dañaron al Partido, al grado de que ellos son los primeros responsables de la crisis en la que se encuentra el país al entregar el poder a un gobierno desastroso para poder salvarse.


Comprender todo ese panorama permite entender las reformas a los estatutos, ya que el PRI con esto vuelve a dar un paso importante para darle certeza a sus aliados aliancistas del cumplimiento de acuerdos y negociaciones. No debe sorprendernos entonces que los triunfos electorales tanto en Coahuila, como en Estado de México tengan como líder a un candidato o candidata Priista. La política es el arte de encontrar intereses y construir realidades, no podemos construir bajo la incertidumbre, es así que la permanecía de la actual dirigencia hacía el 2024 tiene que ser una opción real y tener viabilidad legal.


En Puebla como en la gran mayoría de estados donde sesionaron los Consejos Estatales, dimos el paso y con una mayoría absoluta, entre aplausos para el líder nacional del Partido Alejandro Moreno Cárdenas, fue aprobado el dictamen y sólo esperamos la publicación por parte de las autoridades electorales para que en los hechos estás reformas sean una realidad y seguimos con la estrategia ganadora. Al tiempo el Partido y su dirigencia se fortalecen rumbo a los procesos electorales y quienes pretenden confundir y alebrestar se van a topar con pared.