/ viernes 17 de noviembre de 2023

Un sexenio en campaña

Bien dicen que una acción vale más que mil palabras, pero cada acción tiene sus motivos y los motivos dicen mucho más que las acciones, ya que no es lo mismo hacer algo por convicción que por conveniencia, ni hacer algo por amor, que por miedo. Así que en ocasiones es importante y preciso revisar los motivos de las acciones que han definido al actual gobierno federal.

Vale la pena hacer esta reflexión ya que desde el principio de este sexenio el gobierno federal ha tomado decisiones por motivos electorales o de vendettas; cuando los gobiernos pierden el rumbo del por qué hacer lo que hacen es grave, porque dejan de pensar como estadistas y siguen pensando como políticos en campaña, marcan la agenda del país pensando en las elecciones y no en el progreso compartido de todos los mexicanos, perdiendo su objetividad como gobierno de todos, hablándole y cuidando solo a su electorado y contrapunteando al país entre sus afines y sus enemigos.

Muy claro ejemplo son los programas sociales que esta administración ha creado, programas asistencialistas que fomentan el desempleo y además generan rezagos, programas que, a kilómetros de distancia, puede notarse, tienen objetivos electorales. Basta ver la mañanera como lo que es, un ejercicio de marketing político donde la figura del Presidente marca agenda tendenciosa que claramente obedece a sus intereses y a los de Morena para distraer de los problemas reales que afectan al país. Otro ejemplo claro uno, que además, sin duda, es muy doloroso porque afecta a la niñez de México, son los libros de texto gratuito, y es que no es casual que hayan causado tanta polémica, ya que una vez más el gobierno federal une sus acciones de gobierno con los intereses políticos de su partido, buscando adoctrinar a las futuras generaciones, limitando el pensamiento crítico y analítico a través de la educación primaria.

Hay que decirlo con tristeza, lamentablemente, en una crisis tan profunda como la de Acapulco, después del paso del huracán Otis, se pueden ver una vez más con mucha nitidez las burdas intenciones electorales que motivan los bloqueos o acaparamiento de apoyos para ser solo ellos la única vía de entrega. Han tenido la desfachatez de querer monopolizar la solidaridad que caracteriza a nuestro pueblo.

Es doloroso ver que el Presidente de la República, desde hace mucho tiempo, está más preocupado por la sucesión que por los resultados propios de su sexenio y es que desde el inicio de su gobierno él nos hizo ver que pretendía eternizarse en el poder por medio de su partido, Morena. Por eso las acciones que toma están encaminadas a ese objetivo, ese es el verdadero motivo. Han pasado tanto tiempo en campaña que se les ha olvidado gobernar.

Bien dicen que una acción vale más que mil palabras, pero cada acción tiene sus motivos y los motivos dicen mucho más que las acciones, ya que no es lo mismo hacer algo por convicción que por conveniencia, ni hacer algo por amor, que por miedo. Así que en ocasiones es importante y preciso revisar los motivos de las acciones que han definido al actual gobierno federal.

Vale la pena hacer esta reflexión ya que desde el principio de este sexenio el gobierno federal ha tomado decisiones por motivos electorales o de vendettas; cuando los gobiernos pierden el rumbo del por qué hacer lo que hacen es grave, porque dejan de pensar como estadistas y siguen pensando como políticos en campaña, marcan la agenda del país pensando en las elecciones y no en el progreso compartido de todos los mexicanos, perdiendo su objetividad como gobierno de todos, hablándole y cuidando solo a su electorado y contrapunteando al país entre sus afines y sus enemigos.

Muy claro ejemplo son los programas sociales que esta administración ha creado, programas asistencialistas que fomentan el desempleo y además generan rezagos, programas que, a kilómetros de distancia, puede notarse, tienen objetivos electorales. Basta ver la mañanera como lo que es, un ejercicio de marketing político donde la figura del Presidente marca agenda tendenciosa que claramente obedece a sus intereses y a los de Morena para distraer de los problemas reales que afectan al país. Otro ejemplo claro uno, que además, sin duda, es muy doloroso porque afecta a la niñez de México, son los libros de texto gratuito, y es que no es casual que hayan causado tanta polémica, ya que una vez más el gobierno federal une sus acciones de gobierno con los intereses políticos de su partido, buscando adoctrinar a las futuras generaciones, limitando el pensamiento crítico y analítico a través de la educación primaria.

Hay que decirlo con tristeza, lamentablemente, en una crisis tan profunda como la de Acapulco, después del paso del huracán Otis, se pueden ver una vez más con mucha nitidez las burdas intenciones electorales que motivan los bloqueos o acaparamiento de apoyos para ser solo ellos la única vía de entrega. Han tenido la desfachatez de querer monopolizar la solidaridad que caracteriza a nuestro pueblo.

Es doloroso ver que el Presidente de la República, desde hace mucho tiempo, está más preocupado por la sucesión que por los resultados propios de su sexenio y es que desde el inicio de su gobierno él nos hizo ver que pretendía eternizarse en el poder por medio de su partido, Morena. Por eso las acciones que toma están encaminadas a ese objetivo, ese es el verdadero motivo. Han pasado tanto tiempo en campaña que se les ha olvidado gobernar.