/ lunes 12 de agosto de 2019

Constructores poblanos acogen con beneplácito el reto del gobernador de obras sin “moches”

Todo parece indicar que al fin murieron en Puebla los tiempos en que las inversiones más cuantiosas en obras públicas se encargaban a grandes empresas fuereñas o extranjeras. Predomina entre las constructoras poblanas gran confianza y optimismo en la llegada del gobierno de Miguel Barbosa que ha prometido no más gasto e inversiones en obras faraónicas y emblemáticas; no más obras sólo para gastar dinero, sino un Plan de Desarrollo Regional con 22 regiones donde se realizarán obras de infraestructura básica que sacarán del atraso y el subdesarrollo a los 217 municipios del Estado.

Se acabaron los tiempos en que teníamos que andar peregrinando, rogando y mendingando contratos de obra como ocurría con el morenovallismo en que las constructoras poblanas eran marginadas, quedaron al margen de las inversiones del gobierno, afirma categórico el licenciado José Antonio Hernández González, el dinámico y creativo presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción (CMIC),a quien corresponderá inaugurar el nuevo edificio empresarial de esta industria que fue concluido después de 7 años, para lo cual ya invitó al Gobernador Barbosa a que haga el corte del listón inaugural en fecha próxima.

Otros presidentes del ramo recuerdan que cuando Enrique Peña Nieto y Rafael Moreno Valle construyeron el segundo piso de la Autopista México Puebla a costo de más de 10 mil millones de pesos, la obra se la adjudicaron a la empresa española OHL con la cual hicieron grandes obras y jugosos negocios. A las constructoras poblanas se les relegó. Con coraje e iniciativa empresarial un grupo de empresas locales formaron un consorcio, pidiéndoles al gobierno y a OHL que les otorgaran una parte de la obra por mil millones de pesos. La parte del proyecto se los concedían pero en condiciones muy leoninas, tan desventajosas que el consorcio se desistió en participar.

Eran los años en que las constructoras locales se sentían, en su propio territorio, en tierra ajena y lejana, totalmente relegados. Hay que decir que en tiempos del Gobernador Antonio Gali Fayad si se les abrieron las puertas de la inversión pública a las constructoras poblanas. Gali fue un precursor de esta reapertura porque le tocó combatir las fallas y vicios que atrajeron el malestar social y económico de los poblanos durante el morenovallismo.

Afortunadamente la inversión privada que ha experimentado un gran dinamismo y una actividad mayor que la pública en los últimos 20 años, es la que ha salvado a muchas empresas poblanas con la edificación de decenas de plazas comerciales, de edificios y de vivienda. En Puebla hay varias constructoras que han sido premiadas por la CANADEVI por los desarrollos de vivienda que han realizado.

José Antonio Hernández dice que la cámara está de acuerdo con las condiciones que ha delineado el gobernador Miguel Barbosa para trabajar al lado de las constructoras poblanas. “Al empresariado poblano le “ofrezco absoluta legalidad, vamos a hacer que la derrama del gasto del presupuesto, preferentemente se quede en Puebla si es que las propuestas de los proveedores poblanos son las mejores y las más baratas. Cero corrupción, cero moches”.

Los empresarios están de acuerdo y de plácemes por el “cero corrupción, cero moches”. En gobiernos anteriores se les exigían los precios más bajos, los proyectos de mayor calidad y todavía tenían que pagar fuertes comisiones del 10 al 20% sobre el costo de la obra a las autoridades en turno.

Los agarraban con las manos atadas, por eso siempre se han hecho obras de baja calidad y bajísimos rendimientos, que poco duran o no duran el tiempo que se dice, como ha sucedido con la mayoría de las calles que fueron asfaltadas con cemento hidráulico y que se dijo iban a durar de 20 a 30 años, y ya se están sumiendo las atarjeas y los asfaltos se están agrietando y desplomando. En contraste la Vía Atlixcáyotl, hecha en tiempos de Mario Marín por empresas poblanas, fue una obra bien hecha con cemento hidráulico, analiza el presidente de la CMIC, y anuncia que para hacer proyectos de mediano y gran calado las constructoras locales es organizarán en consorcios, como sucedió en el gobierno de Manuel Bartlett con la construcción del periférico.

El gobierno de Guillermo Pacheco Pulido mostró una gran apertura y preferencias por desarrollar la economía estatal con una inversión de mil millones de pesos en 39 obras que realizan las constructoras poblanas, inversiones que continuarán y se terminarán como ya anunció el ejecutivo estatal.

En la partida presupuestal aprobada por la Cámara de Diputados para Puebla para este 2019 queda una partida adicional de 800 millones de pesos para obras de infraestructura que ejercerá el Gobernador Barbosa, más otros 400 millones de pesos que tiene presupuestados el Ayuntamiento de Claudia Rivera Vivanco, se espera una reactivación de la actividad económica del estado para los dos últimos trimestres del año. NOS ESCUCHAMOS diariamente de las 13 a las 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.

Todo parece indicar que al fin murieron en Puebla los tiempos en que las inversiones más cuantiosas en obras públicas se encargaban a grandes empresas fuereñas o extranjeras. Predomina entre las constructoras poblanas gran confianza y optimismo en la llegada del gobierno de Miguel Barbosa que ha prometido no más gasto e inversiones en obras faraónicas y emblemáticas; no más obras sólo para gastar dinero, sino un Plan de Desarrollo Regional con 22 regiones donde se realizarán obras de infraestructura básica que sacarán del atraso y el subdesarrollo a los 217 municipios del Estado.

Se acabaron los tiempos en que teníamos que andar peregrinando, rogando y mendingando contratos de obra como ocurría con el morenovallismo en que las constructoras poblanas eran marginadas, quedaron al margen de las inversiones del gobierno, afirma categórico el licenciado José Antonio Hernández González, el dinámico y creativo presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción (CMIC),a quien corresponderá inaugurar el nuevo edificio empresarial de esta industria que fue concluido después de 7 años, para lo cual ya invitó al Gobernador Barbosa a que haga el corte del listón inaugural en fecha próxima.

Otros presidentes del ramo recuerdan que cuando Enrique Peña Nieto y Rafael Moreno Valle construyeron el segundo piso de la Autopista México Puebla a costo de más de 10 mil millones de pesos, la obra se la adjudicaron a la empresa española OHL con la cual hicieron grandes obras y jugosos negocios. A las constructoras poblanas se les relegó. Con coraje e iniciativa empresarial un grupo de empresas locales formaron un consorcio, pidiéndoles al gobierno y a OHL que les otorgaran una parte de la obra por mil millones de pesos. La parte del proyecto se los concedían pero en condiciones muy leoninas, tan desventajosas que el consorcio se desistió en participar.

Eran los años en que las constructoras locales se sentían, en su propio territorio, en tierra ajena y lejana, totalmente relegados. Hay que decir que en tiempos del Gobernador Antonio Gali Fayad si se les abrieron las puertas de la inversión pública a las constructoras poblanas. Gali fue un precursor de esta reapertura porque le tocó combatir las fallas y vicios que atrajeron el malestar social y económico de los poblanos durante el morenovallismo.

Afortunadamente la inversión privada que ha experimentado un gran dinamismo y una actividad mayor que la pública en los últimos 20 años, es la que ha salvado a muchas empresas poblanas con la edificación de decenas de plazas comerciales, de edificios y de vivienda. En Puebla hay varias constructoras que han sido premiadas por la CANADEVI por los desarrollos de vivienda que han realizado.

José Antonio Hernández dice que la cámara está de acuerdo con las condiciones que ha delineado el gobernador Miguel Barbosa para trabajar al lado de las constructoras poblanas. “Al empresariado poblano le “ofrezco absoluta legalidad, vamos a hacer que la derrama del gasto del presupuesto, preferentemente se quede en Puebla si es que las propuestas de los proveedores poblanos son las mejores y las más baratas. Cero corrupción, cero moches”.

Los empresarios están de acuerdo y de plácemes por el “cero corrupción, cero moches”. En gobiernos anteriores se les exigían los precios más bajos, los proyectos de mayor calidad y todavía tenían que pagar fuertes comisiones del 10 al 20% sobre el costo de la obra a las autoridades en turno.

Los agarraban con las manos atadas, por eso siempre se han hecho obras de baja calidad y bajísimos rendimientos, que poco duran o no duran el tiempo que se dice, como ha sucedido con la mayoría de las calles que fueron asfaltadas con cemento hidráulico y que se dijo iban a durar de 20 a 30 años, y ya se están sumiendo las atarjeas y los asfaltos se están agrietando y desplomando. En contraste la Vía Atlixcáyotl, hecha en tiempos de Mario Marín por empresas poblanas, fue una obra bien hecha con cemento hidráulico, analiza el presidente de la CMIC, y anuncia que para hacer proyectos de mediano y gran calado las constructoras locales es organizarán en consorcios, como sucedió en el gobierno de Manuel Bartlett con la construcción del periférico.

El gobierno de Guillermo Pacheco Pulido mostró una gran apertura y preferencias por desarrollar la economía estatal con una inversión de mil millones de pesos en 39 obras que realizan las constructoras poblanas, inversiones que continuarán y se terminarán como ya anunció el ejecutivo estatal.

En la partida presupuestal aprobada por la Cámara de Diputados para Puebla para este 2019 queda una partida adicional de 800 millones de pesos para obras de infraestructura que ejercerá el Gobernador Barbosa, más otros 400 millones de pesos que tiene presupuestados el Ayuntamiento de Claudia Rivera Vivanco, se espera una reactivación de la actividad económica del estado para los dos últimos trimestres del año. NOS ESCUCHAMOS diariamente de las 13 a las 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.