Dos años después de mantenerse "guardado", el ex candidato del PAN a la presidencia de la República, Ricardo Anaya Cortés, anunció su regreso a la vida pública, y con ello, se espera un reacomodo al interior de Acción Nacional, incluido el panismo poblano.
Anaya regresa con la firme intención de posicionarse como líder de la oposición de cara a las elecciones de 2021 y posteriormente de 2024.
Durante estos dos años los expresidentes de la República, Felipe Calderón Hinojosa y Vicente Fox Quesada, intentaron ocupar ese lugar sin éxito y aunque hay gobernadores panistas que también lo desean, su proyección no les alcanza aún para generar un verdadero contrapeso más allá de sus estados.
El excandidato presidencial regresa con tres cartas a su favor: evitó el desgaste natural de la política en estos dos años, es el último excandidato presidencial del PAN y dejó al frente de su partido a un incondicional como lo es Marko Cortés.
Esto último es clave para entender el efecto que tendrá su regreso en Puebla, pues si Anaya logra consolidarse como líder natural de Acción Nacional, no habrá candidatura en 2021 que no pase por su escritorio para ser palomeada.
Eso lo saben los morenovallistas, o lo que queda de ellos, y seguramente no les cayó nada bien su regreso.
Y es que hay que recordar que la relación de Ricardo Anaya con el extinto gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, no fue nada buena desde la disputa interna por la candidatura presidencial de 2018.
Como era de esperarse, los morenovallistas compraron un pleito que no era suyo y hoy, con la muerte de su máximo líder, están huérfanos en su propia casa.
Basta recordar el deslinde que muchos candidatos morenovallistas hicieron de su entonces candidato presidencial en la recta final de campaña, cuando dieron por hecho el triunfo de Andrés Manuel López Obrador y promovieron el voto diferenciado.
"AMLO sí, Martha Erika también" fue un lema de cierre de campaña que, al igual que la candidata a la gubernatura, varios candidatos de la coalición panista en Puebla replicaron en sus municipios y distritos.
La ausencia de Anaya en el cierre masivo de campaña confirmó ese rompimiento entre ambos grupos.
Hoy, con una coyuntura totalmente distinta, seguramente habrá muchos morenovallistas que busquen una operación cicatriz con el excandidato presidencial.
El ejemplo lo puso Jorge Aguilar Chedraui, quién fue el primero en celebrar el regreso de Anaya Cortés, a través de un mensaje en su cuenta de Twitter.
Veremos cuántos más se suman.
En todo caso, sería el Yunque poblano el más beneficiado con este regreso, pues hay que recordar que personajes como Rafael Micalco, Humberto Aguilar Coronado y el exmorenovallista, Juan Pablo Piña Kurczyn, fueron quienes impulsaron la candidatura presidencial de Ricardo Anaya en la contienda interna del PAN.
Ojo, no todos los yunquistas.
Un análisis aparte merece el caso del ex alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, cuya candidatura en 2018 fue impulsada por Ricardo Anaya, a través de Marko Cortés.
Si bien Eduardo Rivera es considerado uno de los principales liderazgos del Yunque, también le entró a la campaña del voto diferenciado en 2018, al decir que quien ganara la Presidencia de la República no vendría al resolver los problemas de Puebla.
"¡Naranjas dulces, amigas y amigos! Las diferencias sí importan e importan muchísimo, quién sea que gane la presidencia de la República no va a venir a resolver los problemas de Puebla; Martha Erika y yo sí vamos a resolver los problemas de Puebla, que quede claro", dijo en el cierre de campaña conjunto con Martha Erika Alonso, hoy fallecida.
Habrá que ver si los dos años de retiro hicieron que Anaya olvide esas palabras.
O si en la reunión entre Eduardo Rivera y Marko Cortés de hace unas semanas se tocó el tema.
Parece que en el PAN se empezarán a mover las piezas.
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