Cuando parecía que los mexicanos nos habíamos librado de por lo menos tres de esos minipartidos políticos que solo existen para que sus dirigentes y propietarios vivan del presupuesto público, sin aportar nada valioso a la nación, vienen las autoridades locales y los resucitan en el estado de Puebla.
Aunque usted no lo crea.
Ese es el caso de Fuerza por México, Redes Sociales Progresistas y Encuentro Solidario, integrantes de la nueva chiquillada, aliados del presidente López Obrador, que fueron autorizados por el Instituto Electoral del Estado para conseguir su registro como partidos locales y con ello participar en las elecciones extraordinarias de 2022, después de que perdieron el registro nacional por falta de votos en la contienda del 6 de junio, en la que no obtuvieron ni el 3 por ciento de los sufragios.
Así, tras el aval de los consejeros locales, tendrán un plazo de 10 días para tramitar el registro local, que, en caso de conseguir, les servirá para obtener financiamiento público y pelar en las urnas por las presidencias municipales de San José Miahuatlán, Tlahuapan y Teotlalco.
Personajes como Gerardo Islas Maldonado, Ramón Fernández Solana y Fernando Manzanilla Prieto tendrán algo que celebrar en estos días, gracias al Instituto Electoral del Estado.
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Atención diputados federales emanados de Morena y sus partidos aliados, PT y el Verde, quienes han mostrado su incapacidad para comprender la importancia de reponer los servicios médicos que prestaba el hospital San Alejandro, del IMSS, hasta antes del sismo del 19 de septiembre de 2017, que lo dejó inutilizable
Derechohabientes de esa institución de seguridad social acusaron ante este diario las condiciones de hacinamiento en que se encontraban sus familiares el día de ayer en el hospital de La Margarita.
Por medio de diversas fotografías, los quejosos exhibieron la existencia de pacientes, principalmente mujeres, amontonados en pasillos improvisados como salas de espera para recibir la atención requerida.
En efecto, las imágenes, que se publican este día en EL SOL DE PUEBLA, muestran a mujeres de batas azules sentadas en sillas colocadas una tras otra en los pasillos de ese nosocomio, algunas con sueros conectados a sus brazos para brindarles los medicamentos recetados por el personal.
Los familiares de estas personas narran que han tenido que esperar incluso un día completo para ser trasladadas a las áreas donde les brindan atención, con todas las molestias físicas y los riesgos que ello implica.
Las imágenes son fuertes y confirman una necesidad que los legisladores federales de esos institutos políticos ignoraron en el armado de la ley de egresos 2022: la reconstrucción de San Alejandro y otros nosocomios que permitan no solo volver a la capacidad de atención del pasado, sino incluso, y en el mejor de los casos, aumentarla.
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Eduardo Rivera Pérez cambió de postura.
Esta vez no le dio la vuelta al asunto cuando los reporteros le preguntaron sobre la actuación que tendrá en el caso de las irregularidades observadas a funcionarios de la pasada administración municipal, como cuando contestó que él no era ministerio público para indagar en las actuaciones de los exfuncionarios y emitir sanciones o castigos.
El alcalde de la capital dijo ahora que no protegerá a nadie que sea considerado culpable de un ilícito a partir de la observación de 2 mil 86 eventuales irregularidades.
No habrá ni cacería de brujas ni revanchismo en contra de Claudia Rivera Vivanco o sus colaboradores, pero habrá sanciones en caso de que sea necesario, subrayó.
Hay que darle el beneficio de la duda.
Un sector importante de los habitantes de la ciudad de Puebla considera que hubo un mal manejo de los recursos públicos por parte de las autoridades pasadas.
Lo menos que se merecen los poblanos es una investigación seria y eficiente al respecto.
