Teniendo la gallina de los huevos de oro en su poder, en el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), a nivel local, están haciendo todo para mermar sus posibilidades de triunfo a pesar del rentable posicionamiento que conservan.
Diversas encuestas siguen arrojando al día de hoy que, por partido, el que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la república, es el de mayor aceptación entre los electores de Puebla. Es pues, el rival a vencer.
Sin embargo, sus actores, parecen estar obsesionados con el poder, haciendo maniobras legaloides, poniéndose el pie unos a otros, o postulando a varios aspirantes a un mismo puesto de elección, en aras de esa idea de victoria, descuidando las percepciones negativas que a su paso pudieran dejar.
Ahora mismo, la dirigencia estatal de Morena, encabezada por el secretario general Edgar Garmendia de Los Santos anda en un pimponeo de declaraciones con Mario Bracamontes González, quien se ostenta como presidente del partido en Puebla en una pugna que no encuentra un pronunciamiento tajante y contundente de la dirigencia nacional de Mario Delgado Carrillo que apacigüe los ánimos entre los grupos que rivalizan por el reparto de las candidaturas.
Son públicos los señalamientos del diputado Gabriel Biestro Medinilla y el conocimiento por parte del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta de un presunto reparto de candidaturas entre el senador Alejandro Armenta, Edgar Garmendia y la presidenta municipal Claudia Rivera Vivanco, situación que otro de los implicados, Carlos Alberto Evangelista Aniceto, integrante de la Comisión Nacional de Elecciones de Morena, ha negado.
Y si hablamos de candidatos de unidad, pocos o nulos son los visos de que se llegue a ese escenario. Aunque el dato estatal de precandidatos a una diputación federal que se registraron para Puebla no se hizo público, lo ocurrido para las 300 candidaturas a nivel nacional, con 3 mil 563 aspirantes, deja ver la alta efervescencia en Morena por querer un cargo.
Para la candidatura a la alcaldía ocurre lo mismo, donde al día de hoy hay una lista de seis aspirantes identificados: Claudia Rivera, Gabriel Biestro, Alejandro Armenta, Saúl Huerta, Alejandro Carvajal y Rosa Márquez, sin siquiera existir una convocatoria que, de publicarse, seguramente la incremente con personajes como Abraham Quiroz.
Así la lucha por los huesos en tiempos de la cuarta transformación.
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Mientras en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) depuró este miércoles su lista de aspirantes a diputados federales al dejar en el camino a Víctor Manuel Carreto y a Leobardo Soto Enríquez, para tener listos a las seis posiciones que le corresponden en el acuerdo de coalición Va por México, en el Partido Acción Nacional (PAN) todo indica que en el distrito 12, con cabecera en la capital, habrá dos precandidatos.
Aunque desde el blanquiazul aseguran que esa posición está marcada para una mujer y que, por tanto, a eso obedeció el registro de Mónica Rodríguez de la Vecchia, el ex diputado local Mario Riestra Piña hará lo propio como un intento para hacerse de la candidatura.
Y hasta la próxima.
