/ miércoles 2 de febrero de 2022

Sin Prudencia | Caso Udlap, de dos rectores no hacen uno

El conflicto en la Universidad de las Américas (UDLAP) tiene harto a un sector estudiantil al que no le interesa de qué lado de la moneda asiste la verdad legal, sino que solo piensa en que se reactive su vida académica con normalidad en el campus que eligieron de manera individual o con el respaldo de sus padres para formarse profesionalmente.

Con el borlote legaloide y la salida de Luis Ernesto Derbez Bautista de la reconocida universidad privada, la institución también perdió una figura con liderazgo al interior de la institución y reconocimiento hacia afuera.

Lejos de ser funcional para los propósitos del patronato que tiene la posesión de la universidad, con el apoyo del aparato de justicia estatal, Armando Ríos Piter ha sido un auténtico cero a la izquierda que lo más que ha hecho es convocar a una conferencia de prensa al inicio de su nombramiento como el rector, de ese bando.

Como si su papel hubiera tenido alguna relevancia, el exsenador anunció este miércoles que no intervendrá en los asuntos de la UDLAP en tanto no se resuelva el conflicto legal.

Armando Ríos Piter, rector de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) designado por el patronato que controla el campus y que preside Horacio Magaña, informó que dejará de intervenir en los asuntos de la institución hasta que se resuelva el conflicto legal.

“He tomado la decisión de abstenerme de interferir, en tanto se resuelve el conflicto de fondo, mientras tanto procuraré desarrollar mis actividades personales de manera ordinaria”, dijo en un video que subió a su cuenta de twitter.

Pero del otro lado, la rectora interina, Cecilia Anaya Berríos, quien suplió a Luis Ernesto Derbez, no ha logrado el liderazgo y nivel de comunicación idóneo con el alumnado para que la perciban como cercana a la causa.

Tanto en las manifestaciones en tierra, a los alrededores del campus, como en las redes sociales, los alumnos hicieron explícitos sus reclamos sobre dónde estaba la rectora, pidiendo que diera la cara, pues los mensajes en video y los comunicados donde solicita la intervención de autoridades, ya no les son suficientes.

Por lo pronto y a pesar de que sus protestas no pueden ser consideradas como una expresión de toda la comunidad universitaria, han demostrado que son sostenidas y pueden ser el eje de presión que ayude a que los focos de atención se centren en la problemática.

*

La diputada federal del PAN, Genoveva Huerta Villegas, se aproxima a ser exhibida en cuanto a su agandalle del curul federal que hoy ostenta, bajo el supuesto de representar al sector indígena bajo las llamadas acciones afirmativas, que buscan garantizar espacios de representación a minorías como esa o la comunidad gay.

Con el encargo de presidenta estatal del PAN, la morenovallista se apartó su diputación federal bajo ese supuesto de representar a una minoría bajo el principio de acción afirmativa indígena.

El asunto es que los documentos que los aspirantes a un puesto de esas características entregan al Instituto Nacional Electoral no son públicos.

Pero para este caso, un particular se inconformó ante el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) frente al criterio del INE por clasificar como reservada la copia digital de los documentos que Huerta Villegas presentó para acreditarse como indígena para competir como candidata a diputada federal por la cuarta circunscripción.

El Pleno del INAI aprobó ayer el proyecto de la consejera Josefina Román que le corrige la plana al INE y le pide que proporcione el acta y formato de registro de la panista al solicitante.

Pronto se verá, en papeles, lo burdo que puede ser hacerse pasar como indígena ante la autoridad electoral en detrimento de espacios reales para ese sector de la sociedad.

El conflicto en la Universidad de las Américas (UDLAP) tiene harto a un sector estudiantil al que no le interesa de qué lado de la moneda asiste la verdad legal, sino que solo piensa en que se reactive su vida académica con normalidad en el campus que eligieron de manera individual o con el respaldo de sus padres para formarse profesionalmente.

Con el borlote legaloide y la salida de Luis Ernesto Derbez Bautista de la reconocida universidad privada, la institución también perdió una figura con liderazgo al interior de la institución y reconocimiento hacia afuera.

Lejos de ser funcional para los propósitos del patronato que tiene la posesión de la universidad, con el apoyo del aparato de justicia estatal, Armando Ríos Piter ha sido un auténtico cero a la izquierda que lo más que ha hecho es convocar a una conferencia de prensa al inicio de su nombramiento como el rector, de ese bando.

Como si su papel hubiera tenido alguna relevancia, el exsenador anunció este miércoles que no intervendrá en los asuntos de la UDLAP en tanto no se resuelva el conflicto legal.

Armando Ríos Piter, rector de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) designado por el patronato que controla el campus y que preside Horacio Magaña, informó que dejará de intervenir en los asuntos de la institución hasta que se resuelva el conflicto legal.

“He tomado la decisión de abstenerme de interferir, en tanto se resuelve el conflicto de fondo, mientras tanto procuraré desarrollar mis actividades personales de manera ordinaria”, dijo en un video que subió a su cuenta de twitter.

Pero del otro lado, la rectora interina, Cecilia Anaya Berríos, quien suplió a Luis Ernesto Derbez, no ha logrado el liderazgo y nivel de comunicación idóneo con el alumnado para que la perciban como cercana a la causa.

Tanto en las manifestaciones en tierra, a los alrededores del campus, como en las redes sociales, los alumnos hicieron explícitos sus reclamos sobre dónde estaba la rectora, pidiendo que diera la cara, pues los mensajes en video y los comunicados donde solicita la intervención de autoridades, ya no les son suficientes.

Por lo pronto y a pesar de que sus protestas no pueden ser consideradas como una expresión de toda la comunidad universitaria, han demostrado que son sostenidas y pueden ser el eje de presión que ayude a que los focos de atención se centren en la problemática.

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La diputada federal del PAN, Genoveva Huerta Villegas, se aproxima a ser exhibida en cuanto a su agandalle del curul federal que hoy ostenta, bajo el supuesto de representar al sector indígena bajo las llamadas acciones afirmativas, que buscan garantizar espacios de representación a minorías como esa o la comunidad gay.

Con el encargo de presidenta estatal del PAN, la morenovallista se apartó su diputación federal bajo ese supuesto de representar a una minoría bajo el principio de acción afirmativa indígena.

El asunto es que los documentos que los aspirantes a un puesto de esas características entregan al Instituto Nacional Electoral no son públicos.

Pero para este caso, un particular se inconformó ante el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) frente al criterio del INE por clasificar como reservada la copia digital de los documentos que Huerta Villegas presentó para acreditarse como indígena para competir como candidata a diputada federal por la cuarta circunscripción.

El Pleno del INAI aprobó ayer el proyecto de la consejera Josefina Román que le corrige la plana al INE y le pide que proporcione el acta y formato de registro de la panista al solicitante.

Pronto se verá, en papeles, lo burdo que puede ser hacerse pasar como indígena ante la autoridad electoral en detrimento de espacios reales para ese sector de la sociedad.