/ viernes 10 de diciembre de 2021

A la mitad del camino

(Segunda parte)


Cuando inicia la segunda mitad del actual sexenio, el horizonte es más complicado para nuestro país, pues entramos a la estanflación, la cual muestra el estancamiento de la actividad económica (no crece) y la inflación aumenta (se incrementa el precio de los productos, principalmente los de primera necesidad).

A tres años de la administración de López Obrador, los datos duros muestran que a partir del 3 de julio del 2018 la inversión privada ha disminuido 18 por ciento, de acuerdo a datos publicados al mes de agosto de 2021. Prácticamente este deterioro inició con una encuesta sin ninguna metodología, donde se decidió cancelar el aeropuerto de Texcoco, acción que impactó a la baja, el valor del país, provocando el despido de una cantidad importante de trabajadores.

En el ámbito económico, el producto interno bruto, del 1er año de López obrador, fue del 0.05 por ciento, representó una pérdida del 2.14 por ciento respecto a la que dejó el expresidente Enrique Peña; en el 2020 la caída fue de -8.23 por ciento; en fecha reciente el presidente Obrador señaló que este año el crecimiento llegará al 6 por ciento; pero, aun sí concluye el presente 2021 con el crecimiento señalado, el saldo será negativo, de -2.23 por ciento; con una inflación del 7 por ciento, siendo la más alta de los últimos 20 años.

Una de las mayores promesas y tal vez la más importante era la pacificación del país y, regresar a los militares a los cuarteles; por el contrario, las acciones propias de los civiles, se las han encomendado al ejército y que constitucionalmente no les corresponden, dejando de lado el combate al narcotráfico y al crimen organizado.

En lo que va del actual sexenio los homicidios dolosos superan los 100 mil, siendo superior a los dos anteriores gobiernos y, diversas regiones en distintos estados, están dominadas por el crimen organizado. La estrategia de abrazos y no balazos, marcó el fracaso de la pacificación del país, el resultado demuestra que se ampliaron las canonjías a narcotraficantes y a los criminales.

El eslogan de primero los pobres ha servido sí, pero para incrementarla, pues de acuerdo a las cifras del Coneval, se incrementó el número de pobres en dos puntos porcentuales (41.9 por ciento a 43.9 por ciento de los mexicanos vive en pobreza), mientras que en pobreza extrema también crecieron, pasando de 7.0 por ciento en 2018 a 8.5 por ciento en 2020.

En combate a la corrupción no hay avances y menos una clara estrategia para disminuirla, por el contario caímos al lugar 137 de 142 países, somos los cinco peores del mundo, sin embargo. el presidente Obrador sostiene frecuentemente que “Hemos erradicado la corrupción”. Y que decir de la rendición de cuentas, cerca del 78 por ciento de los contratos de la actual administración, han sido otorgados por asignación directa, sin concurso ni licitación.

Tal vez la critica que más haya calado al presidente Obrador, es la de Cuauhtémoc Cárdenas; señala “Sí vemos que la violencia está presente en todo el país. La inseguridad de la gente de las familias está presente en todo el país. Tenemos un alto índice de desempleo, no hemos logrado recuperar incluso el empleo perdido en estos años de pandemia. Tenemos un sistema educativo con muy fuertes deficiencias, para no hablar del sistema de salud. Esto es lo que tenemos a tres años”

Una de las principales acciones positivas es sin duda el incremento en los salarios mínimos, el cual en lo que va del sexenio que sumado al 22% que se aplicará en el 2022 alcanza el 65%. Al iniciar el 4to año de gobierno, en promedio su aprobación es del 65 %, sin grandes resultados, a pesar de los graves problemas que padecemos los mexicanos.

El aspecto negativo, es la enorme militarización del país, sumada a la austeridad aplicada a la administración pública, ha reducido la capacidad para atender los problemas sociales y ha debilitado al Estado Mexicano.

La polarización que el ejecutivo realiza de forma permanente, es muy preocupante, al finalizar el sexenio tendremos un país dividido, destrozado y en manos de delincuentes, que llevara décadas reconstruirlo y recuperarnos. Por el bien de todos los mexicanos, ojalá el ejecutivo modifique su actitud y forma de gobernar; todavía está a tiempo para retomar el desarrollo del país.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com


(Segunda parte)


Cuando inicia la segunda mitad del actual sexenio, el horizonte es más complicado para nuestro país, pues entramos a la estanflación, la cual muestra el estancamiento de la actividad económica (no crece) y la inflación aumenta (se incrementa el precio de los productos, principalmente los de primera necesidad).

A tres años de la administración de López Obrador, los datos duros muestran que a partir del 3 de julio del 2018 la inversión privada ha disminuido 18 por ciento, de acuerdo a datos publicados al mes de agosto de 2021. Prácticamente este deterioro inició con una encuesta sin ninguna metodología, donde se decidió cancelar el aeropuerto de Texcoco, acción que impactó a la baja, el valor del país, provocando el despido de una cantidad importante de trabajadores.

En el ámbito económico, el producto interno bruto, del 1er año de López obrador, fue del 0.05 por ciento, representó una pérdida del 2.14 por ciento respecto a la que dejó el expresidente Enrique Peña; en el 2020 la caída fue de -8.23 por ciento; en fecha reciente el presidente Obrador señaló que este año el crecimiento llegará al 6 por ciento; pero, aun sí concluye el presente 2021 con el crecimiento señalado, el saldo será negativo, de -2.23 por ciento; con una inflación del 7 por ciento, siendo la más alta de los últimos 20 años.

Una de las mayores promesas y tal vez la más importante era la pacificación del país y, regresar a los militares a los cuarteles; por el contrario, las acciones propias de los civiles, se las han encomendado al ejército y que constitucionalmente no les corresponden, dejando de lado el combate al narcotráfico y al crimen organizado.

En lo que va del actual sexenio los homicidios dolosos superan los 100 mil, siendo superior a los dos anteriores gobiernos y, diversas regiones en distintos estados, están dominadas por el crimen organizado. La estrategia de abrazos y no balazos, marcó el fracaso de la pacificación del país, el resultado demuestra que se ampliaron las canonjías a narcotraficantes y a los criminales.

El eslogan de primero los pobres ha servido sí, pero para incrementarla, pues de acuerdo a las cifras del Coneval, se incrementó el número de pobres en dos puntos porcentuales (41.9 por ciento a 43.9 por ciento de los mexicanos vive en pobreza), mientras que en pobreza extrema también crecieron, pasando de 7.0 por ciento en 2018 a 8.5 por ciento en 2020.

En combate a la corrupción no hay avances y menos una clara estrategia para disminuirla, por el contario caímos al lugar 137 de 142 países, somos los cinco peores del mundo, sin embargo. el presidente Obrador sostiene frecuentemente que “Hemos erradicado la corrupción”. Y que decir de la rendición de cuentas, cerca del 78 por ciento de los contratos de la actual administración, han sido otorgados por asignación directa, sin concurso ni licitación.

Tal vez la critica que más haya calado al presidente Obrador, es la de Cuauhtémoc Cárdenas; señala “Sí vemos que la violencia está presente en todo el país. La inseguridad de la gente de las familias está presente en todo el país. Tenemos un alto índice de desempleo, no hemos logrado recuperar incluso el empleo perdido en estos años de pandemia. Tenemos un sistema educativo con muy fuertes deficiencias, para no hablar del sistema de salud. Esto es lo que tenemos a tres años”

Una de las principales acciones positivas es sin duda el incremento en los salarios mínimos, el cual en lo que va del sexenio que sumado al 22% que se aplicará en el 2022 alcanza el 65%. Al iniciar el 4to año de gobierno, en promedio su aprobación es del 65 %, sin grandes resultados, a pesar de los graves problemas que padecemos los mexicanos.

El aspecto negativo, es la enorme militarización del país, sumada a la austeridad aplicada a la administración pública, ha reducido la capacidad para atender los problemas sociales y ha debilitado al Estado Mexicano.

La polarización que el ejecutivo realiza de forma permanente, es muy preocupante, al finalizar el sexenio tendremos un país dividido, destrozado y en manos de delincuentes, que llevara décadas reconstruirlo y recuperarnos. Por el bien de todos los mexicanos, ojalá el ejecutivo modifique su actitud y forma de gobernar; todavía está a tiempo para retomar el desarrollo del país.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com