/ sábado 13 de marzo de 2021

Conmemorar y evaluar cada 8 de marzo

Ocho de marzo del año 1908, cerca de 15 mil mujeres en Nueva York realizaron una manifestación, demandaban una menor jornada, mejores condiciones laborales, remuneración justa y derecho a votar. Es este el antecedente del porque en esta fecha se conmemore el día internacional de la Mujer.

Así año con año esta justa demanda ha ido evolucionando no solo en México sino en una gran parte del mundo, logrando avances importantes, aunque no suficientes, las mujeres han logrado empoderarse en todos los sectores sociales, actividades productivas, empresariales, gubernamentales y políticas.

En México, el incremento en la pobreza, la creciente inseguridad, las masacres, los crímenes y feminicidios, se suscitan de manera recurrente en innumerables regiones del país; el incremento en el desempleo y, la pandemia del Covid-19, han hecho más difícil la vida, siendo las mujeres el sector más vulnerable.

El cual requiere una mayor atención del Estado Mexicano, no solo construyendo una nueva narrativa, sino para evaluar las acciones que impulsen y mejoren sus condiciones y atiendan sus demandas, mediante la construcción de políticas públicas eficientes que mantengan un horizonte no solo esperanzador, sino que sea realista y tangible, para acabar con los abusos hacia la mujer.

Sin embargo, pareciera que en nuestro país esta justa demanda no se ha entendido, pues en vez de convocar a las lideres de los diversos colectivos feministas analistas e investigadores, lamentablemente este año se les cerro esa gran oportunidad de poder establecer compromisos y avanzar en su lucha por mejorar las condiciones, lo que exacerbo sus ánimos, provocando una reacción contraria con la instalación de vallas y de un muro alrededor de Palacio Nacional.

El cual al final sirvió como un memorial, desatando aún más la ira e indignación, debido a que el responsable de comunicación del gobierno federal lo califico como el “muro de paz”, lo cual desencadeno una ofensa de mayor dimensión, considerando que en México asesinan en promedio a 11 mujeres por día.

Esta barrera fue la que derrumbo la narrativa, del presidente López Obrador, pues cada mañana reitera que ejerce un gobierno sin distingos, distinto y cercano a la gente.

Por tanto, descalificar a las mujeres que salen a protestar pidiendo justicia, e incluso afirmar que son manipuladas y opositoras es bastante delicado, sus causas, independiente de ser legitimas y justas, son causas trasversales que nos incluyen a todos y no solo a una parte de la sociedad, sobre todo la de las familias que hemos sido víctimas de estos lamentables hechos o atrocidades.

Es importante destacar que la ira de varias manifestantes es justificada, debido a la impotencia que sienten por no ser escuchadas y sobre todo por no hacerles justicia; no así, la violencia, la cual por supuesto que sí es reprobable.

Datos estadísticos señalan que “un promedio de 10 mujeres, fueron asesinadas cotidianamente entre enero y junio de 2020, según el INEGI. La cifra más alta en 30 años. Y el 73% de los feminicidios fue cometido con disparos con armas de fuego y estrangulamiento. La CEPAL establece que la pandemia ha provocado un retroceso de más de una década en la participación laboral de la mujer en América Latina, el desempleo alcanza a una de cada cinco”.

Partiendo de estos datos, es urgente que el gobierno federal, no solo centre su atención en el presupuesto que destina a los programas, sino que impulse una agenda que atienda y retome de manera prioritaria las demandas femeninas.

Que combatan la violencia de género, la trata de personas, promueva la alerta de género; en el caso de que algunas entidades federativas o los grandes municipios no cuenten con ella, instrumentarla. Diseñe un mecanismo o programa nacional, que atienda de manera eficiente la violencia doméstica, refuerce o en su caso crear fiscalías especializadas para atender y prevenir el feminicidio.

El ideal, es que lleguemos cada 8 de marzo no solo a conmemorar el día internacional de la mujer, sino que sea una fecha donde todos hagamos conciencia sobre lo desastroso que representa la violencia de género; al tiempo de evaluar el avance de la agenda mínima antes descrita, que muestre signos positivos, en la eliminación de la violencia y la discriminación en contra de las mujeres.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com

Ocho de marzo del año 1908, cerca de 15 mil mujeres en Nueva York realizaron una manifestación, demandaban una menor jornada, mejores condiciones laborales, remuneración justa y derecho a votar. Es este el antecedente del porque en esta fecha se conmemore el día internacional de la Mujer.

Así año con año esta justa demanda ha ido evolucionando no solo en México sino en una gran parte del mundo, logrando avances importantes, aunque no suficientes, las mujeres han logrado empoderarse en todos los sectores sociales, actividades productivas, empresariales, gubernamentales y políticas.

En México, el incremento en la pobreza, la creciente inseguridad, las masacres, los crímenes y feminicidios, se suscitan de manera recurrente en innumerables regiones del país; el incremento en el desempleo y, la pandemia del Covid-19, han hecho más difícil la vida, siendo las mujeres el sector más vulnerable.

El cual requiere una mayor atención del Estado Mexicano, no solo construyendo una nueva narrativa, sino para evaluar las acciones que impulsen y mejoren sus condiciones y atiendan sus demandas, mediante la construcción de políticas públicas eficientes que mantengan un horizonte no solo esperanzador, sino que sea realista y tangible, para acabar con los abusos hacia la mujer.

Sin embargo, pareciera que en nuestro país esta justa demanda no se ha entendido, pues en vez de convocar a las lideres de los diversos colectivos feministas analistas e investigadores, lamentablemente este año se les cerro esa gran oportunidad de poder establecer compromisos y avanzar en su lucha por mejorar las condiciones, lo que exacerbo sus ánimos, provocando una reacción contraria con la instalación de vallas y de un muro alrededor de Palacio Nacional.

El cual al final sirvió como un memorial, desatando aún más la ira e indignación, debido a que el responsable de comunicación del gobierno federal lo califico como el “muro de paz”, lo cual desencadeno una ofensa de mayor dimensión, considerando que en México asesinan en promedio a 11 mujeres por día.

Esta barrera fue la que derrumbo la narrativa, del presidente López Obrador, pues cada mañana reitera que ejerce un gobierno sin distingos, distinto y cercano a la gente.

Por tanto, descalificar a las mujeres que salen a protestar pidiendo justicia, e incluso afirmar que son manipuladas y opositoras es bastante delicado, sus causas, independiente de ser legitimas y justas, son causas trasversales que nos incluyen a todos y no solo a una parte de la sociedad, sobre todo la de las familias que hemos sido víctimas de estos lamentables hechos o atrocidades.

Es importante destacar que la ira de varias manifestantes es justificada, debido a la impotencia que sienten por no ser escuchadas y sobre todo por no hacerles justicia; no así, la violencia, la cual por supuesto que sí es reprobable.

Datos estadísticos señalan que “un promedio de 10 mujeres, fueron asesinadas cotidianamente entre enero y junio de 2020, según el INEGI. La cifra más alta en 30 años. Y el 73% de los feminicidios fue cometido con disparos con armas de fuego y estrangulamiento. La CEPAL establece que la pandemia ha provocado un retroceso de más de una década en la participación laboral de la mujer en América Latina, el desempleo alcanza a una de cada cinco”.

Partiendo de estos datos, es urgente que el gobierno federal, no solo centre su atención en el presupuesto que destina a los programas, sino que impulse una agenda que atienda y retome de manera prioritaria las demandas femeninas.

Que combatan la violencia de género, la trata de personas, promueva la alerta de género; en el caso de que algunas entidades federativas o los grandes municipios no cuenten con ella, instrumentarla. Diseñe un mecanismo o programa nacional, que atienda de manera eficiente la violencia doméstica, refuerce o en su caso crear fiscalías especializadas para atender y prevenir el feminicidio.

El ideal, es que lleguemos cada 8 de marzo no solo a conmemorar el día internacional de la mujer, sino que sea una fecha donde todos hagamos conciencia sobre lo desastroso que representa la violencia de género; al tiempo de evaluar el avance de la agenda mínima antes descrita, que muestre signos positivos, en la eliminación de la violencia y la discriminación en contra de las mujeres.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com