/ viernes 5 de abril de 2024

El sitio de Puebla, ejemplo de acción republicana

En la historia de nuestro país, el 2 de abril, es una fecha de gran relevancia, toda vez que, en el año 1867 se libró la batalla, mejor conocida como el sitio de Puebla, acción que marcó la decadencia del Segundo Imperio.

Y es precisamente a partir del 13 de febrero de ese mismo año, cuando Napoleón III, empezó a retirar las tropas expedicionarias de apoyo a Maximiliano de Habsburgo, como previsión de una guerra con el estado alemán recientemente unificado por el canciller Otto Von Bismark.

El inicio del año 1867, el ejército de Oriente comandado por el General Porfirio Díaz, ya había tomado mucha fuerza desde las victoriosas batallas de Miahuatlán y de la Carbonera sobre fuerzas europeas.

Aunque algunas tropas conservadoras leales al emperador seguían en pie de guerra, el desenlace fue favorable para las fuerzas que estaban comandadas por el General Porfirio Díaz en la ciudad de Puebla.

El general conservador Leonardo Márquez, jefe del Estado Mayor de Maximiliano, había sido enviado a la ciudad de México con el fin de reunir tropas y dinero extra para auxiliar al emperador, que por su parte, se encontraba sitiado junto con Miramón, Mejía y Méndez en la ciudad de Querétaro.

Pero en lugar de correr en auxilio de las asediadas fuerzas imperiales, decidió enfrentar al general Díaz en las afueras de Puebla. La batalla final en Puebla se dio en la madrugada del 2 de abril de 1867 y, así el general Porfirio Díaz volvía a alzarse con un importante triunfo para la causa republicana.

Tras esta importante batalla, el general Leonardo Márquez y los integrantes de su columna, huyeron a la ciudad de México seguido muy de cerca por el general Díaz que, sin perder tiempo, sitió la ciudad hasta el 21 de junio, fecha en que la capital quedo bajo su control.

Este hecho mejor conocido como la Toma de Puebla se llevó a cabo durante la Segunda Intervención Francesa, acción de gran trascendencia, pues a través de él se logró la recuperación de la República y, marco la caída de emperador europeo que gobernó México.

Esta acción bélica obedeció a un plan que se ejecutó a la perfección por el general Díaz. Sin embrago la determinación estuvo apoyada por los combatientes que intervinieron, para alcanzar esta victoria.

Prueba de la excepcionalidad de estos hombres es que “sus tres principales héroes tuvieron, años después, un papel muy destacado en la historia de México: dos de ellos ocuparon la presidencia de la República: Manuel González y Porfirio Díaz; el tercero, Carlos Pacheco, fue diputado, gobernador de los estados de Puebla, Morelos, el Distrito Federal y Chihuahua, así como ministro de Fomento”.

Esta acción republicana es ejemplo de la determinación en defensa a la nación, la cual debe ser referente al presente, debido a que la demanda social y la lucha permanente por mejorar las condiciones de vida continúan siendo el gran reto.

Reto que tiene que atenderse con acciones profundas que logren disminuir la desigualdad toda vez que las sociedades desiguales demandan mayor apoyo en materia de educación, salud, etc., evidencias que se asocian a la presión social y a la incesante inseguridad.

Considerando que las sociedades desiguales presentan elevados índices de criminalidad y mayores dificultades para la movilidad social, el reto para la agenda política nacional debe centrarse en disminuir pobreza, desigualdad, criminalidad e inseguridad; los cuales se muestran indomables para el avance social.

Resolución que debe atenderse, generando riqueza y no distribuyendo solo apoyos que, si bien son necesarios, promueven la inmovilidad. El reto, es que quienes deben crearla, sean los núcleos sociales menos favorecidos a los cuales debe impulsarse.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com


En la historia de nuestro país, el 2 de abril, es una fecha de gran relevancia, toda vez que, en el año 1867 se libró la batalla, mejor conocida como el sitio de Puebla, acción que marcó la decadencia del Segundo Imperio.

Y es precisamente a partir del 13 de febrero de ese mismo año, cuando Napoleón III, empezó a retirar las tropas expedicionarias de apoyo a Maximiliano de Habsburgo, como previsión de una guerra con el estado alemán recientemente unificado por el canciller Otto Von Bismark.

El inicio del año 1867, el ejército de Oriente comandado por el General Porfirio Díaz, ya había tomado mucha fuerza desde las victoriosas batallas de Miahuatlán y de la Carbonera sobre fuerzas europeas.

Aunque algunas tropas conservadoras leales al emperador seguían en pie de guerra, el desenlace fue favorable para las fuerzas que estaban comandadas por el General Porfirio Díaz en la ciudad de Puebla.

El general conservador Leonardo Márquez, jefe del Estado Mayor de Maximiliano, había sido enviado a la ciudad de México con el fin de reunir tropas y dinero extra para auxiliar al emperador, que por su parte, se encontraba sitiado junto con Miramón, Mejía y Méndez en la ciudad de Querétaro.

Pero en lugar de correr en auxilio de las asediadas fuerzas imperiales, decidió enfrentar al general Díaz en las afueras de Puebla. La batalla final en Puebla se dio en la madrugada del 2 de abril de 1867 y, así el general Porfirio Díaz volvía a alzarse con un importante triunfo para la causa republicana.

Tras esta importante batalla, el general Leonardo Márquez y los integrantes de su columna, huyeron a la ciudad de México seguido muy de cerca por el general Díaz que, sin perder tiempo, sitió la ciudad hasta el 21 de junio, fecha en que la capital quedo bajo su control.

Este hecho mejor conocido como la Toma de Puebla se llevó a cabo durante la Segunda Intervención Francesa, acción de gran trascendencia, pues a través de él se logró la recuperación de la República y, marco la caída de emperador europeo que gobernó México.

Esta acción bélica obedeció a un plan que se ejecutó a la perfección por el general Díaz. Sin embrago la determinación estuvo apoyada por los combatientes que intervinieron, para alcanzar esta victoria.

Prueba de la excepcionalidad de estos hombres es que “sus tres principales héroes tuvieron, años después, un papel muy destacado en la historia de México: dos de ellos ocuparon la presidencia de la República: Manuel González y Porfirio Díaz; el tercero, Carlos Pacheco, fue diputado, gobernador de los estados de Puebla, Morelos, el Distrito Federal y Chihuahua, así como ministro de Fomento”.

Esta acción republicana es ejemplo de la determinación en defensa a la nación, la cual debe ser referente al presente, debido a que la demanda social y la lucha permanente por mejorar las condiciones de vida continúan siendo el gran reto.

Reto que tiene que atenderse con acciones profundas que logren disminuir la desigualdad toda vez que las sociedades desiguales demandan mayor apoyo en materia de educación, salud, etc., evidencias que se asocian a la presión social y a la incesante inseguridad.

Considerando que las sociedades desiguales presentan elevados índices de criminalidad y mayores dificultades para la movilidad social, el reto para la agenda política nacional debe centrarse en disminuir pobreza, desigualdad, criminalidad e inseguridad; los cuales se muestran indomables para el avance social.

Resolución que debe atenderse, generando riqueza y no distribuyendo solo apoyos que, si bien son necesarios, promueven la inmovilidad. El reto, es que quienes deben crearla, sean los núcleos sociales menos favorecidos a los cuales debe impulsarse.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com