Sin duda alguna, la participación ciudadana, bajo la perspectiva de la ciencia política, debe orientar la democracia comprometida, pero tiene que ser deliberativa en la rendición de cuentas y ser ejemplo para todos los gobiernos.
En tal razón, la teoría de la Democracia Deliberativa halla sus raíces en la teoría de Habermas; el diseña una alternativa para superar la polarización política, mediante la acción deliberativa de los ciudadanos en tanto esa pertenencia —abstracta y universal— facilita la descripción teórica de una situación ideal en la que los ciudadanos, gozando de autonomía personal, se reconocen y condicionan recíprocamente mediante la autolegislación, es decir, la situación ideal, también, en la que los ciudadanos deben gozar de autonomía política.
Al tiempo que, esta participación establezca consensos y no solo se centre en la voluntad del gobernante; la anterior condicionante, debe orientar una nueva cultura de participación que tiene que fortalecerse, al escuchar, con humildad, y atender a los expertos en diferentes áreas en las cuales son especialistas.
Es decir, los ciudadanos debemos contar de manera permanente y no solo en épocas electorales con un gobierno cercano a la gente, situación que puede implicar una enorme diferencia en la calidad de vida, que disfrutaran las actuales y futuras generaciones; siendo el Ser Humano, el núcleo central de toda decisión política, donde se atienda e impulse sin condicionamientos sus demandas.
Pues la calidad de vida y crecimiento poblacional hace imperativa la acción de los gobiernos, para determinar sus políticas y atender de manera eficiente, crecimiento demográfico, migración, servicios públicos y distribución territorial de la población; solo con estrategias viables, se elevará sin duda la calidad de vida.
Situación por la cual una buena relación y colaboración ciudadana de las organizaciones ante los gobiernos, fortalecerá el ejercicio participativo en la toma de decisiones y; creará un sólido eslabón que promoverá la acción gubernamental en todos sus niveles.
El pensamiento de Habermas sobre “La Opinión Pública; es la voz de la sociedad civil, la cual se gesta en el espacio público. La opinión pública es la única fuente legítima de la ley. La ley de la opinión pública es la voz de la razón y el punto crucial son los méritos de los argumentos, no la identidad de quienes argumentan. La opinión pública es el vínculo entre la sociedad democrática y la instancia parlamentaria. Sin la opinión pública la democracia moderna carece de sustento”.
El reto para el país es enorme, el cual desearíamos conocer de quienes aspiran a la primera magistratura. Toda vez que la actividad económica se encuentra en niveles inferiores a su crecimiento potencial y, con rezago respecto a las necesidades de una población inmersa en un profundo cambio demográfico; con base en datos oficiales del INEGI él crecimiento del PIB de 2018 a 2023, es de 2.16%; es decir, que en este periodo el crecimiento promedio es de 0.43% anual.
Lamentablemente esta situación es palpable, debido a que seguimos manteniendo altos niveles de pobreza y desigualdad, y habrá que sumarle otro tema de mayor preocupación que es violencia e inseguridad, la cual sigue escalando de manera alarmante, lesionando el patrimonio de quienes hemos sido víctimas.
De manera reiterativa, el presidente López Obrador, señalaba que su prioridad era no solo disminuir, sino que acabaría con violencia e inseguridad en cada población y ciudad del territorio nacional y, se extinguiría al día siguiente de las votaciones; que se terminarían las razones para delinquir, debido a la falta de oportunidades.
Lamentablemente el binomio que planteo el presidente Obrador entre pobreza y criminalidad al perecer y con base en sus programas sociales hoy pareciera ser un grave desacierto pues pobreza e inseguridad entre otros temas será la herencia que dejará a quien les suceda en la próxima presidencia.
Situación que hace imperativo el involucramiento de la sociedad civil, expertos, investigadores, analistas y especialistas, para la construcción de políticas públicas y desterrar la polarización que tanto daño ha causado al desarrollo del país.
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