/ sábado 12 de enero de 2019

La experiencia en el magisterio

Si la experiencia es no solamente un vínculo entre la mente y el mundo, sino también entre el pasado y el presente, el nacimiento de una nueva ética magisterial, abierta y democrática, requiere una cabal comprensión del ambiente en el que nuestra experiencia se ha constituido. Sólo de esa manera podremos superar sus defectos y expandir sus posibilidades con los aportes de nuestra realidad.

Hasta hace algunos años en el magisterio se refugió una forma muy defensiva; hoy los maestros deben ser más comprensivos del “otro”, más abiertos a otros comportamientos y distintos valores.

La realidad de hoy exige que el maestro sea, como dijo Octavio Paz “contemporáneos de su tiempo”. Porque, no basta haber nacido en tal o cual época, sino ser consciente de ella en toda su variedad y en todas sus posibilidades.

El maestro no puede dar la espalda a toda la variedad de tecnología que está surgiendo, como el internet, los teléfonos celulares, las tablet´s, a la televisión con sus talk shows y su caricaturizada violencia; no puede ruborizarse o escandalizarse ante la nueva estructura familiar.

La responsabilidad profesional del maestro, lo obliga a comprender la realidad en la viven sus alumnos y no ofrecerles mundos perfectos y convivencias, sino prepararlos para resolver los problemas que en todo momento plantea la convivencia.

Los nuevos maestros deben poseer dos competencias básicas, al decir por los especialistas, una amplia comprensión de la realidad en que viven y un profundo amor por el ser humano.

En el ejercicio profesional, los maestros no deben conformarse con enviar a la sociedad fuerza laboral capacitada, sino fundamentalmente debe preocuparse por formar personas independientes y críticas.

Al maestro de hoy, le corresponde remediar muchos males que la sociedad en sus transformaciones ha generado; uno de ellos es el abandono de niños por parte de parejas que se separan por problemas personales.

Los maestros piden que en los cursos de actualización se quiten las capacitaciones en donde se les toman como niños y ser tratados como tales.

Se busca que la capacitación de los maestros sea más efectiva, en donde el magisterio encuentre soluciones a los problemas, con la guía de experiencia de algún o algunos compañeros.

También con la guía de un asesor debidamente capacitado o simplemente a través del encuentro con colegas que podrían contribuir a la solución de algún problema educativo.

El maestro está demandando más bibliotecas especializadas en pedagogía, videotecas con asuntos educativos, computadoras con internet, sitios especializados en educación, principalmente en las asignaturas de español, matemáticas, ciencias y otras más.

Se espera que las escuelas de capacitación y los participantes se conviertan en un centro de experiencia a los maestros, con el intercambio de opiniones, puntos de vista y mejores actividades pedagógicas.

La capacitación de los docentes debe de ser el dinamizador de las transformaciones en la escuela, con los alumnos y cumplir con sus propósitos originales.

Solo se pide una condición: que tuviera entusiasmo por contribuir a la transformación del magisterio.

La capacitación y las experiencias, las aportan todos los maestros en un dialogo de intercambio de múltiples experiencias que se dan diariamente en las aulas, con los alumnos en los tiempos que nos tocan vivir.

El magisterio no quiere sabios en la capacitación, sino asesores capaces de entender. Por la proximidad de experiencias, las inquietudes de aquellos que deben resolver los problemas en el aula.

Los cambios sociales, los cambios en las nuevas tecnologías, requieren que el docente se capacite cada vez más, y se busque nuevas estrategias para poder conducir a los alumnos por los nuevos caminos.

Las experiencias de otro maestros compartidas, ayudará mucho en la mayor demanda de los alumnos por aprender mejor.


*Doctor en Educación.