A 20 días del inicio de los cursos de nivelación escolar, establecidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP) lo que impera entre los padres de familia es mucha confusión sobre el inicio del ciclo escolar 2020-2021, que en los hechos inició ayer con la capacitación de docentes pero que en la práctica no se sabe si esto implica el próximo arranque de las clases para los estudiantes.
Tanto las escuelas públicas como privadas tienen por parte de la SEP estatal referenciado que no hay un cambio en los tiempos de inicio de actividades y por ello ayer los maestros arrancaron con su consejo técnico y cuyas actividades de capacitación finalizarán el 7 de agosto.
A juzgar de lo dicho este lunes por el gobernador, Miguel Barbosa Huerta y en aparente contradicción de la expectativa de su secretario de Educación, Melitón Lozano Pérez, un escenario virtual de clases, así fuera para la nivelación deseada, no tendría sentido o cumplimiento de objetivos.
“No va a haber un real regreso a clases hasta que no haya regreso presencial, lo demás son formas para poder generar condiciones iniciales de aperturas de cursos escolares. Todo lo estamos analizando, pero lo real es que habrá curso hasta que haya clases presenciales”, dijo Barbosa en su habitual conferencia mañanera.
Esta declaración, lejos de aclarar lo que va a pasar con el regreso a clases viene a incrementar las dudas.
Dos días antes el secretario de Educación simplemente descartó que el inicio de clases se daría de manera presencial, pero esto de que “no habrá curso hasta que haya clases presenciales” viene a confundir o a esbozar que el gobierno estatal retrasará la puesta en marcha del calendario escolar.
Un panorama de regreso del alumnado a las aulas implica que el estado, se encuentre en semáforo verde, escenario que dista mucho de concretarse si tomamos en cuenta que la entidad no puede salir del semáforo rojo de contingencia y la curva de contagios no encuentra un descenso.
Bajo el entendido, es improbable que, para el periodo del 10 al 28 de agosto, cuando se tenga el curso de nivelación se alcance una “normalidad” que permita actividades en las aulas, lo mismo que una adaptación para que se realice a distancia adecuadamente.
La razón es simple, y esto no lo dijo el gobernador, frente al evidente rezago tecnológico que padece el sistema público escolar, así como la pobre y tropezada experiencia que dejó la supuesta conclusión en línea o a distancia del pasado ciclo escolar.
En el sistema privado, no es menor el problema puesto que los tiempos son dictados por la autoridad y el que se recurran a cargas de clases por computadora hace más complejo en home office.
Es este sector de padres de familia hay voces extremas que le apuestan a escuelas que ofrezcan todas las clases en línea, los que buscan docentes a domicilio o hasta aquellos que buscarán inscribir a sus hijos en enero o de plano prefieren perder el año escolar.
En fin, hay mucha incertidumbre sobre el manejo de esta pandemia y las decisiones que en materia educativa se dan resultan contradictorias o confusas.
Y hasta la próxima.
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