/ lunes 3 de agosto de 2020

El rescate del sistema pensionario, un respiro entre la gran crisis

En medio de la tormenta sanitaria por el Covid 19 que no quiere ceder, del catastrófico hundimiento de la economía nacional, y del desempleo masivo que tiene en la calle a millones de personas, el sector empresarial y el gobierno federal, le imprimieron un fuerte respiro de esperanza al atribulado ambiente nacional, al anunciar el rescate del sistema pensionario de los trabajadores mexicanos, a punto de convertirse en otro gran estallido económico-político-laboral en 2023, ya que los trabajadores (al jubilarse) estaban condenados a recibir una pensión máxima mensual equivalente al 30 por ciento de su último salario.

Dentro de este gran salvamento se contempla únicamente a 20 millones de trabajadores afiliados al IMSS e incorporados al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR). No están incluidos los 65 millones 837 mil 742 trabajadores inscritos en las diez Afore del sistema-

De aprobarse la iniciativa presidencial por la Cámara de Diputados y Senadores, el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) tendrá un incremento nominal anual de un billón de pesos.

El SAR seguirá constituyendo el fondo de ahorro y financiamiento más cuantioso del país, con el que se continuarán financiando grandes obras de infraestructura del gobierno federal, proyectos de inversión privada y deuda corporativa.

Uno de los pasos más trascendentales de la reforma pensionaria, que poco se ha publicitado, es el cumplimiento de la promesa de campaña de Andrés Manuel López Obrador, de reducir las altísimas, abusivas y usureras tasas de interés que cobran las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORE) por administrar los fondos de ahorro de los trabajadores.

La propuesta presidencial negociada con los poderosos grupos financieros del país que manejan las diez AFORE del sistema, es reducir sus comisiones de 1 por ciento en promedio al 0.7 por ciento, para nivelarlas a los estándares internacionales.

Sin embargo, si las cámaras de Diputados y Senadores ven bien en el interés social del ahorro de los trabajadores, deberán reducir a 0.6 por ciento las comisiones de los banqueros, para nivelarlas realmente al promedio de los niveles internacionales.

Los datos oficiales de la Consar en 2019 revelan que el ahorro para el retiro de los trabajadores ascendió a cuatro billones de pesos. Y tuvo un incremento de 660 mil millones de pesos, de los cuales alrededor de 486 mil millones de pesos fueron producto de rendimientos que obtuvieron las Afore en las diversas inversiones que realizan.

Como se verá, el SAR ha sido rentable en estos 22 años de vida en que ha crecido progresivamente, tanto por las aportaciones de los trabajadores, como los rendimientos de las inversiones en que se han aplicado. Sin embargo, como ya se ha explicado, sus recursos sólo alcanzan para pensionar a los trabajadores con el 30 por ciento de su último salario.

Lo que iba a generar en 2023 un estallido laboral, político y económico por decenas de miles de trabajadores que, en condiciones de pensionarse, iban a acusar inútilmente de fraude y traición al SAR, mientras quedaban irremediablemente condenados a mal vivir con una pensión paupérrima el resto de sus vidas.

Por tal causa gobierno y empresarios tuvieron que convenir inevitablemente el incremento de las aportaciones patronales a las cuentas individuales de los trabajadores de 5.15 a 13,87 de su salario, a partir de 2022. La crisis económica que vive el país no permitiría a los empresarios asumir de inmediato este compromiso.

No está prevista la aportación de los trabajadores a sus cuentas de ahorro, se reconoce son muy bajos sus salarios. Con esta reforma se incrementará de 34 a 82 por ciento el número de trabajadores con derecho a una pensión digna. Y con derecho a pensión, pasa de 56 a 97 por ciento. La reforma beneficiará únicamente a 20 millones de trabajadores afiliados al IMSS.

Las aportaciones patronales no serán deducibles de impuestos, para no trasladarle al gobierno dicha carga. El desembolso financiero del gobierno federal ya es enorme. Este año destinará un billón de pesos al pago de pensiones a trabajadores del IMSS e ISSSTE. Son 700 mil millones al primer instituto y 300 mil millones al segundo.

López Obrador será bien recordado por la clase trabajadora por este rescate del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), que le permite alcanzar otra acción de avanzada laboral de enorme beneficio para los trabajadores: reducir sus semanas de cotización, de mil 250 a 75O, para jubilarse y pensionarse. La edad mínima para el retiro se mantiene en 60 años.

Una asignatura pendiente será elevar el nivel y la calidad de los salarios en México. Aunque la mega crisis económica que vivimos obligará a todos los sectores productivos a reconstruir primero el enorme tejido de millones de empleos que se han perdido en el sector formal e informal de la economía. NOS ESCUCHAMOS diariamente de 13 a 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.

En medio de la tormenta sanitaria por el Covid 19 que no quiere ceder, del catastrófico hundimiento de la economía nacional, y del desempleo masivo que tiene en la calle a millones de personas, el sector empresarial y el gobierno federal, le imprimieron un fuerte respiro de esperanza al atribulado ambiente nacional, al anunciar el rescate del sistema pensionario de los trabajadores mexicanos, a punto de convertirse en otro gran estallido económico-político-laboral en 2023, ya que los trabajadores (al jubilarse) estaban condenados a recibir una pensión máxima mensual equivalente al 30 por ciento de su último salario.

Dentro de este gran salvamento se contempla únicamente a 20 millones de trabajadores afiliados al IMSS e incorporados al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR). No están incluidos los 65 millones 837 mil 742 trabajadores inscritos en las diez Afore del sistema-

De aprobarse la iniciativa presidencial por la Cámara de Diputados y Senadores, el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) tendrá un incremento nominal anual de un billón de pesos.

El SAR seguirá constituyendo el fondo de ahorro y financiamiento más cuantioso del país, con el que se continuarán financiando grandes obras de infraestructura del gobierno federal, proyectos de inversión privada y deuda corporativa.

Uno de los pasos más trascendentales de la reforma pensionaria, que poco se ha publicitado, es el cumplimiento de la promesa de campaña de Andrés Manuel López Obrador, de reducir las altísimas, abusivas y usureras tasas de interés que cobran las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORE) por administrar los fondos de ahorro de los trabajadores.

La propuesta presidencial negociada con los poderosos grupos financieros del país que manejan las diez AFORE del sistema, es reducir sus comisiones de 1 por ciento en promedio al 0.7 por ciento, para nivelarlas a los estándares internacionales.

Sin embargo, si las cámaras de Diputados y Senadores ven bien en el interés social del ahorro de los trabajadores, deberán reducir a 0.6 por ciento las comisiones de los banqueros, para nivelarlas realmente al promedio de los niveles internacionales.

Los datos oficiales de la Consar en 2019 revelan que el ahorro para el retiro de los trabajadores ascendió a cuatro billones de pesos. Y tuvo un incremento de 660 mil millones de pesos, de los cuales alrededor de 486 mil millones de pesos fueron producto de rendimientos que obtuvieron las Afore en las diversas inversiones que realizan.

Como se verá, el SAR ha sido rentable en estos 22 años de vida en que ha crecido progresivamente, tanto por las aportaciones de los trabajadores, como los rendimientos de las inversiones en que se han aplicado. Sin embargo, como ya se ha explicado, sus recursos sólo alcanzan para pensionar a los trabajadores con el 30 por ciento de su último salario.

Lo que iba a generar en 2023 un estallido laboral, político y económico por decenas de miles de trabajadores que, en condiciones de pensionarse, iban a acusar inútilmente de fraude y traición al SAR, mientras quedaban irremediablemente condenados a mal vivir con una pensión paupérrima el resto de sus vidas.

Por tal causa gobierno y empresarios tuvieron que convenir inevitablemente el incremento de las aportaciones patronales a las cuentas individuales de los trabajadores de 5.15 a 13,87 de su salario, a partir de 2022. La crisis económica que vive el país no permitiría a los empresarios asumir de inmediato este compromiso.

No está prevista la aportación de los trabajadores a sus cuentas de ahorro, se reconoce son muy bajos sus salarios. Con esta reforma se incrementará de 34 a 82 por ciento el número de trabajadores con derecho a una pensión digna. Y con derecho a pensión, pasa de 56 a 97 por ciento. La reforma beneficiará únicamente a 20 millones de trabajadores afiliados al IMSS.

Las aportaciones patronales no serán deducibles de impuestos, para no trasladarle al gobierno dicha carga. El desembolso financiero del gobierno federal ya es enorme. Este año destinará un billón de pesos al pago de pensiones a trabajadores del IMSS e ISSSTE. Son 700 mil millones al primer instituto y 300 mil millones al segundo.

López Obrador será bien recordado por la clase trabajadora por este rescate del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), que le permite alcanzar otra acción de avanzada laboral de enorme beneficio para los trabajadores: reducir sus semanas de cotización, de mil 250 a 75O, para jubilarse y pensionarse. La edad mínima para el retiro se mantiene en 60 años.

Una asignatura pendiente será elevar el nivel y la calidad de los salarios en México. Aunque la mega crisis económica que vivimos obligará a todos los sectores productivos a reconstruir primero el enorme tejido de millones de empleos que se han perdido en el sector formal e informal de la economía. NOS ESCUCHAMOS diariamente de 13 a 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.