/ miércoles 26 de agosto de 2020

Se gesta autogobierno en penal de Tepexi

Hasta hace unos meses, el Centro de Reinserción Social de Tepexi de Rodríguez podía jactarse de tener un modelo que impedía a las personas privadas de su libertad tener privilegios o negocios a cambio de dádivas.

No obstante, desde el 12 de julio pasado todo cambio o, si existían indicios de prácticas corruptas, se hicieron más burdas desde esa fecha en este penal ubicado en la Mixteca poblana.

Reclusos que carecían de concesiones para hacer negocios dentro la prisión, hoy gozan de esos lucrativos beneficios e incluso se comercia con la protección a internos para no ser agredidos y la prostitución va en aumento.

Si no está enterado de lo que pasa en el penal de Tepexi, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Raciel López Salazar, debería de pedir una investigación en ese reclusorio pues de la noche a la mañana se han reproducido prácticas dignas del Centro de Reinserción Social de San Miguel, el que se encuentra aquí en Puebla capital.

Si no hay autogobierno en las celdas de Tepexi, comienza a parecerse y no se entendería de otra manera sin el consentimiento de algún directivo del penal.

Hoy en día, por 5 mil pesos se puede acceder a teléfonos celulares, ha comenzado la renta de aparatos eléctricos, bocinas, memorias USB y aseguran que pronto habrá televisores para quienes puedan pagarlos.

El tema de la prostitución ya incluye catálogo y puede costar hasta 3 mil pesos esa canonjía y si de visitas normales se trata, aún y cuando la pandemia tenga restricciones, es posible que por mil pesos se pueda dar un ingreso de manera “clandestina”.

Como en todo centro penitenciario, lo habitual es que existan golpes y maltratos, pero hoy en día se permiten las cuotas de protección.

Lo que era una regla: el ingreso a las celdas a partir de las 18:00 horas, ha quedado en el olvido para quienes pueden pagar 10 pesos la hora extra con lo que pueden ampliar el tiempo hasta las 22:00 horas. Mientras que el paso libre entre módulo y módulo puede realizarse también por la módica cantidad de los 10 pesitos.

La única tienda estaba concesionada a un particular, pero hoy es administrada por un recluso que fue trasladado desde el penal de Puebla y que está encarcelado por presuntamente cometer actos de extorsión.

Hasta el pan de dulce, los cigarros y lo que se le ocurra ya fueron repartidos a internos para su libre venta y distribución.

*

Por cierto que dos de los internos más conocidos del penal de Tepexi se encuentran en áreas que a decir de los propios internos son de las mejorcitas.

Eukid Castañón Herrera, el que fuera el principal operador morenovallista, se encuentra recluido en el Modulo E, el cual se considera muy tranquilo y el más accesible al comedor. Sus cuartos carecen de rejas y parecieran más unas recámaras pues en su momento fueron pensadas para una población femenil.

Mientras que Felipe Patjane, presidente municipal de Tehuacán, se encuentra en el Módulo C, que no tiene acceso al resto de la población penitenciaria, es tranquilo y tiene algunos privilegios.

Y hasta la próxima.

Hasta hace unos meses, el Centro de Reinserción Social de Tepexi de Rodríguez podía jactarse de tener un modelo que impedía a las personas privadas de su libertad tener privilegios o negocios a cambio de dádivas.

No obstante, desde el 12 de julio pasado todo cambio o, si existían indicios de prácticas corruptas, se hicieron más burdas desde esa fecha en este penal ubicado en la Mixteca poblana.

Reclusos que carecían de concesiones para hacer negocios dentro la prisión, hoy gozan de esos lucrativos beneficios e incluso se comercia con la protección a internos para no ser agredidos y la prostitución va en aumento.

Si no está enterado de lo que pasa en el penal de Tepexi, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Raciel López Salazar, debería de pedir una investigación en ese reclusorio pues de la noche a la mañana se han reproducido prácticas dignas del Centro de Reinserción Social de San Miguel, el que se encuentra aquí en Puebla capital.

Si no hay autogobierno en las celdas de Tepexi, comienza a parecerse y no se entendería de otra manera sin el consentimiento de algún directivo del penal.

Hoy en día, por 5 mil pesos se puede acceder a teléfonos celulares, ha comenzado la renta de aparatos eléctricos, bocinas, memorias USB y aseguran que pronto habrá televisores para quienes puedan pagarlos.

El tema de la prostitución ya incluye catálogo y puede costar hasta 3 mil pesos esa canonjía y si de visitas normales se trata, aún y cuando la pandemia tenga restricciones, es posible que por mil pesos se pueda dar un ingreso de manera “clandestina”.

Como en todo centro penitenciario, lo habitual es que existan golpes y maltratos, pero hoy en día se permiten las cuotas de protección.

Lo que era una regla: el ingreso a las celdas a partir de las 18:00 horas, ha quedado en el olvido para quienes pueden pagar 10 pesos la hora extra con lo que pueden ampliar el tiempo hasta las 22:00 horas. Mientras que el paso libre entre módulo y módulo puede realizarse también por la módica cantidad de los 10 pesitos.

La única tienda estaba concesionada a un particular, pero hoy es administrada por un recluso que fue trasladado desde el penal de Puebla y que está encarcelado por presuntamente cometer actos de extorsión.

Hasta el pan de dulce, los cigarros y lo que se le ocurra ya fueron repartidos a internos para su libre venta y distribución.

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Por cierto que dos de los internos más conocidos del penal de Tepexi se encuentran en áreas que a decir de los propios internos son de las mejorcitas.

Eukid Castañón Herrera, el que fuera el principal operador morenovallista, se encuentra recluido en el Modulo E, el cual se considera muy tranquilo y el más accesible al comedor. Sus cuartos carecen de rejas y parecieran más unas recámaras pues en su momento fueron pensadas para una población femenil.

Mientras que Felipe Patjane, presidente municipal de Tehuacán, se encuentra en el Módulo C, que no tiene acceso al resto de la población penitenciaria, es tranquilo y tiene algunos privilegios.

Y hasta la próxima.