Desde septiembre pasado, aprovechándose de que no existe una normativa para tipificar actos anticipados de campaña, en algunas de las 657 juntas auxiliares que existen en el estado comenzaron a moverse aspirantes a estas posiciones, mismas que deberán ser electas el último domingo de enero próximo, tal y como lo marca la Ley Orgánica Municipal.
Pero fue a mediados de éste mes cuando comenzaron a abundar las bardas, pendones y anuncios de quienes pretenden convertirse en autoridades subalternas bajo el amparo de presidentes municipales, líderes partidistas, diputados o senadores.
En Puebla capital, al día de hoy existen reportes de cuando menos 140 aspirantes que han comenzado a realizar actos con franca intención de competir en alguna de las 17 juntas auxiliares y el color marrón, asociado al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) es el que predomina.
El marrón también es frecuente en los municipios de la zona conurbada donde la lucha es encarnizada entre distintos liderazgos del partido fundado por el ahora presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
Pero de regreso a la capital, le puedo comentar que de acuerdo a un informe partidista, la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacan es la que más interesados con acciones proselitistas evidentes tiene al registra ocho casos.
A esa, le sigue San Sebastián de Aparicio con siete planillas en empate con San Pablo Xochimehuacan.
Mientras que San Baltazar Campeche y La Libertad figuran con seis.
Lo anterior a 88 días de los comicios auxiliares, que seguramente irán subiendo el número de planillas registradas en cuanto pasen los días y se formalice la convocatoria.
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En los tres principales partidos políticos poblanos hay diferentes ópticas sobre el proceso electoral venidero en las juntas auxiliares.
Morena, PAN y PRI buscan colocar algunas de sus piezas como autoridades subalternas pero todos son conscientes que los primeros son los que tienen las de ganar.
Aunque internamente se despedazan por imponer sus candidatos, la idea de que habrá recursos provenientes del gobierno federal hace que los interesados busquen su posición en cada uno de sus partidos.
Además del diputado Gabriel Biestro, quien aprovecha las estructuras del partido Morena para definir perfiles, otro que anda moviendo sus estructuras para su proyecto político rumbo a la gubernatura es el senador Alejandro Armenta Mier.
El senador morenista busca liderazgos para tales candidaturas prometiendo dineros desde la Comisión de Hacienda.
Mientras que los diputados local y federal José Juan Espinoza y Saúl Huerta, respectivamente andan haciendo lo propio en sus zonas de influencia.
En cuanto al Partido Acción Nacional, los militantes andan a la deriva , pues no existe una cabeza de mando que encabece el esfuerzo financiero y logístico de esta contienda.
Para el caso de la capital, no ven a Pablo Rodríguez Regordosa, presidente municipal de ese partido, con el más mínimo interés de participar.
Esos mismos panistas sienten el abandono del gobernador José Antonio Gali Fayad porque consideran que muestra un desinterés por incidir en esa elección, de ahí que los candidatos del albiazul estén muy preocupados, pues supondrían que una fuente de financiamiento sería el gobierno del estado.
Las cosas se complican para los de Acción Nacional porque el gobierno estatal está por terminar y aún no se sabe en qué quede el resultado de las elecciones a la gubernatura.
Los que sí andan con todo, como un intento de recuperar algo de lo perdido en las elecciones pasadas son los priistas.
Aunque en términos formales no se permitirá la participación de partidos en el proceso de renovación de las autoridades subalternas, el dirigente estatal priista Javier Casique hizo pública el interés por adentrarse de lleno a ese proceso.
En su comunicado con fecha 23 de octubre el PRI atribuye a Casique que los 26 coordinadores regionales tienen como primer reto ganar las cinco elecciones extraordinarias y las votaciones en juntas auxiliares.
Hasta la próxima.
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