/ martes 6 de julio de 2021

Aires de continuidad en el PRI

Mientras en Morena y el PAN se avecina una lucha encarnizada por hacerse de sus respectivas dirigencias estatales, en el PRI parece que las cosas se acomodan para que Néstor Camarillo Medina se mantenga en la presidencia del Comité Directivo Estatal hasta el 2024.

Una serie de eventos circunstanciales allanaron el camino para el actual dirigente, que ya tenía las maletas listas para tomar un descanso postelectoral, ganara la simpatía del dirigente nacional de su partido, Alejandro Moreno Cárdenas, quien vino a Puebla y dio el mensaje en corto a algunos liderazgos locales de que habrá continuidad en el CDE.

Los días de descanso para los priistas poblanos estaban planeados a inicios de la semana pasada, hasta que una llamada informó sobre la toma de las instalaciones del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) en la Ciudad de México.

Néstor se comunicó con dirigentes estatales del PRI en los estados aledaños a Puebla para llevar simpatizantes en defensa de la dirigencia nacional.

Solo los poblanos llegaron.

El resto de la historia la conocemos: golpes y palos entre los grupos afines al exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruíz, y los simpatizantes de “Alito”, quedaron grabados en videos que inundaron las redes sociales.

Ese mismo día, otra coincidencia jugó a favor del dirigente priista.

Juan Carlos Lastiri y Xitlalic Ceja García, que buscan pelearle la dirigencia estatal del partido, convocaron a una reunión de militantes inconformes para abrir un bloque en contra del actual presidente.

Lo malo es que fue el mismo día en que los rebeldes tomaron el CEN.

Y ninguno de los dos quiso ser el Ulises Ruíz de Puebla, por lo que, momentáneamente, abortaron la misión.

Esto no quiere decir que no los veamos haciendo ruido en los próximos días.

Al otro día, Néstor aprovechó la coyuntura y reunió a los próximos diputados locales y regidores de Puebla capital, emanados del PRI, para mostrar su respaldo a la dirigencia nacional.

“Total respaldo a Alejandro Moreno”, fue el mensaje de ese día.

Para el viernes, dos días después, “Alito” ya estaba en Puebla nombrando a Jorge Estefan Chidiac como coordinador de la bancada del PRI en la próxima legislatura del Congreso del Estado.

Entregó constancias y habló tanto con los funcionarios electos como con los que perdieron la elección.

Puebla fue el primer estado que visitó Alejandro Moreno después de la elección y los priistas poblanos los primeros en salir a defenderlo de Ulises Ruíz.

Juran los interesados que esa es la señal.

Y también juran que “la señal” fue confirmada por el propio “Alito” con algunos liderazgos locales.

Pero si algo es cierto y más en política, es que todo se puede caer al último momento.

Más si no ha habido ningún presidente priista en Puebla que trascienda en el cargo para dos elecciones seguidas.

O Néstor es el primero o las señales no eran señales.

Al tiempo.

Twitter: Juarez_VH

Facebook: Hugo Juárez

Correo: v.hugojuarez.h@gmail.com

Mientras en Morena y el PAN se avecina una lucha encarnizada por hacerse de sus respectivas dirigencias estatales, en el PRI parece que las cosas se acomodan para que Néstor Camarillo Medina se mantenga en la presidencia del Comité Directivo Estatal hasta el 2024.

Una serie de eventos circunstanciales allanaron el camino para el actual dirigente, que ya tenía las maletas listas para tomar un descanso postelectoral, ganara la simpatía del dirigente nacional de su partido, Alejandro Moreno Cárdenas, quien vino a Puebla y dio el mensaje en corto a algunos liderazgos locales de que habrá continuidad en el CDE.

Los días de descanso para los priistas poblanos estaban planeados a inicios de la semana pasada, hasta que una llamada informó sobre la toma de las instalaciones del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) en la Ciudad de México.

Néstor se comunicó con dirigentes estatales del PRI en los estados aledaños a Puebla para llevar simpatizantes en defensa de la dirigencia nacional.

Solo los poblanos llegaron.

El resto de la historia la conocemos: golpes y palos entre los grupos afines al exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruíz, y los simpatizantes de “Alito”, quedaron grabados en videos que inundaron las redes sociales.

Ese mismo día, otra coincidencia jugó a favor del dirigente priista.

Juan Carlos Lastiri y Xitlalic Ceja García, que buscan pelearle la dirigencia estatal del partido, convocaron a una reunión de militantes inconformes para abrir un bloque en contra del actual presidente.

Lo malo es que fue el mismo día en que los rebeldes tomaron el CEN.

Y ninguno de los dos quiso ser el Ulises Ruíz de Puebla, por lo que, momentáneamente, abortaron la misión.

Esto no quiere decir que no los veamos haciendo ruido en los próximos días.

Al otro día, Néstor aprovechó la coyuntura y reunió a los próximos diputados locales y regidores de Puebla capital, emanados del PRI, para mostrar su respaldo a la dirigencia nacional.

“Total respaldo a Alejandro Moreno”, fue el mensaje de ese día.

Para el viernes, dos días después, “Alito” ya estaba en Puebla nombrando a Jorge Estefan Chidiac como coordinador de la bancada del PRI en la próxima legislatura del Congreso del Estado.

Entregó constancias y habló tanto con los funcionarios electos como con los que perdieron la elección.

Puebla fue el primer estado que visitó Alejandro Moreno después de la elección y los priistas poblanos los primeros en salir a defenderlo de Ulises Ruíz.

Juran los interesados que esa es la señal.

Y también juran que “la señal” fue confirmada por el propio “Alito” con algunos liderazgos locales.

Pero si algo es cierto y más en política, es que todo se puede caer al último momento.

Más si no ha habido ningún presidente priista en Puebla que trascienda en el cargo para dos elecciones seguidas.

O Néstor es el primero o las señales no eran señales.

Al tiempo.

Twitter: Juarez_VH

Facebook: Hugo Juárez

Correo: v.hugojuarez.h@gmail.com