Las tres principales fuerzas políticas en Puebla han definido las fechas para sus cierres de campaña.
El viernes, a las 11:00 horas, lo hará el candidato a la gubernatura por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Doger Guerrero, acompañado de su abanderado presidencial, José Antonio Meade. El lugar está por definirse.
Un día después, el sábado a las 17:00 horas, Luis Miguel Barbosa Huerta y Andrés Manuel López Obrador, ambos de la coalición Juntos Haremos Historia, harán lo propio en la Plaza de la Victoria en la zona de Los Fuertes.
Y el domingo Martha Erika Alonso Hidalgo, de la coalición Por Puebla al Frente, lo hará solamente acompañada de dirigentes partidistas, candidatos a diputaciones federales, locales y a la alcaldía de Puebla. La figura del abanderado presidencial, Ricardo Anaya Cortés, no había sido confirmada al cierre de esta columna debido a la imposibilidad de empatar las agendas.
Para este encuentro masivo se ha reservado el Estadio de Béisbol Ignacio Zaragoza.
No obstante, la propia panista anunció, sin dar detalles, que para el martes siguiente se tendrá otra concentración, pero tampoco se espera la llegada del abanderado presidencial panista.
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El cierre de campaña representa un último recurso de los candidatos para vender una percepción de triunfo frente a los posibles votantes. Ahí es donde los partidos y sus operadores muestran el músculo y la capacidad para movilizar a miles de personas.
Para no ir tan lejos, en el 2010, cuando se dieron los cierres de campaña de los candidatos Rafael Moreno Valle Rosas y Javier López Zavala, el primero abarrotó el sábado 26 de junio el Estadio Cuauhtémoc, hoy vetado para este tipo de actos.
Tal fue el exitoso mitin, que el gobierno de Mario Marín Tores señaló que habría sanciones a los organizadores por el sobrecupo.
Al día siguiente Javier López Zavala no lograría ese lleno, como un síntoma de lo que pasaría aquel 4 de julio, cuando el PRI perdió por primera vez la gubernatura.
Tal vez por eso, para evitar las odiosas comparaciones, el morenovallismo optó por no arriesgarse a algo similar y, por ello, se evitó el uso del estadio de futbol para los cierres de campaña.
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Luis Miguel Barbosa, el candidato de la coalición integrada por Morena, PT y PES, tiene una inmejorable oportunidad para capitalizar su cierre de campaña, pues estará encabezada por quien se perfila para ser el próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Quienes siguen el tracking diario de esta campaña saben que la asistencia del “Peje” por suelo poblano le ayuda algunas décimas o puntos porcentuales al senador con licencia en intención del voto.
No es lo mismo que un tercer lugar, como José Antonio Meade, venga a cerrar campaña con otro tercer lugar, como Enrique Doger; que el lejano puntero de las encuestas venga a respaldar a quien tiene posibilidades de disputarle el poder al morenovallismo.
El evento sabatino permite explotar la figura de López Obrador apoyando a sus candidatos, reiterando, como seguramente lo hará, pedir a los electores que apliquen el voto parejo.
Y si bien no es determinante para el triunfo que el segundo lugar de las preferencias electorales a nivel presidencial venga a un último mitin masivo de su candidata a la gubernatura, a pesar de ser Puebla un bastión panista, sí marca una señal de poca unidad, por decir lo menos.
Hasta la próxima.
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